La pataleta de Anacleta.

 

O de Nombre de Jeva, si así lo prefiere, más allá de que se pierda la rima del título pero más allá de rimas el técnico del circo nacional ha mostrado que aparte de ser bastante limitado en la parte técnico táctica del futbol es, a parte de tener nombre de Jeva, tener actitudes de jevita resentida que no tolera comentarios y está lista para ponerse la chancleta en la punta del dedo y armar una pataleta rencorosa, tal y como lo demuestra sus decisiones respectos a los seleccionados nacionales que en algún momento expresaron su inconformidad por el no llamado a la selección como sucedió con los casos de Jorge Luis Corrales y Modesto Méndez hasta ese momento pilares indiscutibles del seleccionado nacional.

 

Una actitud mezquina y poco profesional que reafirma que no está apto para dirigir un equipo que represente a un país más allá que esta selección cubana está uy lejos de ser la representación de todos los cubanos. El ser director técnico de un equipo implica no solo tener conocimientos desde el punto de vista futbolístico, algo que ha mostrado con creces que no posee, pues una cosa es tener un sistema de juego defensivo y otra muy distinta es no tener o proponer variantes en dependencia del juego, implica también ser un educador, ser psicólogo, ser maestro vocaciones que está lejos de tener este socio.

 

Con un equipo manejado desde un grupo de WhatsApp en donde se dan trovas políticas y se ponen prohibiciones a los jugadores no sólo de lo que no pueden hacer, sino también de con quienes no deben hablar, sin mencionar que dicho grupo pasa por los límites del bayú ya que de él se sacan y ponen jugadores sin previo aviso dependiendo el estado hormonal de Nombre Jeva y sus dueños del Marrero.

 

Un estado hormonal volátil y rencoroso que le maneja un orgullo desmedido que le impide sentarse a conversar o escuchar con los jugadores involucrados o de otros jugadores del equipo sobre el tema, algo que además de la prepotencia puede pasar por el ámbito meramente económico ya que ninguno de los dos jugadores puede servirles de mula para traer pacotilla cuando regresen de viajecitos al extranjero.