Garra, mucha garra demostró la selección cubana de fútbol hoy ante Honduras para llevarse el boleto a la Copa Mundial de Chile de la categoría en un partido trompicado de dientes apretados y en el que los cubanos sobreponerse a todas las adversidades para dejar tendido al favorito equipo de Honduras.
En un partido que Cuba inició con impetú logrando incomodar al equipo hondureño en un transe del partido que si bien sin mucha claridad mereció un penal a favor en una jugada que el VAR ni siquiera revisó.
Honduras despertó y comenzó a inclinar la cancha como se esperaba que hiciera desde el vamos y Cuba empezó a mostrar grietas en el sector defensivo sobre todo en el accionar del cancerbero Hodelin que falló siempre por arriba y arriesgó en salidas por debajo en un terreno mojado, con malas condiciones, entregando en varias ocasiones el balón a jugadores hondureños que no supieron aprovechar para hacer la diferencia.
Para la segunda mitad Cuba aprovechó su velocidad y tras un despeje de Hodelin, Jade cavalgo por la derecha y puso un excelente balón para Casanova que si bien no pudo resolver en ese momento, si conseguiría un claro penalti en un par de jugadas posteriores derivadas del contragolpe anterior.
Samuel Rodríguez tomó el balón y con tranquilidad lo puso en el fondo de las redes para darle la ventaja a los cubanos, que no supieron aprovechar el fuerte golpe psicológico al equipo hondureño y optaron por replegarse muy temprano decisión que terminaría por costarles el empate al minuto 79 en una jugada a balón parado.
Honduras lo intentó a partir de ahí con un Cuba que se defendía como podía y salía a retazos, en lo que sería un festival de falllas frente al marco cubano por parte de los delanteros hondureños llegándose así a los tiempos extras que verían como Cuba se quedaba con 10 jugadores en una tarjeta roja que solo vio el árbitro y que apretó más el nudo alrededor de los nuestros que seguían peleando y tratando de hacer daño cuando podían, cansancio y calambres por medio frente a una Honduras que se veía más entera en lo físico pero que los goles pareció dejarlos en casa y se dejó falla tras falla, mientras todos mirábamos el reloj y con la mirada tratábamos de empujar a los nuestros a llegar a cada balón o a cubrir cualquiera posibilidad contraria.
Los penales abrían ponían la moneda en el aire y la suerte sonrió a los nuestros cuando el tercer penal hondureño tras estrellarse en el poste regresó a Hodelin para que este se quedara con el cuero. De ahí en más historia, Cuba cerró perfecta los penales y arrancó la celebración de un triunfo que pone a nuestra selección por segunda vez en un Mundial de la categoría.
Ayer decíamos que los muchachos se jugaban más que un Mundial y hoy demostraron que ellos también lo sabían.