1930
Bajo la dirección de Jesús Hermo quien
estuvo acompañado en la líneas por Norberto Fernández y José Pagés, los equipos
alinearon de la siguiente manera. Nationals: Renzulli – Warden, Donald –
Chalton, Slaven, Marthyn – Gallagher, Carlson, Nelson, Strauss y McGhee. Centro
Gallego: Lamas – Simón, Chorens – Castillo, Rey, Agustín – Tomás, Rosillo,
Tapia, Cacharelo y Turquito.
Son
los visitante los que arrancan más impetuosos y se hacen pronto con el control
del partido asfixiando a los Gallegos que en los primeros cinco minutos no
logran pasar el balón al campo contrario presión que da sus frutos cuando en un
avance por la izquierda Strauss le entrega el balón a McGhee que dispara a
puerta para marcar el primer gol visitante.
No
aminora la presión y el portero cubano Lamas se convierte en figura evitando en
par de formidables ocasiones, a disparos de Nelson, que su marco sea perforado
nuevamente, sin embargo a los 12 minutos Gallagher avanza por la derecha se la
pasa a Carlson quien la transfiere a Nelson que esta vez si logra vencer al
meta cubano
El
segundo gol no hace decaer la moral de los gálicos que empiezan a quitarse la
presión de encima y comienzan a aparecer cerca de los predios del portero
norteamericano Renzolli especialmente por el ala izquierda del ataque, aunque
siguen siendo los visitantes los más peligrosos.
Carlson
dispara y pasa rozando el larguero, Nelson chuta fuera, nuevo disparo de
Carlson pega en el poste cayéndole el rechazo a Marthyn cuyo remate es detenido
por Lamas, el tercer gol del Nationals parece más cerca que el descuento del
Centro Gallego.
Una
buena combinación entre Tapia, Turquito y Rosillo dejan a Tapia en opción de
tiro, pero antes de que el local pueda conectar Donald echa a corner. Cobra
Turquito y el rechace vuelve a caer a sus pies mandando un disparo que Renzulli
contiene al mismo tiempo que Tapia le entra a la pelota recibiendo el portero
un golpe en la cara cayendo conmocionado, con el portero en el suelo Turquito
recoge el balón y lo manda al fondo de las redes para el descuento cuando
corría el minuto 35 de juego.
Renzulli
no logra recuperarse y la meta visitante es cubierta por John Souza, el portero
suplente cerrándose la primera mitad cuando Chorens logra contener un nuevo
ataque visitante.
La
segunda mitad arranca con los del Centro Gallego en mejor tono Tapia avanza le
sirve un pase a Tomás que burla a Donald y dispara a puerta, pero su tiro pasa
desviado, la reacción gallega hace que el partido se haga más nivelado y se
alternen llegadas de peligro de uno y otro lado hasta que a los 20 minutos cae
el segundo gol gallego.
Tomás
recibe un balón y avanza burlando a varios rivales, centra para Tapia que
parece en posición inmejorable para marcar, pero un defensa visitante logra
hacer contacto con el cuero y despejar el balón que cae en los pies de Turquito
que dispara y lo manda al fondo del tejido.
El
empate dura apenas seis minutos Carlson avanza por la derecha y Lamas se lanza
a los pies del delantero visitante que logra esquivarlo y marca el 3-2 a favor
de los Nationals.
Los
Alacranes no están dispuestos a irse con las manos vacías y se lanzan sobre la
puerta de Souza. Tapia en un avance compromete al guardameta norteamericano,
pero Warden logra sacar a córner, lo cobra Tomás y Agustín remata por fuera.
Nuevo
ataque de los Gallegos esta vez conducido por Turquito que manda un centro para
que Tapia remate, Souza rechaza pero el balón le queda a Cacharelo que lo
deposita en el fondo del tejido para el empate final
El
3 de Marzo de 1930 se creó el Club Deportivo Puentes Grandes, un club que a
pesar de sus continuas desapariciones y reapariciones en los torneos
nacionales, llegó a ser uno de los equipos más exitosos del futbol cubano tanto
en el futbol amateur como en profesional.
También
en Marzo se inauguran en la Habana los II Juegos Centroamericanos y para este
torneo se conforma por primera vez una selección nacional que quedó integrada
de la siguiente manera: Ricardo “Zamorita” Mas, Rafael Gómez, José M. González,
Manuel “Bebito” Villaverde, Luis Casanova, Vicente Rodríguez, Pedro Ferrer,
Enrique Ferrer, Mario López, Antero Valdés, Antonio García, Enrique Fernández,
Aurelio González, Rolando Rosillo, Gabriel Becerra, Ignacio Pérez, Luis Toth y Ángel
Martínez.
El
16 de Marzo en el Gran Stadium Cerveza Tropical, totalmente abarrotado, los
Gallos Cubanos enfrentaban a la selección de Jamaica en el primer partido
internacional de una selección cubana de futbol.
Fueron los
jamaiquinos los primeros en salir al verde gramado del estadio tropicalino, con
pantalonetas negras y camisetas azules y blancas los visitantes rompieron
pronto la formación con la que habían hecho su ingreso para dirigirse hacia una
de las porterías para estirar sus músculos.
Tocó entonces
el turno del seleccionado nacional, que con pantaloneta azul y camiseta roja,
con el escudo en el pecho se desplazó por toda la pista atlética hasta llegar a
la línea central donde se formaron y saludaron al público, al cual se sumaría
el equipo jamaiquino bajo una estruendosa ovación.
Bajo la
dirección del árbitro central Salvador González y la supervisión de los
auxiliares Conrado González (Cuba) y McDonald (Jamaica) se efectuó el sorteo
del terreno, ganado por Cuba que prefirió dejar el balón a los visitantes.
Ante una
Jamaica que alineó con Parkinson en la puerta, Royes, Smith y Junor en la zona
baja; V.A. Sasso y Cawley en la medular y Carbin, Sasso, Crucley, McRenzie y
Peno al frente; el trío de entrenadores cubanos (Antonio Orobio, Martín
Santos y Gonzálo Piñeiro) mandó a Zamorita Mas bajo los tres palos, Mexicano,
Gómez y Gallego en el sector defensivo, Ocha y Bebito en el medio dándole
la responsabilidad de hacer los goles a los hermanos Ferrer (Pedrito y
Enrique), Ñico, Neno y al gran Mario López.
El capitan de Jamaica (Mckenzie) y el de Cuba (Pedrito Ferrer) se saludan antes del inicio del partido |
Los visitantes
reaccionaron y buscaron responder logrando un disparo sobre el pórtico cubano,
que Zamorita controló sin problemas.
Cuba comenzó a
carburar mejor a partir de ese momento, con un juego más dinámico, de conjunto,
con pases milimétricos buscando a sus extremos como fórmula para quebrar la
resistencia jamaiquina, sin embargo la delantera cubana se volvía en un rosario
de errores malgastando llegada tras llegada al frente del marco rival
provocando la angustia en los presentes.
Jamaica buscó
responder en base a su rapidez y a disparos desde lejos que Zamorita logra
controlar, sin embargo a pesar de las escaramuzas el cerco cubano se aprieta
sobre el arco rival y tras la fiesta de ¡ummms! por los casi gol llegó el grito
esperado.
A los 25
minutos, Bebito recupera un balón en la media cancha y se lo da a Ñico, para
que el extremo corra por toda la línea de banda y busque a Neno, su interior,
quien habilita a Mario que esta vez no perdona y manda la de gajos al fondo de
las piolas para el uno a cero y el Primer Gol Internacional de la Selección
Nacional.
Los visitantes
parecieron resentir el gol y poco o nada mostraron a partir de entonces
convirtiendo a Bebito en dueño y señor del medio campo, cortando cualquier
intentona de avance y suministrando balones a Pedrito y Neno que continuaron su
rosario de fallas.
Cuba se marchó
al entretiempo con un 1-0 corto, pero de regreso a la cancha puso de inmediato
las cosas en orden, apenas había transcurrido un minuto de juego cuando el
árbitro castiga a los visitantes con un golpe franco, Pedrito recibe el balón y
se lo sede a Mario que de cabeza pone el 2-0, para alegría y tranquilidad de
los presentes.
Misma que
desaparecería minutos más tarde cuando un error de Zamorita propicia el
descuento visitante. Jamaica intenta un ataque a gran velocidad y el cancerbero
cubano, busca despejar el balón con la pierna, pero intentando de que su
rechace no pegue en el delantero rival, con la mala suerte de fallar en su
intento, propiciando que el balón termine en las redes cubanas para el 1-2.
El gol motivó a
la visita, que volvió a levantar en su juego pero también aumentó su juego brusco,
con entradas duras no sancionadas por el juez central y que provocaron la
salida de Pedrito, que no pudo regresar, y que tuvieron también como
blanco a su hermano Enrique y al goleador cubano de la tarde: Mario
López.
Por su parte
Cuba pareció caer en un marasmo; Neno se dejó robar impunemente el balón por un
defensor rival cuando parecía tener al guardameta rival a su merced para
fusilarlo y Enrique tiró al poste un gol cantado.
La agonía en
las gradas se expandía con el paso de los minutos al ver que su equipo que no
había resuelto el partido con las múltiples ocasiones creadas se complicaba de
a poco contra un rival ahora crecido y que obligó a Zamorita a lanzarse a los
pies de un delantero rival para evitar la debacle.
El regreso de
Mario y Enrique reavivó al equipo y fue de los botines del primero que surgió
el gol de la tranquilidad. El Olimpista tomó el balón y avanzó desmarcándose de
cuanto jamaiquino intentó detenerlo penetrando en el área rival y cuando todos
esperaban el bombazo, le cedió el balón a Neno, quien con un disparo cruzado
venció a Parkinson para el tres uno definitivo.
Cuatro
días después (20 de Marzo) el rival fue Honduras y los cubanos fueron una
aplanadora sobre el campo de la Tropical al vencer con un claro 7-0 con cuatro
goles de Mario López dos de Rolando Rosillo y otro de Antero “Neno” Valdés. Ese
día los cubanos arrancaban con Enrique Fernández bajo los tres palos, Rafael
Gómez, Aurelio González, Manuel Villaverde, Luis Casanova Ochoa, Vicente
Rodríguez, Pedrito Ferrer, Enrique Ferrer, Mario López, Antero “Neno” Valdés y
Antonio “Ñico” García mientras que los hondureños mandaban a E. Díaz, G.
Argenal, M. Díaz, J. Zuñiga, D. Bustillo, C. Valladares, A. Talbot, A. Sánchez,
A. Randales, M. Ponce, L. Navarro tocándole la responsabilidad de impartir
justicia al tico Salvador González con Conrado González y Pablo Ferré Elías.
El
23 de Marzo se volverían a ver las caras nuevamente cubanos y hondureños
repitiéndose la historia de tres días antes con total y completo control del
juego por parte de los locales ante una Honduras que sólo puso en peligro en
una ocasión a Zamorita en todo el juego aunque si mostrarían la rudeza de su
juego haciendo blanco especial a Mario López quien recibió doble ración
debiendo abandonar el cotejo primero por unos momentos y después tras su
regreso transitorio volver a salir otra vez para ya no regresar.
Los
cubanos formaban esta vez con Zamorita Mas en la puerta, Vicente Rodríguez,
Rafael Gómez, Aurelio González, Luis Casanova Ochoa, Manuel Villaverde, Enrique
Ferrer, Rolando Rosillo, Mario López, Antero Valdés y Gabriel Becerra mientras
que Honduras lo hacía con E. Díaz, G. Argenal, M. Díaz, J, Zúñiga, D. Bustillo,
C. Valladares, A. Talbot, A. Sánchez, A. Randales, M. Ponce, L. Navarro Salvador
González volvía a ser el central acompañado de Conrado González y Pablo Ferré
Elías acompañándole otra vez en la líneas.
A
los seis minutos de juego ya los Gallos cubanos estaban al frente en el
marcador. En un avance por la derecha Enrique manda un centro templado sobre el
marco que Mario trata de cabecear pero falla llegando por detrás de él Becerra
que manda el cuero al fondo de las redes.
Tras
el gol la delantera cubana siguió metiendo presión sobre el marco rival con
Neno en una tarde para el olvido desperdició un sin fin de oportunidades y lo
que pudo terminar en una mitad de muchos goles cerró con apenas con el 1-0 a
favor de los de casa.
La
segunda parte arranca como la primera y casi apenas desde el vamos Neno se
conecta con Rosillo que le transfiere el balón a Enrique y el winger dispara a
puerta venciendo a Zuñiga para el 2-0 a favor de los locales.
No
hubo tiempo para celebrar en las gradas y de recuperarse el equipo hondureño
del segundo gol porque casi inmediatamente después del saque desde el centro
del terreno Cuba recupera el balón hacen una gran corrida que le permite a
Enrique a llegar con opciones de disparo al área rival y sin pensarlo dispara
cruzado para el 3-0 a favor de los gallos y el gozo de los presentes.
Becerra
conseguiría el 4-0 tras recibir pase de Ochoa, se interna entre la defensa
rival y cuando el portero sale a cerrarle el disparo el delantero cubano
resbala aun así desde el suelo logra hacer contacto con el balón y mandarlo al
fondo de las redes.
Enrique
completaba su Hat Trick con el que sería el quinto gol para los Gallos, Rosillo
disparó desde lejos y Zúñiga despejó mal el balón dejándolo a los pies de
winger que no desperdició el regalo y marcó sin problemas
Llegaría
el partido frente a los ticos, el más esperado del torneo y cuyo ganador
apuntaría a llevarse el título del torneo, el 30 de Marzo ante una delirante
concurrencia que abarrotó el Gran Stadium Cerveza Tropical, según reportes unas
10 000 almas, que vieron a los equipos alinear con Manolo Rodríguez, “Papas”,
H. Saborío, M. Montero, R. Bermúdez, G. Coto, H. Bolaños, E. Solera, Macho
Madrigal, B. Morales, S. Soto por Costa Rica y Zamorita Mas, Ignacio Pérez,
Rafael Gómez, Luis Toth, Luis Casanova Ochos, Manuel Villaverde, Enrique
Ferrer, Rolando Rosillo, Antero Valdés, Ángel Martínez, Antonio “Ñico” García
El
jamaiquino McDonald fue el encargado de pitar el encuentro ayudado por el
cubano Jesús Hermo y el también tico Salvador González.
Son
los costarricenses los que arrancan con más fuerza y atacan pronto el marco
cubano obligando a Zamorita a hacer un par de atajadas en menos de 5 minutos,
Cuba no logra soltarse y Zamorita debe esforzarse nuevamente tras un tiro de
esquina, y tras un amague cubano Costa Rica responde con un potente disparo de su
interior izquierdo que pasa besando el larguero.
En
los primeros 15 minutos, donde los costarricenses dominaron completamente Cuba
sintió la falta de Mario López y a Pedrito Ferrer, sus mejores jugadores del
torneo hasta ese momento y que habían quedado fuera por estar lastimados.
Recién
a los 20 minutos el onceno de casa empieza a encontrarse sobre el terreno de
juego, su sector defensivo comienza a contener mejor los avances rivales y la
media y delantera empiezan a mejorar sus combinaciones y es así que por primera vez levantan al
público. Neno y Rosillo se combinan en una serie de pases dejando burlando la
marca tica, Rosillo dispara a puerta pero el cuero sale desviado.
El
partido gana en intensidad y los ticos ganan un córner en su próximo ataque, el
cobro es rechazado por Zamorita con los puños iniciando el contragolpe cubano
que lleva peligro hasta el marco adversario y que no cristaliza en gol por la
indecisión de Neno.
Donde
las toman las dan y Costa Rica volvió sobre el marco de Zamorita que se enreda
con el interior izquierdo y el centro delantero tico tratando de evitar el gol
pero Macho Madrigal le gana el mano a mano y manda el cuero al fondo de las
redes provocando la ira de Zamorita, corría el minuto 23.
El
gol no enfría a los Gallos locales que buscan el empate, Ñico lo intenta pero
su disparo se va por fuera, a los 29 minutos nuevamente Ñico lo intenta pero
desde posición antirreglamentaria y un minuto más tarde Neno le sirve de cabeza
un balón a Ñico que otra vez desperdicia.
El
gol tocaba a la puerta tica y llegó a los 37 minutos, disparo de Neno que
Manolo Rodríguez rechaza dejando el cuero para Ñico que esta vez no perdona y
marca con disparo cruzado provocando la explosión en las graderías y que muchos
perdieran sus sombreros lanzándolos desde las gradas en muestra de júbilo.
En
el campo los dos equipos sienten el efecto del gol y los cubanos se lanzan
sobre la meta contraria, obligando a la defensa tica a replegarse y a
esforzarse más a fondo, Neno tiene una posibilidad inmejorable de marcar cuando
queda solo frente al arquero pero falla ante Manolo Rodríguez.
Cuba
arrecía y Enrique se combina con Martínez y este deja sin opciones al meta
costarricense poniendo el 2-1 a favor de los locales.
Con
la ventaja a su favor los cubanos jugaron más tranquilos en la segunda parte con
destaque para Ochoa, el moreno medio centro se multiplicó por todos lados al
punto de ser considerado como el mejor del juego por los reportes periodísticos
de la época. Perdieron los gallos muchas oportunidades de marcar y de asegurar
un partido que estuvo a punto de empatarse a los 36 de la segunda mitad cuando
un disparo del interior izquierdo tico reventó el poste de Zamorita.
Con
el partido terminándose Macho Madrigal le pega un patadón a Toth derribándolo lo
cual motivó su expulsión camino a los vestuarios varios espectadores trataron
de agredirlo lo cual obligó a la intervención de la policía.
Sin
embargo la cosa no terminarían ahí y tras terminar el partido un grupo fue en
busca de Madrigal para agredirlo lo cual generó la respuesta de compañeros y
amigos del tico armándose una verdadera batalla campal que tuvo que ser
dispersada nuevamente por los agentes policiales.
La
derrota y los incidentes durante el juego no sentaron bien en la delegación
tica que enviaron una carta de protesta a los organizadores del certamen:
Habana, 1 de Abril de 1930.
Señor Presidente de la Junta de los Segundos Juegos
Centroamericanos, de Cuba
Habana
Muy Señor mío:
En
nombre de los Deportistas de Costa Rica que tengo la honra de presidir, y en el
mío propio, y con instrucciones de la Directiva de nuestra Federación, vengo de
manera respetuosa a manifestar:
En
el partido celebrado el 30 de Marzo pasado nuestros jugadores y miembros de la
Delegación, como el señor Delegado del Gobierno don Jaime G. Benneti, fue
objeto de un atropello por parte del público simpatizador de este país, y de
algunos jugadores y atletas de Cuba – que ostentaban la insidia olímpica de
esta nación – y algunos de los costarricenses salieron lesionados por objetos
lanzados por ese público. Al promoverse el disturbio, excepto los señores
Francay Barrera, se puede decir sin temor a equivocarse que con excepción de
algún que otro cubano, el resto no se prestó a nuestra defensa.
La
falta cometida por nuestro jugador Madrigal, fue sancionada por el juez y este
obediente salió del campo, y no conforme el público todavía se lanzó de las
tribunas en actitud agresiva contra él, y contra los compañeros, promoviéndose
el grave escándalo que ya esta Junta conoce.
La
hostilidad de algunos órganos de la prensa de este país en materia deportiva,
la falta de cortesía de los atletas, nuestra mala atención recibida en
Tiscornia, desde nuestra llegada al país, se puede decir no ha variado y nuestro
lema había venido siendo el silencio por disciplina deportiva: pero, con vista
de la agresión del domingo 30, nos vemos obligados a romper nuestro silencio y
venir a protestar enérgicamente de la falta de cortesía para una agrupación
visitante, por el buen nombre del deporte.
Consideramos
que si se nos negara la razón sería sentar un mal precedente para las futuras
competencias, si es que estas pudieran llevarse a cabo, y estoy seguro que
nuestra agrupación deportiva tendría que renunciar definitivamente a estas
justas.
La
parcialidad manifiesta del Delegado de la Federación Internacional, en el
partido de ese día, tiene nuestra especial censura, porque dado su carácter de
juez, no debió permitirse hacer indicaciones a los jugadores cubanos y al juez de
campo, en beneficio directo del determinado equipo. Y nuestra queja la haremos
llegar hasta la Directiva de la Federación Internacional de la cual somos
afiliados.
Como
nuestra agrupación ha ostentado varias veces el título de olímpicos, fieles a
las reglas que rigen los deportes, manifestamos que nuestros equidistas
seguirán presentándose para cumplir nuestro juramento dado en el Estadio La
Tropical ante esa Honorable Junta; pero nos vemos obligados a declinar todo
otro honor que se nos quiera dispensar.
Con
muestras de mi respeto para los señores que componen esa Junta, me es grato
suscribirme de usted muy atento y s.s.
José Pérez
Jefe de la Delegación Olímpica de Costa Rica
El triunfo de los
cubanos, no estuvo exento de controversia y hubo quienes vieron con malos ojos
la inclusión de dos jugadores naturalizados (Ignacio y Toth) en la lista final
y de hecho fueron estos dos jugadores los mayores blancos de las críticas y
hubo quien los acusara de todos los errores de la selección en el encuentro contra
Costa Rica.
Una de las voces más críticas
fue la de Secades, reportero del Excelsior, que el 27 de Marzo publicaba: “¿Por qué ha de alinearse a Toth, cuando la
línea de medios que hasta ahora ha jugado lo ha hecho a las mil maravillas? Y
mientras haya estrellas del patio, ¿por qué presentar extranjeros, que pueden
tener toda la voluntad que se quiera, pero que no tienen nunca el derecho del
criollo que con el más sano de los amores quiere y debe vestir el uniforme de
la patria?...
Ante las críticas
recibidas por parte de la prensa nacional el trío de entrenadores que dirigían
el seleccionado cubano: Antonio Orobio Campa, Martín Santo, Gonzalo Piñeiro
renunciaron a la dirección del mismo por lo que el escocés William A. Campbell
debió hacerse cargo del mismo para el partido del cierre frente a El Salvador.
El encuentro efectuado el 1 de
Abril en el Gran Stadium Cerveza Tropical fue dirigido por el costarricense
Salvador González, quien estuvo secundado por los cubanos Pablo Ferré Elías y
Conrado González.
En busca de su primer trofeo
internacional la selección cubana saltó a los terrenos del Gran Stadium de la
Tropical con Zamorita Más bajo los tres palos, Ignacio Pérez, Rafael Gómez, Manuel
“Bebito” Villaverde, Luis Toth, Luis Casanova Ochoa, Enrique Ferrer, Rolando Rosillo,
Antero “Neno”, Ángel Martínez y Antonio “Ñico” García, mientras que los
Salvadoreños formaron con C. Cañas, S. Bengoa, P. Calderón, A. Ordoñez, M. González,
S. Herrera, G. Marroquín, E. Cuellar, M. Trello, J. Méndez
Conocedores de la importancia
del partido los cubanos no dieron chance a los salvadoreños y controlaron el
partido desde el mismo inicio desbordando a sus rivales prácticamente en todas
sus líneas y encontrando a Neno, quien había tenido un pésimo día frente a Costa
Rica, en una excelente forma. Fue este quien pondría los dos primeros goles
cubanos, el primero tras recoger un rebote del portero salvadoreño que no había
podido contener un disparo de Martínez mientras que el segundo lo conseguía al
rematar excelentemente un tiro de esquina cobrado por Ñico.
Sería Martínez quien
consiguiera el tercero para los “gallos” cubanos al rematar muy bien un centro
preciso de Enriquito.
Justo antes de terminarse el
primer tiempo se castigan unas manos cerca del área penal cubana y Trello lo
ejecuta con precisión pero Zamorita logra evitar la caída de su meta con una
excelente intervención.
A los pocos minutos de
reiniciarse el segundo tiempo el centro delantero salvadoreño Cuellar logra
desbordar a la defensa cubana en una espectacular esprintada, no teniendo, la
retaguardia cubana que derribarlo dentro del área cuando ya se disponía a
disparar, el colegiado del encuentro pita pena máxima que es muy bien cobrada
por el capitán cuzcatleco para el 1-3 parcial.
Cuba responde por medio de
Ochoa que habilita a Martínez quien remata a puerta sin que el balón logre
pasar el mar de piernas frente la misma, sin embargo la esféride caprichosa
vuelve a caer en los pies del oriental que esta vez no perdona para el 4-1 a
favor de los locales.
Sin embargo el segundo gol de
Martínez lejos de aminorar a los visitantes, les da ánimos y por un momento
levantan su juego y logran poner en jaque a la selección cubana que se defiende
en gran manera. En medio del dominio salvadoreño aparece el quinto gol cubano,
Martínez, otra vez Martínez, centra para Rosillo que manda el cuero al fondo de
las piolas.
El Salvador se lanza en busca
del descuento y en una escapada su interior izquierdo logra sacar un fuerte
disparo que se le escapa de las manos a Zamorita y es aprovechado por Marroquín
para poner el segundo gol de los visitantes y último del encuentro.
Equipo cubano Campeón de los Juegos Centroamericanos de La Habana |
En medio del júbilo por la
obtención del Título Centroamericano, el 3 de Abril la Asociación de Foot-Ball de la República de
Cuba toma la decisión de no inscribir al equipo nacional en la Copa del Mundo
de Uruguay 1930 al no haber
sido posible obtener el concurso de las Federaciones Provinciales para
compaginar intereses de las mismas con dicho propósito.
Para celebrar el triunfo
conseguido los Presidentes de los Clubs de la Primera Categoría decidieron
organizar, para el 6 de Abril, una jornada de homenaje a los Campeones la cual
tendría como plato fuerte un partido entre un equipo conformado por jugadores
del Iberia y el Cataluña y otro conformado por los del Centro Gallego y El
Fortuna
El día señalado y a pesar de
la lluvia, fueron muchos los que se reunieron en el Gran Stadium Cerveza
Tropical para brindar justo reconocimiento a los flamantes campeones.
Como preámbulo al partido de reconocimiento
se efectuó uno entre el equipo de la Universidad de La Habana, que hacía su
reaparición en el ambiente futbolístico nacional y el Luyanó FC, equipo de la Segunda
División.
Tabernero, Peña, Gómez, Vigo,
Caveda, Simón, J. Noble, E. Noble, Bordón, Martínez y Ñico formaron el once inicial por el equipo
de la escalinata, mientras que Caicoya, Madrileño, Zamerano, Alonso, López,
López, Guardia, Rojas, Weidner, Nicolás, Rafaelito, Blanco lo hacían por el conjunto
de Luyanó, todos bajo la dirección de Hermo que actuó como central
Los Caribes sorprendieron con
un excelente juego y pusieron en aprietos al equipo de Luyanó que vieron como
su portero Caicoya se convertía en la figura de su equipo y los salvaba de una
derrota. Fueron los muchachos del Alma Mater los encargados de abrir el
marcador en el segundo tiempo cuando el seleccionado nacional Ñico mandó el
balón al fondo de las redes, sin embargo la victoria se le escapó a los Caribes
en los minutos finales cuando el centro delantero del Luyanó, Nicolás, ponía el
gol del empate.
Concluido el encuentro, la
banda Militar del Distrito Columbia abrió el desfile seguida por la selección
cubana Campeona de los segundos Juegos Centroamericanos y tras ellos los
dirigentes del futbol nacional y habanero entre los que se encontraban el
Doctor Julián Modesto Ruiz, el Licenciado Díaz Pereiro, García Tenreiro,
Ignacio Montalvo, William A. Capbell, Eduardo Piñeiro, Girona (Presidente del
Cataluña), Higinio González Mayo (Presidente de Honor de la Federación de La
Habana), Julio Blanco Herrera (Director de la Cervecería Tropical) y Martín
Santos (ex-entrenador del equipo cubano de futbol) y cerrando el desfile los
equipos Real Iberia, Fortuna, Olimpia, Cataluña, Centro Gallego, Europa, P.
Fernández, Luyanó FC y Universidad.
Tras los actos protocolarios
saltaron a la cancha los dos combinados para el partido del cierre, el
combinado rojo (Cataluña – Real Iberia, el color usado fue el del Cataluña)
conformado por Vidal – Charles, Enrique, Pechugita, Gascón, Roselló, Enriquito,
A. Galcerán, Edelmiro Lorenzo, O’Donell, Panchito mientras que el Combinado
Blanco (Fortuna – Centro Gallego, usando el color del Centro Gallego) estuvo
integrado por Lamas, Miró, Carlos Díaz, Castillo, Rey, Weiss, Tomás, Hassanien,
Arturo, Strauss y Saavedra. ARBITRO: Ferré Elías, ayudado por Castro y Llano
A los seis minutos de se
produce el primer ataque del conjunto blanco, Arturo y Saavedra se combinan en
un ataque por el centro y el segundo suelta un fantástico disparo que va a incrustarse
al fondo de las redes para el primer gol blanco.
Los rojos reaccionaron de
inmediato llevando peligro a la zona defensiva blanca, pero allí Miró y Carlos
García se las ingeniaban para rechazar los ataques, lo cual convirtió los
primeros 10 minutos del encuentro en un constante ir y venir con peligro en
ambas puertas.
Tras los cuales los blancos
comienzan a hacer del control del partido y a inclinar la cancha hacia el
sector defensivo rojo, gracias a constantes desbordes por la derecha y el centro.
Strauss pone a prueba a Vidal con un disparo raso, pero el meta Rojo logra
contenerlo, solo hasta las postrimerías del primer tiempo llega una nueva oportunidad
para los blancos cuando Carlos Días cobra un tiro libre desde las cercanías del
área de penalti del equipo Rojo, pero el Iberista Edelmiro logra sacar el
peligro con un cabezazo.
A los doce minutos de la
segunda parte Strauss aprovecha un centro de Tomás para vencer a Vidal con
excelente remate y poner el 2-0.
El dominio blanco se
generaliza y los medios del conjunto rojo se muestran desorganizados a
excepción de Enriquito que se luce haciendo esprintadas veloces que llevan
peligro a la zona defensiva blanca, donde Carlos Días se multiplica para
contener las mismas. En una de esas escapadas, recibe un pase de Edelmiro y al
tratar de rematar golpea a Lamas que había salido a su encuentro, el árbitro no
se percata de la situación y deja seguir el juego, Enriquito pone en juego el
balón, que había salido, con rapidez, Galcerán recoge el balón y se lo
transfiere a Edelmiro que bate a un Lamas que aun no se recuperaba del
encontronazo.
Terminando así el encuentro
con la victoria de los del Centro Gallego – Fortuna
Por su parte el combinado
sub-campeón del torneo centroamericano, Costa Rica participó en Campo Armada en
la fiesta del equipo Hispano América, tras suspenderse el partido contra
Guatemala, que se había planificado, debido a la partita de los chapines, los
ticos se mezclaron con los jugadores del equipo hispanófilo para formar dos
equipos y desarrollar el partido que terminó con un empate a un gol.
Para no quedarse atrás en la
Cancha de La Polar los muchachos del Juventud Asturiana también organizaron su
fiesta, y si bien se quedaron esperando a la selección de Guatemala, y que el
estado en que dejó la lluvia, el terreno de juego impidió que se efectuara el
encuentro entre los equipos femeninos que se había planeado para dar inicio a
las celebraciones, no pudo evitar que los equipos Santander y Templete de la
segunda división jugaran el suyo, y que terminara en un empate a cero, ni
tampoco que los Toros vencieran en el encuentro del cierre a una selección de
jugadores de equipos de segunda división.
Los asturianos lograron una
clara victoria (3-0) gracias a los goles de Pepe, desde el punto penal y dos de
Avelino, los equipos alinearon de la siguiente manera. SELECCIÓN:
Perico, Máximo, Meana, Fernández, Mortera, Egusquiza, Manolín, Carnota,
Carrascal, Cuartas, Coto JUVENTUD ASTURIANA: Amador, Constante, Goyo,
Marianao, Janozzo, Mieres, Leiva, Pepe, González, Avelino, Delmonte .Máximo y
González, fueron expulsados por el árbitro Conrado González
El
8 de Agosto parte para suelo costarricense el Fortuna SC, el grupo formado por Ricardo Mora “Zamorita” como portero, Carlos Díaz y Benito Miró en la
defensa, Antonio López “Ñico”, Lajos Strauss, Blas Ventureira como medios y
Sergio Alonso, Aniceto Barros, Ángel Gisleno, Arturo González, Istvan Löchner
“Pipa”, Kramer Lysot, Mariano Rodríguez “Pipa II” y William Weidner como
delanteros llegaría a territorio tico seis días después.
Con apenas tres
días para recuperarse del viaje el conjunto habanero saltó a la diez de la
mañana de Domingo 17 de Agosto a la grama del Estadio Nacional de San José para
enfrentarse al SG Española, equipo que terminaría llevándose el triunfo con
marcador de tres goles contra uno, con Solera y Morera (en dos ocasiones)
anotando por los locales y William Weidner salvando la honrilla por los
visitantes. El árbitro del encuentro fue el Señor Eduardo Garnier Ugalde.
Una semana más
tarde (el 24 de Agosto) en el mismo recinto y a la misma hora los cubanos
enfrentaron al Orión FC en partido que terminaría con empate a tres goles con
Herrera y Hütt (en par de ocasiones) anotando por los del Orión, mientras que
por el Fortuna emulaba la labor de Hütt, el tercer gol iría a la cuenta de
Aniceto Barros. El colegiado del encuentro fue Salvador González Villavicencio.
A las diez y
media de la mañana del Domingo 31 de Agosto, los muchachos del Fortuna se veían
las caras con su mayor verdugo durante su gira de 1926, el CS Herediano. Y
aunque la victoria fue por la mínima (1-0) gracias al gol de Arturo González,
la misma fue como un bálsamo para el herido orgullo del Fortuna que no olvidaba
aquellas goleadas del 26.Enrique Sancho llevó las riendas del encuentro.
El cuarto rival del equipo
habanero fue la Liga Alajuelense, que el 7 de Septiembre, en el Estadio
Nacional le endosaba la segunda derrota de la gira al equipo Fortunato. El
marcador esta vez fue de 4-2 con Bolaños marcando dos goles por los locales,
Morera añadiría otro mientras que el cuarto era obra Carlos Díaz en propia
puerta. Istvan “Pipa” Löchner y Mariano Rodríguez se encargaban de anotar los
goles cubanos, dirigió el partido Eduardo Garnier Ugalde.
No
podía faltar el encuentro contra el eterno rival: El Club Libertad y el mismo
se efectuó el 14 de Septiembre.
En
el partido dirigido por Salvador González los locales formaron de la siguiente
manera: Carlos L. Ulloa – Arturo Alfaro (refuerzo de la
Liga), Humberto Saborío – Ricardo Bermúdez, Jesús Rojas (refuerzo del Gimnástica),
Braulio Valverde – Hernán Bolaños, Rafael A. Madrigal, Alejandro Morera
(refuerzo de la Liga), Salvador Soto (refuerzo de la Liga) y Salvador Tabasch.
Mientras que el Fortuna lo hicieron con: Ricardo Mora – Benito Miró, Carlos
Díaz – Antonio López, Lajos Strauss, Blas Ventureira – Aniceto Barros, Ángel
Gisleno, Arturo González, Istvan Löchner, Kramer Lysot.
El encuentro fue mi cerrado y
al final los costarricenses se llevaron la victoria tres goles por dos gracias
a los goles convertidos por Hernán Bolaños (en dos ocasiones) y Alejandro
Morera, por los habaneros Pipa Löchner y Aniceto Barros enviaban el cuero al
fondo de la meta tica.
En el penúltimo juego de su
gira, el 21 de Septiembre en Cartago, el Fortuna peloteó al CS Lusitana y lo
venció con un claro 9-0 en un partido dirigido por Károly Katzer y en el que al
parecer los cubanos se gastaron los goles que le quedaban para esta gira, pues
en el partido del adiós, el 28 de Septiembre, en el Estadio Nacional empataron
a cero goles con el Orión FC.
Con
el gran José Nazassi en sus filas llegaba a la Habana ese mismo año el conjunto
uruguayo Bella Vista para realizar una serie de tres juegos frente a clubs
cubanos. Los charrúas ganaban su primer juego 3-1 frente al Iberia, empataban a
un gol con el Olimpia y cerraban la serie con una victoria de 2-1 frente a los
Toros del Juventud Asturiana.
A
finales de ese año es el Vélez Sarsfield argentino llega a nuestra capital con
un conjunto que incluía entre otros grandes jugadores a los subcampeones
mundiales Fernando Paternóster, Francisco Varallo y Alberto Chividini, así como Bernabé “la
Fiera” Ferreira, uno de los más prolíficos goleadores sudamericanos de los años
30, quienes procedían de otros clubs
pero que fueron llamados como refuerzos para la gira americana, lo mismo que
Carlos Volante de Platense, el arquero Gerónimo Díaz de Newell’s y Agustí
Peruch también de Newell’s.
En
la Habana el conjunto sudamericano se enfrentó primeramente al Juventud
Asturiana al que venció con marcador de tres goles contra uno. Después derrotó
tranquilamente al Fortuna con marcador de 6-0 y cerró su estancia en Cuba con
otra victoria esta vez frente al Centro Gallego con marcador de 3-0.
También
en 1930 nos visitan el MTK de Hungría y el Marte de México y por primera vez se
consagra Campeón Nacional un equipo del interior del país, honor que le tocó al
Deportivo Español de Santiago de Cuba que venció a los roji-blancos del
Juventud Asturiana.
En
diciembre el Iberia embarca rumbo a México para una serie con equipos de ese
país, formaban la comitiva los porteros Juan José Ayra, Ricardo “Zamorita” Mas
así como los jugadores de campo: Manuel Chorens, Benito Miró, Enrique Luhn,
Juan “Arenas” Vázquez, Manuel Requeira, Pedro Manuel “Veneno” Berges, Héctor
Socorro, José Tomás Fernández, Gonzalo Lorenzo, Tomás Castro, O’Donnell,
Francisco “Panchito” Álvarez, Arturo Galcerán y el español Gaspar Rubio.
El 20 de Diciembre en el
Parque Necaxa en el Distrito Federal tienen un debut poco azaroso frente al
América equipo contra el que cae con marcador de 3:4. Los goles de Miguel
Giralt en un par de ocasiones, Roberto Gayón y el penal de Alfredo Sánchez
hicieron inútiles los goles de O’Donnell, Tomás Castro y el autogol Rafael Garza.
Ricardo Mas, Benito Miró,
Manuel Chorens, Juan Vázquez, Manuel Requeira, Pedro Berges, Tomás Fernández,
Gonzalo Lorenzo, Tomás Castro, O’Donnell, Francisco Álvarez conformaron el once
Iberista frente al América que alineó con Rafael Navarro. Alfredo Garzón,
Rafael Garza, Pérez, Alfredo Sánchez, Francisco Ledesma, Barra, Roberto Gayón,
Miguel Giralt, Juan Carreño, Juan Terrazas bajó la dirección de Germán Núñez.
Cinco días después se medirán
al Germania en el Parque Asturias del Distrito Federal, al que derrotaban con
marcador de dos goles a uno, Noreña marcaba en propia puerta para adelantar a
los cubanos, Suárez empataba el encuentro pero Tomás Castro desde el punto de
penal dejaba el marcador con números definitivos.
Bajo la dirección del central
Vicente Rubio el conjunto cubano alineaba con Ricardo Mas, Enrique Luhn, Manuel
Chorens, Juan Vásquez, Manuel Requeira, Pedro Berges, Tomás Fernández, Gonzalo
Lorenzo, Tomás Castro, O’Donnell y Francisco Álvarez mientras que el Germania
formaba su once con Raúl Álvarez, Pinilla Amargos, Cacharro, Jorge Nack,
Alfredo Ávila, Noreña, Aníbal Labrador, José Voldrack, Gaspar Rubio (quien si
bien había viajado con el Iberia para reforzarlo, buscaba un equipo en México
un equipo que lo contratara por lo que también jugó para los equipos que
mostraban interés en él) , Ruiz, Suárez.
El
mismo recinto albergaba nuevamente al Iberia dos días después (el 27 de
Diciembre) para que se midiera al Atlante, nuevamente fue Zamorita Más el
encargado de defender el marco cubano, Benito Miró, Manuel Chorens, Juan
Vázquez, Manuel Requeira, Pedro Berges, Héctor Socorro, Gonzalo Lorenzo, Arturo
Galcerán, O’Donnell, Francisco Álvarez completaron el once Iberista, por su
parte el local colocaba en el terreno de juego a Luis Garfias, Manuel Rosas,
Enrique Galán, Pérez, Gutiérrez, Felipe Rosas, Fernando Rojas, Gabriel
Olivares, Dionisio Mejía, Juan Carreño y Felipe Olivares tocándole a Browers la
responsabilidad de impartir justicia.
Serían los locales los que
abrían el marcador, a los 10 minutos de juego, Nicho Mejía en un avance
personal se quita a sus marcadores y con un disparo colocado al ángulo envía el
cuero al fondo de las redes para el 1-0.
El equipo cubano empieza a
mostrar un mejor juego al que hasta ese momento había desarrollado en la serie
y comienza a desarrollar sus ataques sobre el marco local, aunque estos son
contenidos por los defensores atlantistas y en última instancia por el portero
Garfias llegándose al medio tiempo con marcador de 1-0.
Arranca la segunda mitad y
ambos equipos se muestran desorganizados y se comparten el dominio del balón,
es en uno de los contantes cambios de posesión que Héctor Socorro se hace del
balón y avanza a toda velocidad sin que galán pueda contenerlo se adentra a el
área y de un potente tiro empata el encuentro.
El gol desconcierta a los
locales y le da más vida al Iberia que se hace del control del partido y a base
de pases largos lleva peligro al área rival, el Atlante trata de reaccionar
pero usando la misma técnica de pases largos con los que el Iberia se siente
más confortable lo que hace menos complicada la labor defensiva de los cubanos
que vuelven a marcar, y es otra vez es Socorro el encargado de inflar las redes
adversarias.
El Atlante trata de reaccionar
y busca regresar a sus pases cortos y rasos con lo que logra de a poco mejorar
su juego volviendo el partido más intenso y acercándose nuevamente al marco de
Zamorita que está a punto de ver caer su marco cuando un excelente pases de
Carreño le llega a Rosas que cucharea el balón pero este se va desviado.
El tiempo se acababa para los
locales y cuando el público presente empezaba a asumir la derrota, aparece el
Trompo Carreño con un disparo fuerte, a tres minutos del final para empatar el
partido. Dos – Dos, final.
1931
No
tuvieron los integrantes de la delegación Iberista mucho tiempo para celebrar
la despedida del año 1931 ya que el primero de Enero en el Parque Asturias se
medían al Argos equipo que los derrotaba con marcador de 2-1. El jovencito Juan
José Ayra (18 años en esos momentos) recibía su primera oportunidad en la gira,
para defender el marco cubano, aunque no terminaría el partido siendo
sustituido por el experimentado Zamorita. Manuel Chorens y Benito Miró
volvieron a ser la pareja de centrales; Manuel Requeira, Arturo Galcerán y Juan
Arenas conformaron la media, dejando el ataque para Francisco Álvarez,
O’Donnell, Tomás Castro, Gonzalo Lorenzo y Héctor Socorro.
Aurelio Rivera, Fernández
Casillas, Nieves Hernández, Ignacio Ávila, Lauro, Miguel Altorre, Rodríguez,
Gaspar, Rubio, Hilario López y Rojas conformaron el once del Argos que supo
remontar el gol de O’Donnell y llevarse el triunfo gracias a los goles de
Rodríguez y Rubio. Vicente Rubio sería el encargado de impartir justicia.
El 3 de Enero regresaban al
Parque Necaxa para enfrentarse al equipo del mismo nombre. Mas, Chorens y Miró
volvieron a conformar el trío de atrás, Luhn regresó a la alineación para
unirse en la mitad de la cancha a Requeira y Pedrito Berges. Galcerán,
Francisco Álvarez, Tomás Fernández, O’Donell y Gonzalo Lorenzo conformaron el
quinteto atacante.
Con Vicente Rubio impartiendo
justicia los necaxistas alinearon a Ernesto Pauler, Roberto Nadal, Neumeier,
Pastrana (sustituido por Sardina López), Marcial Ortiz, Guillermo Ortega (quien
sería expulsado), José Ruvalcaba, Bernal (Sustituido por Pepe Ruiz), Luis
Pérez, el peruano Julio “el Teniente” Lores y García.
Los cubanos toman el control
del partido aprovechando la desorganización de los locales aprovechando su
juego rápido y buena colocación de sus jugadores, a los 34 minutos un Tomás
Fernández remata raso y cruzado un centro desde la derecha y adelantaba a los
Leones.
El Necaxa hace sus dos cambios
pero no tienen tiempo de influenciar en el desarrollo del partido ya que apenas
habían transcurrido dos minutos de la segunda mitad cuando Pedro Berges con
otro disparo raso deja sin opciones a Pauler y pone el marcador 2-0.
Con ese marcador y el claro
dominio Iberista el conjunto local se dedicó a usar el hacha y repartir leña a
los jugadores cubanos y Guillermo Ortega fue expulsado por las entradas
desmedidas a Panchito primero y Berges después.
El juego violento no impidió
que O’Donell quien había estado muy bien en el frente de ataque pusiera el 3-0
cuando ya el público comenzaba a marcharse del Estadio.
Hubo que esperas hasta el 10
de Enero para el próximo encuentro que sería la revancha frente al América esta
vez en el Parque Asturias.
Vicente Rubio que asumiría la
responsabilidad de dirigir por tercer partido consecutivo vio a los equipos
alinear de la siguiente manera por los Leones: Zamorita Mas, Manuel Chorens,
Enrique Luhn, Manuel Requeira, Pedro Berges, Arturo Galcerán, Francisco
Álvarez, O’Donnell, Gaspar Rubio, Gonzalo Lorenzo, José Fernández. Las Águilas:
Rafael Navarro, José Garzón, Rafael Garza, Julio Dueña (quien después daría
paso a Gómez), Pérez (Sustituido posteriormente por José Rosas), Alfredo Ávila,
Félix Gómez, Alberto Muñoz, Miguel Giralt, Carlos Carral y García.
Tal y como en el primer
partido Miguel Giralt se mostraba con el gran verdugo Iberista, a los 10
minutos ya había adelantado al equipo local y a los 25 colocaba el 2-0.
O’Donnell descontaba para el conjunto cubano, Tomás Fernández empataba el
marcador y Gaspar Rubio conseguía el gol que le daba la vuelta al marcador. El
cuarto llegaría otra vez por intermedio de Odennell haciendo el marcador
inalcanzable para los locales que descontarían por intermedio de un penal
cobrado José Rosas.
El 17 de Enero de regreso al
Parque Necaxa para el segundo partido frente al Atlante, Vicente Rubio fue
nuevamente el central del partido y por el Iberia Zamorita Mas, Miró, Chorens,
Arenas, Requeira, Luhn, Gonzalo Lorenzo, Héctor Socorro, O’Dennell, Pedro
Berges y Francisco Álvarez salieron a la cancha para enfrentar al once
atlantista conformado Luis Garfias, Francisco Islas, Ramón Ballina, Rafael
Guiran, Pérez, Felipe “Diente” Rosas, Fernando Rojas, Gaspar Rubio, Dionisio
Mejía, Juan Carreño y Felipe Olivares. Francisco Álvarez adelantaba a los Leones
pero el Diente Rosas igualaba el marcador y daba cifras definitivas al
marcador.
El Asturias que formaría con
Isidoro Sota, Ramón Ballina, Gaspar Rionda, Juan San Sebastián, Antón, Manolín
López (sustituido por Angelín), Torralba, Rodríguez, José Pacheco, Roberto
Gayón y Casal, en el Parque con su mismo nombre sería el próximo rival para los
Leones que alineaban con Zamorita, Luhn, Chorens, Arenas, Requeira, Galcerán,
Héctor Socorro (sustituido por Tomás Fernández), Gonzalo Lorenzo, Gaspar Rubio,
O’Donnell Lorenzo y Pedrito Berges, el 24 de Enero.
Movió el Iberia aunque intentó buscar la puerta contraria
pronto tuvo que esmerarse en el sector defensivo pues el conjunto asturiano
respondió rápidamente y se hizo con el control del partido, fueron 10 minutos
en los que los locales apoyados en San Sebastián en la media Y Roberto Gayón en
la delantera metieron presión al equipo visitante que poco a poco fue
sacudiéndose esa presión y comenzó a dictar los compases del juego.
A los 30 minutos de juego
Ballina comete doble falta sobre Berges que el árbitro a unos metros de la
jugada ve y sanciona a favor de los cubanos, el mismo Berges levanta el free
kick y Gonzalo aprovecha para poner de cabeza el 1-0.
La ventaja duraría poco pues
apenas cuatro minutos más tarde Chorens comete manos dentro del área y el
central marca la pena máxima que Pacheco se encarga de convertir en gol
mandando el partido al descanso con el empate a un gol.
Para la segunda mitad el
conjunto local no pudo controlar el empuje de los Leones y terminó cediendo
terreno primero, y marcador después, Gaspar mandó un pase a Tomás que con gran
rapidez burló a Rionda y cruzó un tiro fuertísimo que Sota no alcanza a ver y
manda el cuero a las redes para lo que sería el 2-1 definitivo.
Al día siguiente la expedición
Iberista se despedía de la afición mexicana con una victoria de 2-1 sobre la
selección Orizaba
En
Agosto de 1931 nos visita el Racing Club de Madrid con la intención de jugar
tres partidos (al final jugaba solo dos al negarse el Centro Deportivo Gallego
a jugar contra el equipo Madrileño). El 24 de Agoto en el Field Club el equipo
visitante es derrotado, en su presentación, por los Leones del Iberia con
marcador de 3-0. Cinco días después los visitantes ganaban con marcador de 3-2
en partido jugado ante una gran concurrencia, que abarrotó las tribunas del
Gran Stadium La Tropical. Los visitantes anotaron en un par de ocasiones en el
primer tiempo a través de Valderrama y Urretavizcaya y agregaron el que sería
el del triunfo en la segunda mitad a través de Morera.
1933
Desde
Chile llega en 1933 el equipo del Audax Italiano, el cual estaba conformado por
Isaías Azzerman, Victorio Steffani, Max Fischer, Nemesio Tamayo, Conrado Welch,
Enrique Araneda, Guillermo Riveros, Guillermo Gornall, Domingo Sepúlveda, Diego
Vega, Enrique Sorrel, Moisés Avilés, Carlos Giudice, Tomás Ojeda, Manuel
Iturrieta, Arturo Torres, Carlos Zorro Vidal, Hernán Bolaños y Oscar Bolaños.
El
equipo andino inició su serie jugando contra el Fortuna equipo al que derrotó
por un gol a cero, después derrotó al Centro Gallego por cuatro goles contra
tres para terminar su permanencia en nuestro país con dos empates, ambos a dos
goles frente al Asturiano y al Juventud Asturiana.
1934
Tras
casi cuatro años de inactividad internacional, la selección nacional, inicia el
1934 envuelta en las eliminatorias mundialistas rumbo al Mundial de Italia
1934. Una eliminatoria en la que los nuestros debieron dirimir su boleto
jugando siempre fuera de casa.
En
la primera fase los cubanos debieron viajar hasta Haití para enfrentar al
cuadro local en una serie de tres juegos. La expedición cubana estuvo comandada
por el ex jugador del Fortuna el húngaro Károly Katzer, Fernando García Mora y
Peter Fernández y estuvo integrada por los porteros: Juan José Ayra y Antonio
García, Francisco Morales, Evelio Morales y Gómez como defensas; Sergio Luis “el
Tigre” Ochoa, Pelayo García, Bebito Villaverde (quien ocupó el puesto de Ángel
Gisleno quien iba a ser parte de la expedición pero se lesionó en una practica
en Santiago de Cuba y quien debió contar con la ayuda de Sr. Manuel García
quien en aquellos estaba al frente de la Federación para conseguirle el permiso
en el banco donde trabajaba ya que en un principio se había negado a liberarlo
para que hiciera el viaje), Ángel Rodríguez y Arturo Galcerán en la media;
Mario López, Enrique Ferrer, Héctor Socorro, Ángel “Chicho” Martínez, Francisco
“Panchito” Socorro, Andrés Rodríguez, Salvador “Indio Buroy” Soto Villegas,
Luis Casanonos y Chicho Echevarría.
Bajo
el mando de un ex fortunista Károly Katzer los nuestros saltaron al terreno del
Parc Leconte de Puerto Príncipe el 28 de Enero para su primera experiencia en
una eliminatoria mundialista.
El
28 de Enero en el Parc Leconte de Puerto Príncipe ante 6 000 espectadores el
equipo cubano salió a disputar su primer partido eliminatorio con el portero de
los Toros: Juan José Ayra, los hermanos Morales (Evelio y Francisco) en la
defensa, ambos del Puentes Grandes, Ángel Rodríguez también de Puentes Grandes,
junto a Arturo Galcerán del Juventud
Asturiana y el Alacrán (Centro Gallego) Sergio Luis Ochoa en el medio. El
capitán Mario López (del Centro Gallego) estuvo acompañado en la delantera por
Enrique Ferrer los Toros asturianos, Héctor Socorro (proveniente del Club
Oriental de Santiago de Cuba), Ángel Martínez y el tico Salvador Soto (el Indio
Buroy).
Apenas
habían transcurrido 10 minutos de juego cuando el capitán de los locales Jean
Joseph se fractura uno de sus brazos y diez minutos más tarde los cubanos se
adelantan en el marcador cuando Mario López marca de penal, lo cual parecía
podía ser suficiente para que los cubanos se llevaran la victoria gracias en
gran parte a la actuación en el medio campo de los dos Morales controlaban con
tranquilidad el rudimentario ataque local.
A
los 61 Héctor Socorro aumentaba la cuenta a favor de los cubanos y tres minutos
más tarde Ángel Martínez anotaba el tercero. Haití lograba el de la honrilla a
los 85 minutos cuando St. Fort batía a Ayra desde el punto penal.
Tras
la victoria el equipo cubano introdujo varios cambios para el segundo partido
jugado tres días después. Antonio García tomó el puesto de Ayra en la portería,
Pelayo sustituyó a Ochoa en el medio y en la delantera solo repitieron Mario López
y Héctor Socorro dándosele entrada a Andrés García, Francisco Socorro y Luis
Casanova, en un experimento que estuvo a punto de costarle el resultado al
conjunto cubano y que tuvo que conformarse con el empate a uno, este conseguido
gracias a un gol de Mario López a los 85 minutos de juego.
Aprendida
la lección Cuba envió al mismo once del partido inicial para el encuentro
definitorio, con la sola excepción de Francisco Socorro que sustituyó a
Chicho., decisión que probó ser la acertada ya que Paquito anotó uno de los seis goles anotados por los
nuestros en esa jornada del 4 de Febrero. Los otros fueron a la cuenta de Mario
López en dos ocasiones, Enrique Ferrer, Héctor Socorro y del Indio Buroy.
El
4 de Marzo en el Parque Necaxa de la Ciudad de México, la selección nacional
enfrentó a los locales y apenas tuvo tiempo para asentarse en el campo antes de
ser sacudida por un hat-trick marcado en menos de cinco minutos por Dionisio
Mejía. El “Nicho” marcó su primer gol a los 12 minutos y repitió a los 14 y a
los 16 minutos con lo que los vientos de goleada asomaron sobre el campo
necaxino, sin embargo el equipo cubano pudo acercarse a los 40 minutos cuando
el jovencito Héctor Socorro (21 un años en ese momento) envió un balón desde el
medio campo que Mario López logró controlar y tras driblar a dos defensores
mexicanos batió al portero local con un hermoso disparo.
Al
minuto 63 Ayra lanzaba un valor largo hacia su puntero izquierdo Antero Valdés
que logra controlar el balón y se lo pasa a su capitán Mario López que entra
como una exhalación para conectar el balón y mandarlo al fondo de las redes
para el segundo gol de los visitantes y que ponía a los nuestros a un paso de
una espectacular remontada, pero no hubo más y los mexicanos se llevaron la
victoria.
Para
este encuentro Cuba acomodó sobre el terreno a Ayra en la puerta, los hermanos
Morales en la defensa, Galcerán, Ángel Rodríguez y Bebito Villaverde en el
medio campo, con Mario López, Enrique Ferrer, Héctor Socorro, Antero Valdés y
Buroy en la delantera. Por su parte México tuvo en el arco a Alfonso Riestra;
Antonio Azpiri y Lorenzo Camanera formaron la dupla defensiva con Guillermo
Ortega, Ignacio Ávila y Felipe Rosas en el medio y Vicente García, Félix Daniel
Gómez, Juan Carreño, José Ruvalcaba y el hombre de los tres goles Dionisio
Mejía en la delantera. Edward Joseph Donaghy fue el encargado de dirigir el
partido.
Una
semana después el Parque Necaxa se volvió a llenar para ver el segundo match de
la serie pero esta vez los cubanos no encontraron la forma de detener a los
mexicanos que terminaron imponiéndose con claridad 5-0. Volvió a ser el Nicho
Mejía el hombre desequilibrante al marcar otro triplete. Jorge Sota abrió el
marcador a los 24, a lo que siguieron los goles de Mejía a los 31 y 40 minutos. Felipe Rosas marcaría el cuarto a
los 72 minutos y el Nicho completaba su hat-trick a los 79 redondeado un 5-0
definitivo que pudo ser aun peor pero Ayra se lució para detenerle un penalti a
Carreño sentenciado después de que Mayarí
tocara el balón con las manos dentro del área.
Nuevamente
el norteamericano Donaghy llevó las riendas del encuentro en el que los cubanos
alinearon con Ayra en la puerta, Mayarí y Panchito en la defensa, Galcerán,
Ángel Rodríguez y Sergio Luis Ochoa actuaron como medios mientras en la
delantera estuvieron Héctor Socorro, Bebito Villaverde, Mario López, Antero
Valdez y Salvador Buroy. Por su parte el conjunto azteca tuvo a Riestra en el
arco, Azpiri y Camanera repitieron en la defensa, dejando el medio campo para
el capitán Guillermo Ortega, Ignacio Ávila y Felipe Rosas. La delantera estuvo
compuesta además de Mejía por Jorge Sota, Félix Daniel Gómez, Juan Carreño y
Jesús Ruvalcaba.
Con
la clasificación asegurada tras las dos victorias iniciales el conjunto
mexicano decidió usar un equipo plagado de suplentes Alfonso Riestra – Manuel
Rosas, Alfredo Garzón – Carlos Laviada, Rafael Guirán, José Rosas – Jorge Sota,
Fernando Marcos, Manuel Alonso, Luis Fuente, José Ruvalcaba) que probaron ser demasiado para un conjunto
criollo tocado en lo anímico y que terminaría el juego con 9 jugadores.
Ante
una concurrencia bastante disminuida por la poca importancia del partido.
Transcurrían 15 minutos de juego cuando el Chaquetas Rosas detiene el balón con
la mano cerca del área mexicana. Mario López se encargó de cobrar el tiro libre
y con un potente disparo burló al portero local para poner a los cubanos en
ventaja por primera vez en toda la serie. Ventaja que duraría hasta los 32
minutos cuando Manuel Alonso anidó el esférico en el marco defendido por Ayra.
Al 41 José Ruvalcaba adelantaba a los aztecas y solo dos minutos más tarde
Mayarí tenía que abandonar el partido tras sufrir una herida en una colisión
con el extremo izquierdo mexicano Jorge Sota.
Ya
para el segundo tiempo los mexicanos aprovecharon la superioridad numérica para
ampliar su ventaja a los 60 minutos por intermedio de Fernando Marcos, una
pendiente demasiado alta para la selección cubana que veía, a los 73, salir
lesionado a Enrique Ferrer tras una colisión con el Chaquetas Rosas, teniendo
que solventar los minutos restantes con solo 9 jugadores. Fue precisamente en
ese lapso que llegó el segundo gol de Alonso (a los 85’) y que serviría para
darle cifras definitivas al encuentro (4-1).
A
finales de junio nos visita el conjunto de New York Americans que cae en sus
tres presentaciones en la capital cubana. El Centro Gallego los vence con
marcador de dos a cero el 24 de Junio, mientras que el Juventud Asturiana lo
hace tres a dos, el primero de Julio, mientras que el Iberia los despide con un
2-1, el 7 de Julio.
1935
Con
1935 llegaba el reto de repetir el título Centroamericano logrado en los
terrenos del Gran Stadium Cerveza Tropical, con ese objetivo la Federación de
Futbol de La Habana designó a 16 jugadores para viajar a San Salvador. Los
elegidos fueron: Luis Miguel López y Bonifacio “Boni” Campos como porteros. Los
defensas José Antonio Magriñá, Jacinto Barquín, Juan Vila y Gabriel Becerra.
Bolillo Rodríguez, Wilfredo Ortega, José Olmedo y Marcelino Quiriello en la
media cancha y los delanteros Mario Sosa, Pedrito Ferrer, Miguel Requejo,
Rolando Rosillo, Antonio Flores y Andrés Rodríguez. Al frente de la Delegación
viajó el Señor Ignacio Montalvo Casas mientras que como coach hizo el viaje el húngaro Károly Katzer.
Sin
embargo la retención del título comenzó a frustrarse desde antes que el equipo
viajara a tierras centroamericanas. Los problemas comenzaron durante la
preparación al ausentarse de las prácticas algunos de los seleccionados por
problemas particulares por lo que fueron eliminados del equipo, tampoco el
Campeonato Provincial ayudó mucho, ya que los seleccionados no podían
concentrarse en la preparación con el seleccionado nacional, por último, justo
antes de viajar Pelayo García puso problemas para viajar y fue dejado en La
Habana.
Las
cosas se complicaron aun más en El Salvador, no solo por la derrota inicial
frente a los locales (1-4, el 23 de Marzo en el Estadio Nacional Flor Blanca en
San Salvador) sino también por la agresión del árbitro central de ese juego
Núñez Cortina sobre el jugador cubano José Olmedo, lo cual desmoralizó por
completo a la delegación.
Dos
días después en la misma sede los cubanos derrotan claramente a Honduras 3-0 y
el 27 lo hacen apretadamente frente a los guatemaltecos 2-1, así en una
situación muy complicada los aun campeones debieron enfrentar los encuentros
contra los dos mejores equipo del certamen: México y Costa Rica, obligados a
ganar ambos encuentros si querían mantener el título de Campeones.
Pero
querer y poder no es lo mismo y nuestros muchachos pudieron comprobarlo de
inmediato, cuando se enfrentaron a la selección mexicana el 30 de Marzo en el
“Flor Blanca”. En busca de comenzar a tejer el milagro los cubanos saltaron a
la cancha con Campos, Magriñá, Becerra, Olmedo, Wilfredo Ortega, Marcelino
Quiriello, Ferrer, Barquín, Miguel Requejo, Andrés Rodríguez y Mario Sosa.
Apenas iniciado el encuentro (minuto 3) Luis Pérez adelanta a los aztecas, sin
embargo Miguel Requejo logra nivelar las acciones al 26, pero al 33 Hilario
López vuelve a adelantar a los mexicanos ventaja que sería ampliada por el
mismo López a los 44, Julio Lores a los 53, Felipe Rosas a los 62 y de nuevo
Lores a los 76, para el contundente 6-1 a favor de los mexicanos.
Quedaba
pues para el cierre una Costa Rica deseosa de sacarse la espina de aquella
derrota en el estadio de La Tropical cinco años atrás. Solo un día después de
la paliza recibida frente a México los cubanos salieron al Flor Blanca para
enfrentar a los ticos con varios cambios: Luis Miguel López remplazó a Bonifacio Campos bajo los palos, mientras que
Manuel Vila hizo pareja con Becerra en lugar de Magriñá en la defensa,
mientras Bolillo remplazaba a Olmedo,
para conformar el medio campo con Marcelino Quiriello y Wilfredo Ortega. Al
frente Rolando Rosillo tomó el lugar de Ferrer para acompañar en el ataque a
Barquín, Requejo, Rodríguez y Mario Sosa.
Desafortunadamente
los cambios no tuvieron el efecto esperado y los ticos tomaron revancha de la
derrota en predios tropicalinos, al derrotar a los nuestros 2-1, precisamente
el mismo marcador con el que habían caído en La Habana. El gol cubano fue
anotado por Andrés Rodríguez.
Con
cubanos y salvadoreños empatados se hacía necesario un partido de desempate
entre ambos equipos para definir el cuarto puesto, pero el mismo nunca se
efectuó debido a las pésimas condiciones en que quedó el terreno después de las
pruebas ecuestres y no haber tiempo para mejorar sus condiciones antes de que
los cubanos, que ya tenían pasaje de regreso para el 5 de Abril, regresaran a
La Habana, por lo que se decidió otorgar dos terceros lugares.
1936
En 1936 nos visita el Atlante de México que abre su
serie internacional en el Estadio La Polar, el 2 de Agosto frente al Iberia.
A las cuatro y
media de la tarde los equipos salían al terreno bajo una gran aplauso de los
más de tres mil espectadores presentes en el recinto habanero y que veían a los
visitantes alinear con García en la puerta, Rosas II e Islas como dupla
defensiva; Guiran, Rosas III y Sardinas en la media con Romero, Olivares III,
Dionisio Mejía, Juan Carreño y Gabriel del Olmo en la delantera mientras que
los Leones formaban su once inicial con el Guajiro Ayra, Jacinto Barquín,
Manuel Chorens, Berges, Rodríguez, Chuli, Pedrito, Galcerán, Héctor, Flores y
Kiki.
Desde el
arranque los iberistas se hicieron del control del partido gracias a la labor
de su delantera que no podía ser contenida por los medios mexicanos lo que
obliga al sector defensivo atlantista a multiplicarse para evitar el gol de los
locales destacándose Rosas II y el portero García en esas funciones.
Se produce un
ataque Iberista conducido por el extremo derecho de los leones que se quita la
marca del medio izquierdo visitante y manda un centro para la entrada de Héctor
que remate fuerte y colocado para marcar el primer gol de la tarde.
Los mexicanos
tratan de reaccionar y sus medios comienzan a producir un mejor nivel de juego
alimentando a su delantera pero Chorens se multiplica en la labores defensivas
ahogando los ataques atlantistas que tampoco cuentan con suerte cuando logran
superar al defensor local.
A un minuto de
terminarse la primera mitad, son los locales los que vuelven a hacer funcionar
el marcador, cuando Pedrito, de media vuelta, saca un remate que deja sin
opciones a García mandando el partido al descanso con el 2-0 a favor de los
Leones.
El Atlante
arranca el segundo tiempo tratando de presionar sobre el arco cubano en busca
del descuento pero sus intentos siguen muriendo en el muro defensivo de los
Leones que ponen el partido lejos del
alcance de los visitantes cuando Kiki cede un balón a Galcerán que cruzado
manda a García a recoger, por tercera vez en la tarde, el balón a lo más
profundo de su marco.
El esfuerzo
visitante tiene finalmente su premio, Dionisio Mejía corre un balón y Chorens
le sale al encuentro con la mala fortuna de que el balón le pegue en la mano,
Felipe Rosas es el encargado de ejecutar y lo hace perfectamente haciendo
inútil la estirada de Ayra dejando el marcador en cifras definitivas: 3-1.
El 8 de Agosto el rival sería el Club Deportivo Centro
Gallego que los derrota con marcador de cuatro goles a cero.
En
Noviembre se crea en La Habana, la Liga Intercolegial de Futbol (después se le
agregaría la Liga Juvenil) que contó entre sus creadores Luis López García que
representaba la Sociedad Jovellanos, José Gutiérrez Amor del Colegio Belén,
José Sánchez Arnijes del Concepción Arenal, Ricardo Gómez Gómez, de la Academia
Soto y José Suárez Crespo.
1937
En Julio de 1937 el equipo cubano del
Centro Gallego parte hacia Colombia para ser temporada en el país Sudamericano
y durante la cual participaron en los Juegos por el Centenario de la Ciudad de
Cali en el cual participaron además un conjunto de Ambato (Ecuador), la
Selección Jalisco de México, el Independiente Rivadavia de Argentina, una
selección Colombina (nombrada por algunas fuentes como Deportivo Cali) y
Panamá.
Tras
su victoria en su primer encuentro los cubanos debían enfrentarse al
seleccionado mexicano que había iniciado el torneo con un resultado adverso, lo
cual hacía a los nuestros ligeros favoritos para el encuentro entre ambas
selecciones.
Para este encuentro Cuba saltó
al terreno de juego con Benito Carvajales en la puerta; Manuel Chorens y
Jacinto Barquín en la defensa; Bolillo, Sergio y Berges como medios mientras
que José Magriñá, Fernando Tomás, Mario López, Héctor Socorro y José Turco
formaron en la delantera. Por su parte México lo hacía con Pérez debajo de los
tres palos, Gross y Navarro como defensas; Ortega, Pepiño y Sánchez como medios
y Fernández, Castelianos, Prieto, Moreno y López en la delantera. El árbitro
del encuentro fue el señor Kurtz.
Fueron los cubanos los que
pusieron los goles y el futbol ante un conjunto mexicano que se dedicó a jugar
brusco y a infringir cuanta regla del futbol existiera bajo la mirada cómplice
de un árbitro cuya actuación no disimula en catalogar como pésima la prensa
local.
Desde el mismo inicio del
encuentro el conjunto habanero se lanza al ataque y a los 10 minutos llega la
primera ocasión clara cuando el extremo izquierdo, Turco realiza una brillante
jugada personal llega a la portería mexicana pero falla en la definición. Solo
dos minutos más tarde es Socorro el que lo intenta, tras recibir un pase desde
el mediocampo, dribla a varios zagueros mexicanos pero el arquero Pérez lo
despoja del balón lanzándose a sus pies.
El gol rondaba la portería
mexicana y llega a los 18 minutos. Socorro recoge un balón y templadamente lo
coloca para que Mario López lo levante y de cabeza habilite a Tomás que sin
detenerse suelta un fuerte disparo y manda el balón al fondo de las redes, justo
premio al mejor sobre la cancha.
Minutos más tarde
Turco vuelve a insistir y tras recibir un pase desde el sector defensivo suelta
un cañonazo que se va apenas desviado del arco azteca.
Sin respuestas para el
virtuoso juego de los “gallegos” los mexicanos apelan al juego brusco y
peligroso, buscando siempre al jugador y no al balón, bajo la mirada cómplice
de Kurtz, lo que hace que Berges cansado de tanta impunidad tome la justicia
por cuenta propia y le deja un no me olvides a uno de los jugadores mexicanos.
Los cubanos campearon el
temporal de patadas y jugadas bruscas durante el resto del primer tiempo (en el
que vuelven a estar a punto de anotar a través de Tomás) y el comienzo del
segundo hasta que a los 10 minutos de ese periodo Sergio se escapa y cuando se
dispone a chutar recibe un patadón de un defensa rival, dejando al cubano
rodando por el suelo completamente sin
sentido.
Chorens y el resto del
seleccionado cubano se avalancha sobre el juez del partido pidiendo justicia y
este decide expulsar al agresor lo que fue como abrir la caja de Pandora, pues
mientras Sergio era conducido en ambulancia al hospital mostrando claras
muestras de dolor, en el terreno se armó una batalla campal en la que los puños
volaron de un lado a otro y que solo la intervención de entrenadores y
masajistas logró controlar.
Tras calmarse los ánimos Tuñas
entra en sustitución de Sergio, pero el extraordinario delantero cubano se
dedica al juego brusco más que a demostrar su clase goleadora por lo que es
sustituido. Lo mismo ocurre con Chorens que es remplazado por Magriñá.
Con el juego corriendo por los
mismos causes los mexicanos reciben dos tazas de su propia medicina y primero
es Prieto el que tiene que ser sustituido por Fernández tras un encontronazo
con uno de los jugadores cubanos y minutos más tarde es el recién ingresado el
que sufre las consecuencias y tiene que abandonar el encuentro, siendo
sustituido por el propio Pietro.
Y si como el hecho no fuera lo
suficientemente anecdótico, los mexicanos añadieron otro más cuando
aprovechándose de una de las tantas interrupciones hicieron entrar al campo de
juego un jugador extra, el cual logró jugar varios minutos antes de que los del
Centro Gallego se dieran cuenta de la artimaña y lograran que el árbitro lo
expulsara.
A los 30 minutos Cuba ejecuta
un tiro de esquina que es aprovechado por Turco para empujar el balón al fondo
de las redes para el 2-0 a favor de los cubanos, gol este largamente protestado
por los mexicanos que se aglomeraron alrededor del árbitro y presionaron para
que este invalidara el gol, pero Kurtz se mantuvo firme y el gol subió al
marcador.
Pero el apetito de gol cubano
aun no estaba saciado y Turco vuelve a escaparse por su banda y centra para
Tomás que con disparo alto y cruzado vence al portero mexicano, tres cero y
victoria clara.
Sin embargo el júbilo del
triunfo se transformaría en angustia y tristeza con el pasar de las horas
posteriores al partido.
Tras los primeros exámenes y
leve mejoría de Sergio el jugador cubano
es dado de alto de la clínica a la que había sido trasladado para que su
observación continuara en las habitaciones del hotel donde se encontraba la
delegación, pero con el trascurso de las horas el cuadro del mediocampista
cubano comienza a deteriorarse por lo que es trasladado a la clínica Quiñones
en donde los doctores deciden que es necesario intervenirlo quirúrgicamente
pero su delicado estado de salud hace demasiado riesgosa la operación. Es por
ello que se recurre a una transfusión sanguínea la cual se realiza en horas de
la tarde con sangre donada por su propio hermano, también integrante de la
delegación.
La medida parece ser acertada
y hay una cierta mejoría en la salud de Sergio, por lo que a la una de la
mañana del 25 de Julio los doctores Quiñones y Octavio Machado, un médico
cubano que acompañaba a la delegación deciden iniciar el procedimiento
quirúrgico, sin embargo media hora más tarde y a pesar de los esfuerzos médico
Sergio pierde su batalla contra la muerte.
Al momento de su muerte Sergio
Alonso López contaba con apenas 25 años y dejaba una esposa y dos hijos.
La noticia de su muerte
estremeció no solo a toda la delegación cubana de la que se temió abandonara
los juegos, sino a todos los participantes en la competencia y al pueblo de Cali
que acudió de manera multitudinaria al sepelio del jugador.
En medio del dolor le toco al
equipo cubano enfrentar al rival más cualificado de los presentes el torneo y
si sorprendió a todos que los cubanos se presentaran al terreno de juego sin
apenas tener tiempo para asimilar la pérdida de su compañero más sorprendente y
admirable fue ver a Juan, el hermano de Sergio, ocupar su lugar en el medio
campo. Berges y Bolillo lo acompañaron en el medio campo, mientras que Barquín
y Chorens formaron en la defensa, por delante del arquero Carvajales, quedando
el ataque en las piernas de Magriñá, Tomás, Socorro, Mario López y Turco.
Los argentinos quisieron poner
más precisión sobre los cubanos protestando por la decisión de colocar como
juez central al Señor Richard Mayr, por lo que fue necesaria una reunión entre
los entrenadores de ambos equipos tras la cual los gauchos aceptaron la
designación de Mayr así como la de los líneas Rojas y Lenis.
La presión pareció no afectar
a los cubanos quienes tras los noventa minutos de partido terminaron llevándose
la victoria con marcador de 2-0.
Para cerrar el campeonato los
cubanos debieron enfrentarse el 2 de Agosto a la selección local y los visitantes salieron desde el mismo
comienzo a dejar las cosas claras.
Apenas
iniciado el encuentro Bolillo recupera un balón se lo cede a Berges quien
conecta con Turco y este se lo pasa a Tuñas para que el Romperredes con un de
sus potentes remates anote el primer gol.
Tras el gol los locales se
lanzaron a la ofensiva y en varias ocasiones pusieron en peligro la puerta
cubana, minutos en los cuales parecía eminente que cayera el gol colombiano,
sin embargo los cubanos reaccionaron y Turco casi pone el segundo con un tiro
rasante que obliga al portero colombiano Álvarez a lucirse para contener el
disparo.
A los 15 Tuñas recibe un pase
y como un bólido sale disparado hacia el marco colombiano y de un verdadero
cañonazo pone el segundo gol cubano.
Con el orgullo herido los
colombianos se lanzan en maza al ataque acorralando a los cubanos en su área
sin embargo y a pesar del constante bombardeo el gol no llega, primero Chorens
hace una salvada milagrosa y después el meta cubano con la punta del pie evita
un gol casi seguro tras la salida de un córner.
En medio de la presión Turco
recoge un balón y avanza sobre el arco cafetero y lanza un disparo suave que se
le escapa al portero local y le cae a Tuñas para que este marque su tercer gol
de la tarde.
Antes de finalizar la primera
mitad los esfuerzos de los locales tuvieron recompensa a sus esfuerzos cuando
Meléndez logra enviar el cuero al fondo de las redes.
Para el segundo tiempo las
cosas no cambiaron con los colombianos dominando y los cubanos mostrándose
peligrosos en el contragolpe, como a los 14 minutos cuando Turco suelta un
centro que es recogido por Mario López que dispara a gol pero Álvarez recoge el
esférico sin embargo en medio de una jugada confusa termina introduciendo el
balón en su propio marco, gol que es anulado por carga ilegal sobre el portero.
El resto del partido se
mantuvo con los colombianos presionando pero sin lograr una defensa cubana que
estuvo a la altura y logró mantener la ventaja de 3-1 con la que terminaría el
partido resultado que le daba a los cubanos el título de campeones.
Concluido el torneo los
cubanos viajaron a la capital colombiana para enfrentar a selecciones de dicha
ciudad.
En el primer partido los
cubanos arrollaron a los locales con marcador de 7-0 mientras que en el segundo
jugad el domingo 8 de Agosto el triunfo de los Alacranes sobre la selección A
de Bogotá resultó aun más abultado 9-2, con Mario López y el Romperredes Tuñas
marcando dos goles per cápita en la primera mitad en la que los locales solo
alcanzaron a descontar a través de Mier.
El segundo tiempo tuvo un
nombre: Tomás, y es que el delantero cubano marcó 4 de los cinco goles cubanos
en esa mitad, dominada totalmente por el Centro Gallego que llegaría a tener
ventaja de 7-1 antes de que cayera el segundo gol bogotano tras el cual
llegarían otros dos a favor de los gallegos.
Quedaba pues el Independiente
Rivadavia, el mismo equipo al que los cubanos habían vencido por dos a cero en
Cali, partido que atrajo gran atención del público bogotano debido a las
tremendas actuaciones de ambos equipos frente a las selecciones un partido en
el que las apuestas se inclinaban levemente a favor de los gauchos muy a pesar
de la reciente victoria cubana sobre los argentinos.
Más de diez mil almas se
reunieron en el Hipódromo de Bogotá para observar el match que sería dirigido
por el señor Kowell.
Argentina movió el balón y
buscó pronto la portería cubana, pero Chorens corta el avance y conecta con el
interior izquierdo: Mario López, que habilita a Tuñas que marca el primer gol
cubano cuando apenas transcurrían apenas tres minutos de juego.
El gol tempranero levanta el
ritmo del partido con los argentinos lanzándose en busca del empate y los
cubanos buscando ampliar la ventaja, se suceden las ocasiones en una y otra
portería sin que el gol caiga, unas por la intervención de los arqueros, otras
por la de los defensas o de los palos a donde fueron a dar dos de los remates
del Rivadavia que parecían más cerca del gol.
Sin embargo es nuevamente
Tuñas el encargado de mandar el cuero al fundo de las redes para el dos a cero
a favor del Centro Gallego, demostrando una vez más la efectividad del juego
cubano, mucho más pragmático que el de los sudamericanos dedicados a un juego
más vistoso adornado con hermosas filigranas que no producen el efecto deseado.
El juego pegajoso y correoso
de los cubanos hace que Kowell quiera expulsar a Mario López pero el público
considera que es excesivo el castigo sobre el interior cubano y se lo hace
saber al juez central que increíblemente da vuelta atrás a su decisión y Mario
permanece en el campo.
Los ataques se siguen
sucediendo sobre ambos marcos y en uno de los ataques se decreta una falta
penal sobre el Centro Gallego que es bien detenido por Carvajales que es
premiado por el respetable con una ovación.
Antes de que finalice el primer
tiempo los Alacranes tienen que introducir varios cambios debido a lesiones,
así Berges, medio derecho, debe ser sustituido por Juan Alonso y Magriñá ,el
ala izquierda, le da paso a Héctor Socorro.
Tras el descanso los
argentinos buscan el descuento y acorralan a los cubanos en su área, sin
embargo la defensa cubana se luce y Carvajales luce esplendido con
espectaculares intervenciones que harían a la prensa local llenar de elogios al
portero cubano “Que gran portero es este
hombre; listo, Sereno y ágil, adivina el ataque y lo tapa con una precisión
admirable” escribía al día siguiente en el diario el Tiempo el reportero
que cubrió el partido.
En medio de la presión
argentina llegaba una nueva bofetada cubana, Turco y Mario se combinan para
habilitar a Tuñas y el infalible Romperredes pone el tercer gol para los
Alacranes, que añadirían el cuarto a cinco minutos del final gracias a un
potente disparo de Socorro.
La revancha llegaría el
domingo 22 de Agosto y los argentinos saltaron ese día con Zurdo en la puerta;
Malfati y Ponce en la defensa, Ross, Sansone y Martínez en el medio; Peraso,
Ciano, Larrañaga, Flores y Cuello en la delantera. Por su parte los cubanos
tuvieron a Carvajales en el pórtico, Barquín y Chorens como dupla defensiva,
Bolillo, Bolero y Berges integraron la media dejando la delantera para Turco,
Tuñas, Mario López, Torres y Magriñá.
Los cubanos buscaron pronto el
marco rival y en el primer avance Zurdo apenas logra desviar a córner lo que
parecía el primer gol de la tarde, minutos más tarde un nuevo ataque cubano y
otro córner a su favor sin consecuencias para los argentinos que de a poco
empiezan a tomar la manija del encuentro aunque Cuba sigue probando a la
defensa gaucha que se salva gracias a las grandes intervenciones de Ponce y
Malfati.
Llega el primer gol de la
tarde a cuenta de los argentinos, una excelente combinación entre Larrañaga,
Flores y Cuello terminó con un espectacular remate desde casi 30 metros de este
último que va a parar al fondo del marco cubano.
Con la mínima ventaja
argentina se va al descanso y tras la reanudación los cubanos empujan pero los
del Independiente se ven sólidos en todas sus líneas mientras que la delantera
cubana no muestra su eficacia de otras veces.
Transcurridos 30 minutos de la
segunda mitad una excelente combinación entre Peraso y Ciano deja el balón a
los pies de Larrañaga que bate a Carvajales para el 2-0 argentino que marcaría
el tercero y último de la tarde a través de Ciano.
Concluido el periplo
sudamericano y en ruta a casa los del Centro Gallego hacen escala en Costa Rica
para una serie de encuentros con clubes locales. A tierras costarricenses llega
el grupo de jugadores conformado por Benito
Carvajales era el portero, Manuel Chorens, Jacinto Barquero y Joaquín Arias
formaban la defensa. En el mediocampo formaban José A. Rodríguez, Juan Ávila,
Berges y Tapia, mientras que al frente estaban Mario López, Juan Tuñas, Héctor
Socorro, José Magriñá, Fernando Tomás y José Turco.
Para esta serie se acordó que
el equipo cubano jugara cuatro partidos y además que se otorgaran tres trofeos
obsequiados por casas comerciales de San José; uno al vencedor de la temporada
internacional; uno al equipo que más goles anotó en un partido y el tercero al
vencedor del partido entre el Gallego y el Libertad.
Los
del Centro Gallego abrieron jugando contra el Orión FC en el Estadio Nacional
bajo la dirección de Martín Quiroz. Siendo la victoria para los ticos con
marcador 4:2, anotando por los locales: Piedra, Salas y Durán en dos ocasiones,
mientras que por antillanos lo hacían el Romperredes Tuñas y Mario López.
Al domingo siguiente en el
mismo escenario los cubanos tuvieron enfrente al CS Cartaginés equipo al que le
devolvieron el 4:2 que les había propinado el Orión en la fecha anterior. Por
los locales marcaron Quesada y Cruz, mientras que por los cubanos nuevamente el
Romperredes, Héctor Socorro (en par de ocasiones) y Fernando Tomás encontraron
el fondo de las redes. El partido fue dirigido por el señor Jorge Pastor Durán.
Con la serie empatada los
Alacranes se dispusieron a enfrentarse al Libertad. El partido se jugó el 17 de
Septiembre en el Estadio Nacional. Los subcampeones ticos de 1936 se reforzaron
para este encuentro y en la media cancha alineo a Mario Varela del Herediano,
mientras que en la delantera usaron a Guido Matamoros del Orión y Guillermo
“Pizote” Durán del Gimnástica.
Los del Centro Gallego por su
parte alinearon, “casi”, su equipo de lujo con: Carvajales bajo los tres palos
por delante del cual estaban Chorens y Barquín, el mediocampo estuvo conformado
por José A. Rodríguez, Juan Ávila y Berges, mientras que la delantera estaba
conformada por Magriñá, Fernando Tomás, Héctor Socorro, Mario López y José
Turco. Llamando mucho la atención de que no se incluyera a Tuñas quien había
marcado un gol en los dos partidos anteriores.
El conjunto cubano fue el que
mejor juego puso sobre el gramado desde el mismo inicio del encuentro pero en
el primer tiempo no logró capitalizar su excelente juego mientras los ticos mostraron
una capacidad increíble en frente del marco gallego. Al minuto diez Macho
Madrigal marcó de penal el primer gol de los locales y a los 30 minutos Jorge
Dávila anotó el segundo y diez minutos más tarde Madrigal enviaba al fondo de
las redes un centro raso desde la izquierda para el 3:0, marcador con el que se
fueron al descanso.
Apenas iniciado el segundo
tiempo el árbitro pita una mano al borde del área cubana y Macho Madrigal, el
verdugo del primer tiempo, ejecutó el tiro libre clavando su cañonazo en las
redes para el 4:0. El cuarto gol lejos de amilanar a los cubanos pareció
herirlos en su amor propio y fue así que el gran Héctor Socorro puso el primero
de los nuestros y cinco minutos más tarde volvía a descontar.
Apenas se reinició el
encuentro los gallegos recuperaron el balón Turco lanzó un centro y Tomás
cabeceo el balón al fondo de las redes para el tercer gol de los cubanos. Con
tres goles en siete minutos los cubanos se agigantaron y se lanzaron en busca
del empate, mientras que la defensa del Libertad hacía todo lo posible por
mantener la mínima ventaja algo que lograron con éxito para llevarse la
victoria del encuentro.
El 24 de Septiembre, se jugó
el último partido de la serie y el rival era el Herediano, Campeón Tico de ese
año. El partido se efectuó en el Estadio Nacional bajo las órdenes de Martín
Quiroz y los cubanos fueron una tromba sobre el terreno llevándose una victoria
categórica: 6-0 con goles de Mario López (2), Héctor Socorro (2) y Fernando
Tomás (2).
Con esta victoria el Centro
Gallego empató la serie y se llevó el trofeo obsequiado por la casa comercio El
Espejo por ser el equipo que anotó más goles en un partido.
1938
En
Enero de 1938 nos visita el Euzkadi y en su primer encuentro se enfrentan al
Juventud Asturiana en un partido que fue un verdadero festival de goles y que terminó
empatado a cuatro goles, un empate con sabor amargo porque los visitantes vieron esfumarse una
ventaja de 3-0 al final de la primera mitad que llegó a ser de 1-4 promediando
la segunda mitad antes de la reacción de los Toros que terminaron empatando el
encuentro.
Una semana más tarde el 23 de
Enero los vascos vencen al Centro Gallego con marcador de 3-0 y lo mismo hacen
contra la selección de La Habana, el 28 de Enero pero a esta con marcador de
2-0 para cerrar contra el Juventud Asturiana al que vencen con marcador de 3-2.
Hoja de embarque |
Conformaban el grupo los jugadores del Club Deportivo Centro Gallego: Benito Carvajales Pérez, Juan Alberto Alonso López, José Antonio “Bolillo” Rodríguez Fernández, Manuel “Velero” Chorens García, José Antonio Magriñá Rodeiro, Tomás Fernández Ruiz y Juan “Romperredes” Tuñas Bajeneta.
Juan
José Ayra Martínez, Carlos Oliveira Hernández del Club Deportivo Hispano
América, Así como Joaquín “Bolero” Arias Blanco y Jacinto El Curita” Barquín
Rivero de los Toros del Juventud Asturiana. Completando la lista Pedro
“Pedrito” Ferrer Mula, Pedro Manuel Berges Naval, Mario Sosa Casquero y Héctor
Socorro Varela de los Leones del Iberia FC. Arturo Galcerán Nogués quien
aparece en muchas listas como miembro del equipo nunca se embarcó en la capital
cubana para hacer la travesía algo que tampoco logró hacer el escritor
deportivo de Ernesto Asua, tal y como consta en los registro de embarque y
desembarque del puerto de Nueva York
Mientras la Selección Nacional viajaba rumbo a Europa, el 22 de Mayo,
llegaba a La Habana procedente de América del Sur, donde la FIFA le había
prohibido jugar en Buenos Aires y Montevideo, el Euzkadi; que durante su
estancia en México había incorporado a tres de sus grandes figuras: Leonardo
Cilaurren, Emilio Alfonso y el portero Gregorio Blasco.
Fue la
Selección Habana, misma que había goleado al conjunto mundialista en su
despedida, la responsable de abrir la serie y el 29 de Mayo, en los terrenos de
La Polar y el Euzkadi que no tuvo compasión del equipo local y de la mano de
Lángara, los goleó con marcador de 4-0.
Lángara sería
el encargado de abrir la cuenta por los visitantes a los 27 minutos de juego
con un disparo cruzado, el mismo jugador ponía el 2-0 a los 35, marcador con el
que ambos conjuntos llegaban al medio tiempo.
De regreso para
el segundo tiempo los vascos no dejaron al conjunto local asentarse en la
cancha y a los 2 minutos otra vez Lángara se hacía presente en el marcador y a
los 9’, Urquiola ponía el 4-0 tras aprovechar muy bien el rebote de un balón
que Lángara había estrellado en el poste de la portería defendida por García.
Turquito tuvo
la posibilidad de descontar, desde los once pasos, para la Selección
Habana, pero su remate salió por encima del larguero.
El 5 de Junio
volvieron a medir fuerzas, en el mismo recinto ambos conjuntos y Arenas, el
técnico cubano, esperando mejores condiciones del terreno, muy pesado en el
primer choque por las torrenciales lluvias, para poder explotar la rapidez de sus
jugadores ante unos visitantes, de gran maestría futbolística, pero más pesados
hizo algunos cambios en su alineación y envió al terreno de juego a García;
Mito, Panchito; Avelino, Barrios II, Chuli; Pelayo, Bebito, Requejo, Cubanaleco
y Paco.
Por su parte el
Euskadi lo hacía con Gregorio Blasco; Pablo Barcos, Serafín Aedo; Leonardo
Cilaurren, José Muguerza, Ángel Zubieta; Manuel Urquiola (que daría paso a
Pedro Regueiro en la segunda mitad), Luis Regueiro, Isidro Lángara, José
Iraragorri y Emilio Alonso.
No ayudó el
clima y la rápida delantera local acostumbrada a pases cortos y a explotar su
velocidad, quedó atascada en el barrial en que los aguaceros caídos sobre la
barriada de Puentes Grandes convirtieron el terreno de la Polar.
A pesar de ello
la selección habanera plantó mejor cara
y aguantó el cero a cero hasta los 73 minutos cuando Lángara envió el
cuero al fondo de las redes.
Los criollos no tuvieron tiempo de asimilar el gol y Lángara clavó el segundo, solo dos minutos más tarde, Iraragorri sellaba el triunfo visitante a los 83 con una excelente jugada.
Pero a los
muchachos de la selección Habana aun les quedaba la pesadilla del 12 de Junio
en el Gran Estadio Cerveza Tropical donde fueron superados claramente 5-0 por
los visitantes. Gregorio Blasco; Pablo Barcos, Serafín Aedo; Leonardo
Cilaurren, José Muguerza, Ángel Zubieta; José Manuel Urquiola, Luis Regueiro,
Isidro Lángara, José Iraragorri y Emilio Alonso (quien salió lesionado a los 18
minutos siendo sustituido por Pedro Regueiro como extremo derecho) alinearon
por el Euskadi, mientras que por los locales García; Panchito, Mito; Mongo,
Barrios II, Chuli; Manolo, Pelayo, Requejo, Dávila y Paco formaron los 22
protagonistas iníciales del encuentro.
Lángara fue
otra vez el baluarte en el ataque vasco y a los 40 rompía la resistencia
habanera con su primer gol de la tarde, a los 49, Iraragorri aumentaba la
ventaja y Pedro Regueiro agregaba uno más a los 71 dejando la escena lista para
que Lángara cerrara la cuenta con otro par de goles a los 85 y en los segundos
finales del partido.
Tras aquella
jornada dominical se inició una semana de total incertidumbre sobre la estancia
del conjunto vasco en la capital cubana ante la continua presión desde México
que le exigían a los vizcaínos viajar a tierras aztecas a cumplir con los
compromisos allí adquiridos, presión a la que los medios cubanos, heridos en su
orgullo futbolístico por las tres derrotas, respondían con la exigencia de que
los ilustres visitantes permanecieran en La Habana y extendieran la serie a la
espera del regreso de la selección nacional que había culminado su
participación mundialista.
Entre idas y venidas se consiguió finalmente alargar la presencia del Euskadi en la capital cubana entregándosele la responsabilidad de conseguir la primera victoria cubana al Hispano América, que con algunos refuerzos llevó el nombre de Selección Habana.
El 19 de Junio:
García – Panchito, Avelino – Barrios I, Barrios II (quien debió ser sustituido
por Chuli en la primera mitad tras recibir una cortada en el pómulo después de
un choque con Luis Regueiro), Mongo – Romano, Pelayo, Dávila, Cubanaleco y
Turco, saltaban al Campo de La Polar en busca de no sólo mostrar una mejor cara
y vencer por primera vez a Blasco, sino también de vencer al Euskadi, que mandó
al césped del Campo Hispanófilo a Blasco – Barcos, Aedo – Cilaurren, Muguerza,
Zubieta – Pedro Regueiro, Luis Regueiro, Lángara, Iraragorri y Urquiola, quien
debió marcharse lesionado en la segunda mitad lo que posibilitó la entrada de Larrinaga.
El terreno seco
ayudó al juego del conjunto local que mostró mejores maneras que en las
presentaciones anteriores aunque sólo la gran actuación del portero García
impidió que la combinación Luis Regueiro, Lángara e Iraragorri lograran abrir
el marcador a favor de los visitantes durante la primera mitad, misma en la que
los cubanos mandaron un balón al fondo de las redes defendidas por Blasco por
intermedio de Cubanaleco tras la salida de un córner lanzado por Turco, gol que
sería inmediatamente invalidado, ya que el rubio atacante local había sujetado
el brazo del portero visitante al momento de rematar.
El cero a cero y el mejor juego sembró la ilusión de los fanáticos locales, pero a los 12 minutos de la segunda mitad, nuevamente Lángara se convertía en el verdugo cubano anotando el 1-0 y 15 minutos más tarde repetía la dosis para poner el 2-0 con el cual terminaba el partido.
En
Junio Cuba se convertía en el primer país caribeño en asistir a una Copa del
Mundo, la selección cubana llegaba a la cita mundialista sin tener que jugar
ningún partido eliminatorio tras el retiro de Estados Unidos, Colombia, Costa
Rica, México, El Salvador y Surinam equipos que habían sido encuadrados con los
cubanos en el Grupo 11 de dichas eliminatorias.
El 5 de
Junio en Stade Munnnicipal, Toulouse ante 6 000 espectadores debutaban los
cubanos “inexpertos” cubanos contra un equipo mucho más curtido y claro
favorito Rumania, pero la rapidez de los cubanos unido a una extraordinaria
actuación de Carvajales en la puerta fueron demasiado para los europeos que no
pudieron doblegar a los antillanos cediendo un empate a tres goles.
Además
de Carvajales, Cuba alineó a Barquín y el Capitán Chorens en la defensa,
Bolero, Bolillo y Berges en el centro de campo y una delantera de lujo con
Magriñá, Tomás, Socorro, el Romperredes y Sosa.
Bindea
adelantaba a los rumanos a los 38 minutos pero Socorro empataba el partido tres
minutos más tarde marcador con el que se irían al descanso. Magriñá adelantaba
a los nuestros a los 61 y cuando parecía que el triunfo se iba del lado cubano
apareció Baratky para empatar el encuentro a los 88 y mandar el juego a los 30
minutos de alargue. Nuevamente Magriñá adelantó a los cubanos a los 93 minutos (la
FIFA otorga este gol a Héctor Socorro a los 103’) pero los rumanos volvieron a
empatar esta vez a través de Dobay al minuto 101, resultado con el que se
terminaría el juego.
Cuatro
días después el 9 de Junio en el mismo escenario se jugó el partido de
desempate entre ambos equipos. Para sorpresa de todos Ayra apareció bajo los
tres palos en lugar de Carvajales, uno de los héroes del partido anterior y que
se encontraba comentando el partido para una emisora de radio y si la labor de
Benito en el partido del 5 de Junio había sido excelente la de Ayra no se quedó
atrás con intervenciones extraordinarias.
Tal y como en el primer encuentro fueron
los europeos los encargados de romper el empate a cero goles cuando Dobay
lograba enviar el balón al fondo de las redes cuando transcurrían 35 minutos de
juego. Héctor Socorro sería el encargado de igualar el partido a los 51 minutos
y sólo seis minutos después Tomás Fernández adelantaba a los cubanas en una
jugada que algunos mencionan como fuera de juego, pero que el arbitro dio como
buena, algo que no sucedería con el gol rumano Baratky que sería anulado por
tal motivo.
Con
la victoria Cuba pasaba a los cuartos de final, convirtiéndose no solo en el
primer equipo de la zona Note-centroamericana y caribeña en ganar un partido en
Campeonatos Mundiales en suelo europeo, si no también el primero en alcanzar
esta instancia en este tipo de torneo en el viejo continente.
Cuba - Suecia |
El
12 de Junio saltaban once cubanos en busca de un nuevo milagro: Carvajales –
Barquín, Chorens, Bolero, Bolillo - Berges, Pedrito Ferrer - Tomás, Socorro,
Tuñas y Alonso fueron los hombres enviados por Tapia al terreno del Stade de
Fort Carree de Antibes, un terreno enlodado y en pésimas condiciones que
dificultaba el juego de continuos pases de los antillanos y que influyó mucho,
según la prensa internacional en varios de los goles escandinavos que pudieron
haber sido evitados de no haber sido por el lodazal y huecos en la portería
defendida por Carvajales quien a pesar de la goleada fue considerado de como
uno de los mejores jugadores del partido.
A
los pocos minutos de iniciado el partido Wetterström se escapó entre las
defensas cubanas y avanzó en línea recta sobre la portería defendida por Carvajales muestra su
calidad evitando el gol sueco.
Cuba
respondió casi de inmediato y por medio de Alonso y Socorro llevaron cierto
peligro sobre el marco defendido por Abrahamsson pero la defensa sueca se las
arregló para disipar los mismos.
A los 9 minutos llegaba de iniciadas las acciones a través de Harry Andersson a quien, como recuerdo de este partido le quedaría el apodo de “Cuba”, Wetterström se reivindicaría de su falla inicial añadiendo dos goles a los 32 y 37 minutos, pese a lo cual los cubanos no se desalentaron y buscaron la portería rival pero a la mala suerte se ensaño con los nuestros y boleros tuvo que ser retirado del campo a los 41 por una lesión y un minuto más tarde Abrahamsson le detenía un penalti a Tomás Fernández.
Wetterström
añadiría un tercer gol justo antes de que finalizara el primer tiempo y así se
mantendría el marcador hasta los diez últimos minutos de juego donde los
cubanos desgastados por el duro bregar contra los rumanos en días anteriores y con
el barrizal del Antibes fueron completamente borrados por los escandinavos que
marcaron cuatro goles por intermedio de Keller a los 80, Henry Anderson apenas
un minuto más tarde, Nyberg pondría el suyo a los 84 y Anderson cerraba la
cuenta a los 89 minutos con su tercer gol de la tarde.
Tras
la eliminación la selección regresaría a casa donde la Comisión nombrada para
hacer que el Euskadi se quedara en la isla y jugara una serie de encuentros con
el seleccionado nacional había logrado su objetivo y los vascos aceptaron el
reto aparte de sumarse al jubiloso recibimiento dado a los seleccionados tal y
como expresarán en una carta dirigida a Presidente de la Federación Cubana de
Fútbol.
“Señor D. Enrique Fernández Parajón,
Presidente de la Asociación de Foot-ball de la República de Cuba
– Habana –
Muy distinguido
señor mío: Con verdadera satisfacción le dirijo la presente para ofrecer nuestra
cooperación al merecido homenaje que tributarán a los bravos deportistas
componentes de la Selección Cubana de Fútbol que han tomado parte en el
Campeonato de La Copa del Mundo llegando a los cuartos finales y dejando por
tanto a gran altura el pabellón de este magnífico país.
Ni podemos ni
debemos faltar a los actos que se celebren en su honor por justicia,
compañerismo y agradecimiento imposible de olvidar, puesto que Federaciones,
Clubs, prensa y afición nos han colmado de atenciones.
Al ponernos por
completo a sus órdenes, nos reiteramos de usted Affmos. SS SELECCIÓN VASCA DE
FUTBOL. EQUIPO EUZKADI. Fdo. R. Irezabal. Presidente”
Selección Cubana a su llegada a La Habana |
A pesar de la
expectativa la serie comenzaba cuesta arriba para los mundialistas cubanos, que
el 3 de Julio en el Gran Stadium Cerveza Tropical y sin el alma del medio
campo: Bolillo, la selección fue goleada por los vascos con marcador de cuatro
a cero.
En busca de
iniciar con buen pie la serie el entrenador cubano Tapia, echó mano a algunos
jugadores que no habían estado en la expedición francesa y mandó ese día a Ayra
en la puerta, Barquín y Chorens en el sector defensivo, Bolero, Chuli y Juan en
la media, Magriña, Tuñas, Héctor, Dávila y Turco en la delantera para hacer
frente a Blasco – Barcos, Aedo – Cilaurren, Muguerza, Zubieta – Urquiola, Luis
Regueiro, Lángara, Larrinaga y Emilín.
La ausencia de
Bolillo fue un lastre demasiado pesado para nuestros seleccionados, que además
lucieron cansados y que sufrieron los errores de Ayra y Benito que costaron
sendos goles.
Apenas habían
transcurrido cinco minutos de juego cuando Lángara recoge un balón por el ala
derecha y desde unos 15 metros saca un disparo fuerte y colocado al segundo
poste que deja sin opciones a Ayra para el 1-0 y minutos más tarde dejaba el
marcador 2-0 con la complicidad e Ayra al parecer afectado por el sol que
castigaba de frente al portero del Hispano.
Tapia movió
rápidamente sus piezas e hizo entrar a Carvajales por Ayra y a Berges por Juan,
sin embargo apenas se habían acomodado sobre la cancha cuando a los 38 minutos
Emilín disparó de forma bombeada un balón que parecía fácil para Benito, pero
al igual que a Ayra en la segunda anotación el astro rey le jugó una mala
pasada al meta galleguista y el balón se le perdió en medio de la brillantez y
terminó en el fondo de las mallas para el tres a cero.
Para la segunda
mitad, el entrenador de los cubanos continuó moviendo a sus muchachos en busca
de una reacción metiendo a Barquín en lugar de Panchito y en los primeros
compases Cuba parecía romper la imbatibilidad de Blasco cuando Magriña soltó un
centro para que Tuñas rematara pegado al palo solo para ver como Blasco se
lanzaba y ahogaba el grito de gol con una fenomenal atajada.
De una puerta a
la otra pues casi inmediatamente, Lángara volvía a hacer de las suyas y al
minuto 10, soltó un cañonazo por la derecha que pegó en el poste y luego fue a
refugiarse al fondo del marco cubano para darle cifras definitivas al marcador.
Con el partido
ya definido el ambiente se comenzó a calentar y a la altura del minuto 18 de la
segunda mitad cuando Magriña fue derribado por Aedo, este le dice algo al
extremo derecho cubano quien inmediatamente se encara con el vasco provocando
la rápida intervención de sus compañeros para evitar que las cosas pasaran a
mayores
Pero Aedo no
había terminado y minutos más tarde vuelve sobre la humanidad de Magriña y le
deja un nomeolvides en pleno estómago al cubano, lo que inicia una serie de
discusiones que el central decide calmar con la expulsión del belicoso
visitante.
La nueva
derrota caló profundo en la directiva del futbol cubano y los presidentes de
los clubes capitalinos que tras un ir y venir decidieron que fuera el Juventud
Asturiana el que saliera en busca de la igualdad en la serie frente al conjunto
del Euzkadi, toda vez que los Toros no conocían la derrota en dos encuentros
previos frente a los vizcaínos.
Y el 10 de Julio, La Polar veía como los Toros acababan con la imbatibilidad de Blasco primero y con la de los vascos después.
Benito,
Barquín, Panchito, Galcerán, a quien se le perdonó la sanción de tres meses
impuesta unas semanas antes tras no acudir a uno de los partidos previos de la
Selección Habana frente a los vascos, Bolero, Trigueño (se lesionó a los 11
minutos de la segunda parte y debió ser sustituido por Pedro), Pelayo,
Cubananaleco, Héctor, Dávila y Paquito conformaban el once astur para enfrentar
a Blasco, Barcos, Aedo, Cilaurren, Muguerza, Zubieta, Urquiola, Luis Regueiro,
Lángara, Larrinaga y Emilín.
Guardia fue el encargado de impartir justicia y como dato
curioso usando los nuevos uniformes implantados por el colegio de árbitros,
siendo secundado en las líneas por Avelino y Alfonso.
Tal y como se
esperaba fue un encuentro muy reñido y en el que Lángara siguió siendo el gran
baluarte de los visitantes Blasco no pudo ser esta vez el bastión que había
sido en las presentaciones anteriores y vio caer su marco en par de ocasiones.
No comenzó sin embargo el cotejo con buen pie para los locales que al
minuto 21 vieron como Lángara ponía el 1-0 cobrando a la perfección un penalti
sancionado en contra de los cubanos por una mano de Trigueño dentro del área.
La ventaja duraría sólo tres minutos. Pelayo centra a la perfección
para que Héctor de cabeza pusiera la paridad y terminara con la imbatibilidad
de Blasco.
Once minutos más tarde Zubieta trata de despejar un balón dentro del
área vasca pero el cuero le pega en la mano y el central no duda en pintar el
punto penal. Héctor se encargó de cobrar el castigo mandándolo al fondo de las
redes vascas dándole así la ventaja a los locales por primera vez en toda la
serie.
Con el 2-1 a favor de los Toros se inició una segunda mitad muy pareja
en los primeros compases sucediéndose oportunidades en una y otra puerta siendo
los de la casaca verde los encargados de accionar nuevamente el marcador cuando
corrían 25 minutos del complemento.
Cilaurren logra colgar un centro sobre el área cubana y Lángara
alcanza a cabecear para empatar el marcador a 2.
Tras el empate
los visitantes mueven la banca y Pedro Regueiro entra al terreno de juego por
Zubieta colocándose como ala izquierda en ataque vizcaíno.
Sin embargo son
los cubanos los que vuelven a tomar la delantera, cuando, tras recibir un pase
de Héctor, Pelayo recorre toda la línea y logra llevarse el balón ante la
presión de Blasco y Aedo, centra para la aparición de un Paquito desmarcado que
solo tiene que empujarla para el 3-2 que sería a la postre definitivo y que
dejaba la serie empatada.
Con un partido
pendiente para definir quien se llevaría la Copa en disputa se decidió que el
Campeón Nacional: el Centro Gallego quien decidiera la suerte de los conjuntos
cubanos frente al Euzkadi.
Fueron dos
semanas de espera, dos semanas en donde se atizó y especuló mucho sobre el
partido y las posibilidades de uno y otros dos semanas de espera que terminaron
el 24 de Julio cuando los Vascos y Gallegos saltaron a los terrenos de La
Polar.
No mostraba sin
embargo el campo ubicado en el Lucero las mejores condiciones para un partido
de tanta trascendencia y más que un terreno de futbol se asemejaba al lodazal
de Antibes donde un mes antes la Selección Nacional había sido goleada 8-0 por
el conjunto sueco.
Bajo la
dirección de Tapia y vistiendo la camiseta azul celeste del Centro Gallego
salieron al terreno los cubanos: Benito – Panchito, Chorens, Bolero, Bolillo,
Juan, Magriña, Tomás, Dávila, Tuñas y Turquito se convertirían gracias a la
rivalidad entre los clubs locales en visitantes en su propia tierra durante el
transcurso del partido.
Por su parte el
Euskadi, más local que nunca y aupado por un público local anti galleísta
formaba con Blasco – Barcos, Aedo – Cilaurren, Muguerza, Zubieta – Urquiola,
Luis Regueiro, Lángara, Larrinaga y Emilio. Todos bajo el arbitraje de Dunjo.
Tras 39 minutos
de duro bregar en la que los dos equipos buscaron el marco rival sin conseguir
adelantarse llegó el primer gol del encuentro.
Magriña cobró un penalti y cuando Tuñas se disponía a cabecear fue
empujado por Cilaurren, el central no dudó y marcó la pena máxima. Tomás cobró
y mandó el cuero a besar el tejido para el único gol de los primeros 45.
Habían
transcurrido sólo tres minutos de la segunda mitad cuando Magriña recogió un
balón y arrancó por su banda agrupando a defensas primero y a Blasco después
antes de ponerlo al segundo palo donde estaba Dávila completamente desmarcado
para que el tico lo empujase y pusiera el 2-0.
Cuba jugaba
mejor y no parecía que nada pudiera cambiar el trámite del partido y la
victoria cubana, pero a los 20 minutos llegaba la jugada que cambiaría todo.
Tras un avance
vasco Larrinaga logra vencer a Benito acción que levanta a la mayor parte del
público que ovaciona el gol visitante, el color celeste de las camisetas
galleguistas era más pesado para los seguidores de los clubs habaneros locales
que el saber que los 11 hombres que la vestían eran cubanos y defendían el pabellón
nacional frente a una selección extranjera.
El impacto de
aquella acción probó ser demoledor para los jugadores cubanos que
inmediatamente decaen en su accionar, bajón anímico que es aprovechado por
Emilio para colocar el empate sólo 5 minutos después, Cilaurren con un disparo
desde afuera del área coloca el 3-2 de los vascos que casi de inmediato
colocaron el 4-2 por intermedio de Emilio tras recoger el rebote de un disparo
de Lángara.
Cuba salió por
fin de la modorra de los pies de su mejor jugador: Magriña, que se adentró en
área vasca y de un disparo cruzado venció a Blasco para de paso revivir las
esperanzas gallegas que murieron minutos más tarde cuando Emilio que campeaba
por su respeto en la banda izquierda anotaba el quinto gol vasco.
Sin piernas, ni
ánimos los Alacranes sólo tuvieron el consuelo de ver como Magriña se internaba
nuevamente en terreno contrario y anotaba el cuarto gol del equipo para el 4-5
final.
No fue sin
embargo el partido de la despedida como se esperaba, pues el Euskadi quedó
nuevamente varado en La Habana al no poder conseguir pasajes rumbo a tierras
aztecas, así que se organizó otro partido, esta vez contra los Tigres del
Hispano América que mostró una línea defensiva con tres refuerzos de lujo: Ayra
bajo los tres palos así como Panchito y Barquín en la defensa.
Los Hermanos Barrios junto a Mongo formaron en la media, dejando la delantera para Romano,
Héctor, Olivera, Cubanaleco y Paquito.
Blasco – Barcos,
Aedo, Cilaurren, Muguerza, Zubieta, Urquiola (sustituido por Pedro Regueiro en
el último minuto de juego), Luis Regueiro, Lángara, Larrinaga y Emilio. Pagán
se encargó de impartir justicia con el silbato.
A los 17
minutos Paquito dispara cruzado buscando el segundo palo de Blasco que se lanza
tratando de desviar el balón pero sin hacer contacto con este y cuando parecía
que el cuero salía desviado, apareció Cubanaleco para depositarlo en el fondo
de la portería vasca.
Tres minutos
más tarde Larrinaga empata el partido con un disparo desde afuera del área, pero
apenas dos minutos más tarde Cubanaleco habilita a Héctor que vuelve a
adelantar a los hispanófilos.
A los 31
Larrinaga vuelve a mostrar la potencia de sus disparos y con un bombazo desde
lejos pone el 2-2 con que se llevaba al medio tiempo.
Serían
nuevamente los Tigres los encargados de hacer accionar el marcador a los 25
minutos de la segunda mitad, cuando Romano levantó un centro que fue bien
rematado por Cubanaleco, quien dos minutos más tarde tendría que dejar el campo
lesionado en una de sus piernas, tras una entrada de Regueiro, Guerra ocuparía
su lugar.
Fue el recién
ingresado el encargado de poner el cuarto gol cubano, tras una gran galopada
culminó ju jugada con un potente disparo ante el cual Blasco no pudo hacer
nada.
A los 38 Olivera
se hacía presente en el marcador culminando muy bien un centro de Romano, Luis
Regueiro daba cifras definitivas (5-3) en el tiempo de descuento.
El 1 de Agosto,
en horas de la mañana, el Euskadi partía rumbo a México en el vapor “Orizabal”.
1939
Para
el verano de 1939 un equipo cubano compuesto por muchos de los jugadores que
habían participado en Campeonato Mundial de Francia es invitado a Colombia para
un extensa temporada que incluiría partidos en Bogotá, Barranquilla y Cali.
A
Bogotá llegaban los cubanos precedidos de una gran expectativa, no solo por la
gran actuación en el torneo Francés sino porque aún estaba fresca en la memoria
de los colombianos la actuación de aquel equipo de 37 que dejó a su paso una
estela de buen futbol, triunfos y goles.
Sin
embargo el debut cubano en el Estadio del Campín de Bogotá estuvo my lejos de
lo esperado y dejó un vació enorme entre el público que en la tarde del 20 de
Agosto se reunió para ver a los antillanos frente a un conjunto de Barranquilla
que sólo unos días antes había sido goleado 6-0 por el conjunto Club Municipal
Deportivo Independiente (el cual ya comenzaba a conocerse con el nombre con el
que se haría famoso “Los Millonarios”).
De un once integrado por Ayra,
Panchito, Barquín, Bolillo, Valdivia, Morales y sobre todo la delantera
compuesta por Sosa, Magriñá, Dávila y los extraordinarios Héctor Socorro y Juan
Tuñas solo podía esperarse un futbol de altura, pero la maquinaria cubana, esa
que todos quería ver y disfrutar nunca apareció, tal y como lo reflejaba el
reportero de época en su columna del Diario El Tiempo de Bogotá en su reporte:
“El
anuncio del partido contra Barranquilla movilizó una gran cantidad de público
al Estadio El Campín: íbamos a admirar los maestros, los participantes en el
Campeonato del Mundo, los Maestros salieron al field… Alinearon a las órdenes
de Mr. Weis y el balón empezó a dar tumbos….. y el equipo ¿dónde está?”
Justo a las cuatro y cinco de
la tarde el equipo de Barranquilla movía el balón desde el centro del campo y
solo un minuto más tarde ya estaba botando el primer corner de la tarde que
estuvo a punto de terminar en gol, cuando Ayra (en una tarde para el olvido,
muy lejos de aquel que maravillara en suelo galo) sale en falso y Meléndez
remata al travesaño.
El aviso se convirtió en
dominio barranquillero y la primera acción de peligro clara de la selección
cubana llegó solo a los 25 minutos de juegos cuando el Romperredes Tuñas se
queda solo ante el marco costeño pero falla en su intento. En lo que sería el inicio
de los mejores diez minutos de la primera mitad ya que solo un minuto más tarde
otra vez Meléndez falla un gol, esta vez con un remate de cabeza de Mendoza.
Cuba no tarda en responder y
el defensor barranquillero Lara se ve obligado a realizar una brillante
intervención para contener un ataque de la delantera cubana. Cuba volvería a
intentarlo a los 36 pero el disparo de Tuñas es bien rechazado por el
cancerbero local.
Barranquilla lo tuvo a los 40
pero Mendoza fallaba en la boca de la puerta cubana un centro de Mejía.
Fue Cuba quien tuvo la última
chance de la primera mitad cuando Héctor Socorro cabeceaba un balón que se iba
a incrustar en el travesaño del conjunto de la costa colombiana.
La monotonía y juego lento del
primer tiempo dieron paso a una segunda mitad marcada por las incidencias más
importantes del cotejo.
Cuba movió y poco demoró para
que Tuñas y Magriñá pusieran en aprietos al portero local que se las arregló
para conjurar el peligro. A los 10 nuevamente Cuba cerca de abrir el marcador
pero Dávila falla su remate a solo dos metros del guardameta Matos.
Por fin a los 15 minutos el
graderío tendría algo para festejar, Meléndez pasa a Mejía que centra, cayendo
el balón delante de la portería de Ayra que choca con Meléndez, que había
entrado buscando el remate, dejando el balón suelto para la aparición de
Mendoza que la empuja al fondo de las piolas para el 1-0 local.
El gol pareció despertar un
poco el juego de Cuba que solo segundos después exigía a Matos por intermedio
de Soza, era el comienzo del dominio cubano que estuvo a punto de rendir sus
frutos a los 21 minutos pero una clamorosa mano del defensor barranquillero
Picalúa dentro del área fue ignorada por el árbitro Weiss (de actuación muy
localista en la segunda etapa, según el propio reporte del Diario El Tiempo) no
cobrando el claro penal a favor de Cuba.
A los 35 nuevamente una salida
en falso de Ayra ante un avance de Romelio Martínez pone en peligro la meta
cubana que se salva a duras penas, el mismo Romelio anotaría a los 40 minutos
solo para ver su gol anulado por estar en fuera de lugar.
Cuba tendría una nueva
oportunidad con el tiempo agotándose pero el remate de Dávila se perdía
desviado.
En definitiva un 0-1 que
dejaba más dudas que certezas sobre la calidad del equipo cubano que sufriría
además todo el peso de la crítica de la prensa que resumía la actuación del
equipo caribeño de la siguiente manera”
“…
No exhibió Cuba juego de gran calidad. Fueron sus características un juego
largo y a media altura, salpicado eternamente de una envidiable lentitud, a
veces invadiendo los límites de la parsimonia desesperante.
Como
conjunto de futbol, el equipo cubano no puede ser calificado en primera línea.
A más de la lentitud, característica principal del equipo debemos anotarle
hondos vacíos en la composición de sus líneas.”
Tras
los primeros resultados del Concurso internacional, la prensa Bogotana trató de
reactivar el interés de los aficionados por el conjunto cubano, al que pocos le
daban posibilidades ante la escuadra bogotana, que había destrozado a los
mismos rivales que habían doblegado a los antillanos sol una semana antes.
Pero el seleccionado
antillano, más reposado y aclimatado mostró a los más de ocho mil aficionados
reunidos ese día su mejor cara esa con la que habían llegado precedidos a
tierras cafeteras.
Fue un partido “sensacional” con “dos
equipos jugando limpia y corajudamente gran futbol” lo que permitió las constantes llegadas de
peligro en uno y otro arco y cuyo único punto oscuro fue, tal vez la actuación
del arbitro central Donaldo Ross.
Fueron los cubanos
los encargados de mover el balón en el inicio del partido sin embargo fueron
los locales los primeros en llevar peligro al marco cuando Zapata estrella su
disparo contra la portería defendida por Ayra.
La respuesta antillana no se
hizo esperar y a lo 5 minutos Mario se
interna peligrosamente en el área de los Millos obligando al portero Álvarez a
lucirse para cortar el ataque.
Solo un minuto más tarde el
local Timón lograba anidar el balón al fondo de las redes cubanas, pero el
tanto era anulado por fuera de lugar.
Cuba vuelve al ataque y tiene
sus acciones más clara a los 10 minutos, bien conjurada por Álvarez y a los 15
minutos cuando un gran disparo de Héctor se estrella contra el marco de Bogotá.
Héctor continua su presión
sobre el marco local y apenas un minuto más tarde de su fallido disparo sufre
un encontronazo con el portero rival que deja a este lesionado por varios
minutos.
Apenas se reanuda el partido
Cuba retoma la misma tónica e Izquierdo salva de manera providencial un nuevo
avance de la delantera cubana.
A los 35 llegaría el primer
gol del local y del partido. El argentino Ruiz Díaz recibió un balón de
Piedrahita y haciendo alarde de sus cualidades dejó en el camino a Bolillo y a
Panchito se internó solo hacia el marco defendido por Ayra, pero al momento de
chutar Barquín se arrojó al suelo en busca de quitarle el balón, pero en su
intento derriba al atacante local.
El señor Ross no dudó ni un
instante y marcó el punto penal, decisión que hizo sacar de sus casillas al
entrenador cubano Tapia que se lanzó al terreno de juego para protestar
acaloradamente la decisión del
colegiado.
Calmados los ánimos Timón
convertiría el disparo desde el punto de penal para la ventaja y alegría local.
Alegría que duraría apenas 5 minutos pues al 40 Magriñá centra para que
aparezca Mario para poner el 1-1 con el que los equipos se irían al descanso.
El partido no pierde
intensidad en el segundo tiempo que empieza con los cubanos haciéndose con el
dominio del balón sin embargo son los bogotanos los que tienen las ocasiones
más claras, primero a los 15 con un disparo de Lucífero que obliga a Ayra a una
atajada y después, a los 19, en una jugada en la que Timón toma mal parada a la
defensa antillana y bate a un Ayra indefenso.
Cuba casi consigue la igualada
a los 25 cuando un gran centro de Soza se estrella en larguero cuando ya el
portero Álvarez se encontraba vencido, fue la última de los nuestros que vieron
como los bogotanos tomaban el control del juego en los minutos finales y a un
Ayra convertirse en figura. Primero a los 27 cuando desvía a corner un cabezazo
de Lucífero y luego a los 40, haciendo alarde de sus facultades, salvando otro
remate de Lucífero.
Y fue todo, Cuba terminaba
cayendo por segunda vez en igual de partidos en suelo Bogotano, pero el sabor
dejado por el conjunto nacional fue muy diferente esta vez algo que la misma
prensa que los criticó duramente solo unos días antes, no dudó en elogiar:
“…
Pocos equipos hemos visto en Bogotá de la talla del seleccionado cubano. Juego
homogéneo, hombres dominadores del balón, líneas trabazonadas y gran rapidez en
el campo, son las características del conjunto que perdió ayer en el Campín
ante los Millonarios”
La
victoria local motivó a mas de seis mil espectadores a reunirse en la tarde del
18 de Septiembre en el Campín para presenciar la revancha entre ambos equipos,
un partido en el que los cubanos impusieron su juego lento de constantes pases
pero que no supieron capitalizar y terminaron cediendo un inmerecido empate.
Con un Matamoros en gran forma
surtiendo constantemente a la delantera cubana, Sosa y Dávila se convertían en
pesadilla constante para Álvarez y que presagiaban la caída del arco rival que
llegaría a los 15 minutos.
Matamoros lanzó un potente
centro que es recogido por Dávila que bate con un tiro débil y raso al portero
local .
Los bogotanos casi no tuvieron
tiempo de asimilar el gol y Cuba estuvo a punto de doblar la ventaja tras
potente remate de Matamoros que pasa lamiendo el poste derecho de los
Millonarios.
A los 36 llegaría el segundo
gol cubano, tras un saque de banda botado por Sosa, el portero local suelta el
balón y es aprovechado por Mario que la manda al fondo de las redes para el dos
– cero con que cerraría la primera parte.
Para la segunda mitad llegó la
reacción de los locales que avisaron a solo cinco minutos de reiniciado el
encuentro cuando Carvajal estrella el balón en el larguero de la portería
cubana y Ruiz Díaz tira fuera el contrarremate.
Tan solo dos minutos más y
Carvajal se pierde el descuento solo frente a Ayra quien tres minutos más tarde
no podía evitar el primer gol de Millos logrado por Ruiz Díaz tras desmarcarse
de la defensa cubana.
El gol motivó a conjunto
cafetero que buscó el empate y presionó al conjunto cubano que solo logró
reaccionar después de 25 minutos de juego y acercarse con peligro a los 33 con
un disparo que es bien contenido por Álvarez.
Con el tiempo agotándose y
cuando parecía que Cuba se llevaba la victoria apareció Martínez para cerrar la
pinza tras un centro de Zapata y marcar el gol del empate definitivo.
El partido de despida jugado
el 1 de Octubre fue sin duda la mejor exhibición
de la selección cubana en la capital colombiana que se llenó de elogios para el
conjunto antillano que no pudo contar con la fortuna de llevarse una más que
merecida victoria.
Los cubanos que habían
prometido en la víspera, que el portero local Álvarez conocería lo que era el
sabor de una goleada, se lanzaron al ataque desde el mismo comienzo sobre la
meta del equipo local asedio que se repitió una y otra vez a lo largo de los 90
minutos de juego.
Sin embargo fue Millos el
primero en celebrar, a los 29 minutos, cuando el local López cortó un pase de
Valdivia para Mario, sirvió el balón a Valdivia quién cruzó para Ruiz Díaz,
quien tras burlar a Bolero y a Pancho sacó un disparo fuerte para batir al meta
cubano. En lo que la prensa local no dudó en catalogar como un golpe de mala
fortuna para el conjunto cubano que monopolizaba el control del juego.
El gol local no mermó el juego
antillano que aumentó aun más su dominio, transcurrieron entonces ocho minutos de violentos ataques en los que Álvarez
se las arregla para mantener la diferencia, hasta que Mario recibe un balón y
ante la marca de dos jugadores locales decide hacer un pase atrás “medido y matemático” para Tuñas quien cañonea con violencia para
el empate a uno.
El sabor del gol hizo que los
cubanos desplegaran su mejor futbol en los 16 minutos finales obligando al
portero local a milagrosas intervenciones y salidas largas buscando desahogar
el aluvión cubano que sin embargó no vio los esfuerzos premiados con el gol que
los pusiera al frente.
Con unos cubanos inspirados y
un equipo local sin encontrar respuestas el pesimismo se apoderaba de los
aficionados que no veían como podría ganarse a tan portentoso equipo.
Para el segundo tiempo la
tónica del juego no cambia y lo acontecido en el primer cuarto de hora y el
segundo tanto cubano, la prensa local lo resumía así:
“…
Quince minutos se han jugado sobre el área local excepción hecha de vacilantes
acometidas de los Millos que se han estrellado consecutivamente cuando no en
Valdivia, Bolillo y Bolero, en Barquín y Pancho; cuando Sosa, que ha sido una
fuente de implacables tiros al centro, coloca a Mario en posesión de la bola,
éste despacha con violencia tal que no permite a Álvarez bloquearla ni al
público apreciar la brecha que se abrió este segundo tanto del primer
desempate.”
Los locales tratan de
reaccionar pero el juego de los cubanos se lo impide y parece inevitable el
tercero, pero la mala fortuna vuelve a golpear a la escuadra cubana y una
escapada aislada de Timón termina con un centro que Zapata lograr conectar para
decretar el empate.
Aun no se acomodaba el publico
tras la celebración cuando cae el tercer gol cubano. Cuba mueve desde el centro
para que Sosa la reciba y saque un centro templado para la aparición de Tuñas
que sin pararla y a corta distancia vence al formidable arquero local.
Con solo diez minutos el
equipo local trató de reaccionar pero sus delanteros argentinos no lograban
tener el rol predominante que tuvieron en el primer partido de la serie.
Con el tiempo agotándose y la
esperanza de un empate diluyéndose rápidamente, llegó lo inesperado, tras un
corner, Ruiz Díaz fusila a Ayra que da un rechace que cae a los pies de Zapata
quien a menos de un metro solo tiene que empujarla para el tres a tres
definitivo.
Días después partían los
cubanos por tren hacia la ciudad de Cali a la que llegan el Domingo 8. La
delegación encabezada por Longino Rodríguez, Ernesto Azúa y el entrenador Tapia
fue recibida por el Presidente de la Liga Vallecaucana Daniel Mallarino,
representantes y Presidentes de todos los clubs locales así como Manuel García,
representante del conjunto habanero que había arribado a la ciudad días antes.
El
día 15 de Octubre en Cali, los cubanos se tomarían la revancha frente a los
Millonarios ante más de 8 mil aficionados a los que ni lo gris y lluvioso de la
tarde les fue impedimento para presenciar el cotejo.
Bajo
la dirección del Señor Ernesto Sablesinger los Millonarios alinearon con Álvarez
– Izquierdo, Rodríguez – Cuezo, Sanbranzky – Lucífero, Ruiz Díaz, Timón, Zapata
y Martínez. Por su parte Ayra – Bolillo, Barquín – Berger, Valdivia, Morales –
Sosa, Tuñas, Dávila, Mario López y Magriñá.
Desde
el mismo comienzo del partido ambos equipos mostraron un juego alegre y
ambicioso lo que hizo que se produjeran situaciones de peligro en ambas porterías.
A pesar de que la delantera cubana se mostraba más peligrosa fueron los locales
los encargados de abrir la cuenta. Corrían los 22 minutos cuando Martínez baja
por su ala de ataque, burla a Barquín y retraza el balón para que Timón con un
formidable disparo a unos 20 metros de la portería deje sin opciones a Ayra.
El
gol avivó el ataque cubano, con jugadas vertiginosas que ponían en constante
peligro el arco defendido por Álvarez, que ve caer su meta tras un disparo de
Dávila, pero el juez del encuentro anula el gol por posición adelantada de
Sosa.
El
gol rondaba y Tuñas fue el encargado de lograrlo, Álvarez sale en falso y el
“Trabuco” como apoderaron los colombianos a nuestro Romperredes aprovecha para
sortearlo y anotar limpiamente el gol del empate.
La
intensidad del partido no decae aunque la superioridad del juego cubano de
pases largos y altos se hace evidente y la delantera antillana bombardea desde
todos los ángulos la portería de los locales, que aun en medio de la presión
logran que Timón se escape y se pare solo frente a Ayra que conjura el peligro
con una gran intervención. La respuesta llegó casi de inmediato pero Dávila no
puede aprovechar otra salida en falso de Álvarez y su disparo sale desviado por
apenas unos centímetros.
A
los 32 la delantera cubana despliega otro de sus ataques, Sosa hace un pase
cruzado que cae frente al arco colombiano y que Magriñá aprovecha para con
certero cabezazo poner el segundo gol cubano.
Mientras
los cubanos incrementaban su ataque en los minutos finales del primer tiempo “las líneas de los Millonarios juegan a la
Buena de Dios” , mientras que sus intentos de ataque son controlados sin
problemas por Bolillo que parece multiplicarse por todo el campo y terminan el
primer periodo con un magnifico cañonazo que Álvarez logra desviar con una
soberbia intervención.
Al
inicio del segundo tiempo los Millos trataron de reaccionar pero los cubanos
pronto retoman el control del juego lo cual hace pensar a los presentes en que
el triunfo es imposible que se les escape a los visitantes impresión que se acentúan
a los 15 minutos cuando Tuñas anota su segundo gol de la tarde aprovechando un
entrevero en el área colombiana .
El
29 de Octubre se verían las caras por primera vez con el conjunto paraguayo
Atlético Corrales, en un encuentro que levanta grandes expectativas y atrae a
más de 10 000 espectadores al estadio departamental de la ciudad de Cali.
Cuando
el árbitro central Ernesto Schiensinger, auxiliado por Ronquillo y Merino, dio
el pitazo inicial del encuentro a las cuatro y diez de la tarde los equipos
formaban de la siguiente manera. Cuba: Ayra- Barquín y Bolillo – Morales,
Valdivia y Berges – Magriñá, Mario López, Dávila, Tuñas y Sosa. Paraguay:
Fanego – Seguell y Acosta – Mariscotti, Ortega y Escobar – Roldán, Morales,
Casco, Quiñones y Gómez.
Fue
un cotejo que en la primera mitad dejó un mal sabor a los allí congregados con
ambos equipos mostrándose nerviosos y en el que aunque Cuba dominó los primeros
compases luego los guaraníes nivelarían las acciones al punto de tener varias
ocasiones de gol frente al marco de Ayra que logró contener sin muchos
problemas. La más clara sin embargo vino del lado antillano cuando Sosa se
lanza al ataque y lanza un centro templado y a media altura que el portero paraguayo
no mide bien quedándole el balón a Tuñas que inexplicablemente estrella su
remate en el travesaño.
El
segundo tiempo trajo el futbol, las ganas …. y los goles. Son los sudamericanos
los que dan el primer zarpazo, cuando apenas transcurrían 2 minutos. Casco
empalma un espectacular remate desde unos 25 metros de distancia que deja
atónito a Ayra que solo puede ver como el balón se incrusta en el fondo de las
redes.
Cuba
responde rápido y Sosa suelta otro centro, este largo y cruzado que encuentra a
Magriñá que de cabeza empareja el cotejo. Casi de inmediato Paraguay está cerca
del segundo cuando el propio Casco logra burlar a unos defensas cubanos pero su
disparo se estrella en el poste.
El
dominio guaraní se incrementa y Gómez incrusta otro balón contra el poste de la
portería de Ayra, solo que esta vez Casco logra recoger el rebote y desvanecer
el empate.
Cuba - Paraguay (Primer gol de Cuba, Rematado de cabeza por Dávila) |
Solo
unos minutos más tarde Fanego se lesiona en una de sus innumerables
intervenciones ante los delanteros cubanos quedando bastante disminuido físicamente.
Habían
transcurrido solo 10 minutos desde el gol de paraguayo cuando Tuñas vuelve a
igualar el marcador y solo segundos después el mismo Tuñas se aprovecha de una
confusión dentro del área paraguaya para poner el tercer gol y la ventaja
cubana.
Apenas
tres días después los mismos equipos volvieron a medirse en el mismo lugar con
nueva victoria cubana esta vez lograda con mayor claridad, si bien no por lo
amplio del marcador (apenas un 2-1), sino por el dominio ejercido sobre todo en
la segunda mitad, ante una concurrencia
que desde muy temprano abarrotó el estadio departamental.
Cuba
mandó a Ayra a la puerta, - Bolillo y Barquín formaron la pareja de defensas,
mientras que en el medio campo estuvieron Morales, Valdivia y Berges dejando el
ataque para Matamoros, Piedra, Socorro, Tuñas y Sosa. Mientras que el Atlético
remplazó al lesionado Fanego por Laguardia en la puerta; Sarmiento y Acosta
actuaron como defensas; Serguei, Ortega y Escobar fueron los medios y arriba
estuvieron Mendoza, Morales, Casco, Roldán y Gómez. El señor Kurt Bieler sería
el encargado de impartir justicia secundado en las líneas por Minuto y
Ceballos.
No
hubo respiro durante los 90 minutos y el juego fue un constante ir e venir con
situaciones en ambos arcos haciendo que los arqueros se lucieran una y otra
vez. A los 15 minutos la delantera cubana se lanza como tromba al ataque y la
defensa guaraní sede un tiro de esquina que bien cobrado es aprovechado por
Héctor Socorro para con un impecable poner a los nuestros al frente.
Paraguay
respondería con el del empate al os 30 minutos cuando Casco, delantero centro
paraguayo, se combina con Gómez para burlar
al defensa cubana y desde unos quince metros saca un disparo que deja a
Ayra sin opciones, empate con el que se irían al descanso.
Para
el segundo tiempo los paraguayos reciente la ausencia de algunas de sus
figuras, lo que se agrava con la salida por lesión, flaquezas que son bien
capitalizadas por los cubanos que acentúan su dominio, el cual rinde sus frutos
a los 25 minutos cuando Dávila de cabeza manda al fondo de las piolas un centro
salido desde la derecha.
Tras
el gol los 20 minutos restantes fueron de un agobiante dominio del conjunto
cubano, que sin embargo no supo capitalizar ese dominio en goles y se despedía
de la afición caleña con un nuevo triunfo.
De
Cali a Barranquilla y allí el 12 de Noviembre se vieron las cara con el
conjunto local en el Estadio Municipal de esa ciudad.
Apenas iniciado el encuentro los locales salieron a hacer respetar su estadio y los ataques se sucedieron sobre el marco cubano defendido por un Ayra en otra gran tarde. Sin embargo fueron los visitantes los que se ponían en ventaja ante la sorpresa de los allí reunidos, lo cual hizo que los costeños buscaran con más ansias el gol del empate que llegaría solo minutos más tarde.
Cuba
volvió a ponerse al frente tras una serie de impecables combinaciones que
terminó con un centro desde la izquierda para que uno de los delanteros cubanos
mandara el balón al fondo de las redes para el 2-1 en los minutos finales del
primer tiempo, pero aun quedaba tiempo para más y una combinación de Lara, Meléndez y Torres termina con el gol del empate para
los barranquilleros.
El
dos a dos, pareció abrir aun más el apetito futbolístico de ambos equipos que
entregaron un brillante segundo tiempo en el que cayeron otros dos goles uno
por cada equipo para el tres a tres final.
El
19 de Noviembre el Estadio Municipal de Barranquilla albergó la revancha entre
paraguayos y cubanos.
Fueron
los cubanos los que monopolizaron el balón desde el mismo comienzo, con una
gran conexión entre sus líneas y un Bolillo que en una tarde esplendida cortaba
todos los intentos de avance de la delantera guaraní y empujaba con tino y
maestría la línea ofensiva cubana que no logra doblegar al portero paraguayo
Fanego, que en más de una ocasión salva lo que parecían goles claros.
La
inefectividad cubana ante la puerta contraria contrasta con la de los del
Corrales que en una de sus pocas llegadas del primer tiempo logran adelantarse a
través de Morales en los minutos finales del primer tiempo.
Para
el segundo tiempo el balón cambió de dueño y los paraguayos comenzaron a
conectar mejor y llevar peligro sobre el marco cubano, sin embargo y tal como
en el primer tiempo, el dominador no es quien marca, al menos, el primer gol ya
que es Valdivia quien es desde el punto penalti iguala el encuentro.
El
gol no mermó en nada el dominio del Atlético, que a diferencia de los cubanos
si supieron convertirlo en goles, dos, ambos gracias a Casco
Tras
la derrota los cubanos enfrentaron al equipo local Juventud Junior el día 26 de
Noviembre para terminar así su temporada por tierras colombianas, partido que
se saldó con una victoria cubana de 5 goles contra tres (los goles locales
anotados dos por Recio y uno por Roberto Meléndez) sin que se haga reseña de
quienes lo hicieron por los antillanos aunque si se resalta la gran actuación
de la delantera cubana conformada por Socorro, Sosa, Matamoros, Mario y Tuñas y
sobre todo de la actuación de Bolillo en el mediocampo del conjunto habanero.
Se
anuncia además la contratación del jugador costeño Roberto “el Flaco” Meléndez
por el conjunto cubano convirtiéndose así en el primer jugador colombiano en
ser contratado por un conjunto extranjero.
A
finales de 1939 visita la selección Juvenil Mexicana cuya presencia se debe en
gran medida al esfuerzo del gran activista William A. Cambell que consigue
llegar a un acuerdo con los dirigentes del hermano país para iniciar una serie
de partidos anuales con el objetivo de agenciarse la Copa William Campbell la
cual quedaría en poder del equipo que ganase tres partidos consecutivos o al
primero en conquistar cinco juegos.
A
un gran conocedor como Pedro Tapia se le confió la preparación de los juveniles
cubanos. El 18 de Diciembre Gilberto Valdés y Orlando Timiraos (porteros);
Ernesto Martínez, Mariano Bellota y J.M. Ibarra (Defensas); Orlando “Jabao”
O’Farril, Nicolás “Hormiguita” Navarro, Eduardo “Kakikato” Hernández y Alfonso
Barciela (Medios); Manolito “Alemán” Martínez, Antonio “Pepito” Matías, Agustín
“Tin” Sáenz, Luis “Carnerita” Gironella, Santiago “Wampiro” Veiga, Juan Molina,
Luis “Jimagua” Laborit, Jesús Valdés, Aurelio “Bebo” Álvarez y Luis Quintanilla
(Delanteros), se reunían para comenzar los entrenamientos con vistas al partido
con los aztecas, mismo que se jugó el 24 de Diciembre en el Gran Stadium
Cerveza Tropical y que terminó con el triunfo de los locales con marcador de
2-0.
Para el año siguiente, los
muchachitos cubanos se alistaron para retornar la visita a los mexicanos pero
al final se quedaron con las maletas hechas al cancelarse el viaje a última
hora, iniciándose una espera que duraría 13 años.
Agradecimiento al Sr: José Antonio Pastor Pacheco por las fotos de la Gira por Colombia
Agradecimiento al Sr: José Antonio Pastor Pacheco por las fotos de la Gira por Colombia
Mi abuelo jugó fútbol profesional en los años 30. Tengo algunas fotos que les puedo compartir.
ResponderBorrarSerían muy apreciadas!!!! puedes enviarmelas a mario1971lara@gmail.com, con tu nombre y el de tu abuelo. Muchas gracias.
BorrarTIENEN TODAS LAS FOTOS DE LOS 15 JUGADORES CUBANOS DEL MUNDIAL DE 1938 ESOTY FORMANDOS SELECCIONES CLASICAS EN UN SISTEMA DE JUEGO PES 2019 KONAMI PARA COMPLETAR TODA UNA LIGA COMPLETA DE CONCACAF Y CONMEBOL
ResponderBorrarFelicitaciones por el blog...interesante los datos que manejan...deseaba saber si poseen las nóminas de los países en la rama del fútbol que participaron en los II Juegos Centroamericanos y el Caribe en La Habana 1930; así como algunas fotografías de esos partidos...Bendiciones.
ResponderBorrarBuenas gracias por el comentario, acabamos de agregar dos fotos del Campeonato Centroamericano de 1930
BorrarRicardo"Zamorita"Más,era mi abuelo.
ResponderBorrarBuenas, me interesaría contactar con usted. le respondí a su correo electronico
BorrarMi bisabuelo Kurt Bieler
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