Sin sorpresas.

Distante y Borroso, así luce el futuro d ela seleccion Sub17 cubana de futbol tras lo visto en el Torneo Sub16 de la UNCAF

El domingo terminó el Campeonato Sub16 de la UNCAF y con ello la participación del conjunto cubano en ese torneo misma que cerró con un saldo de 4 derrotas en igual número de partidos, un resultado que poco o nada debe sorprendernos, más allá de apasionamientos familiares.

 

Cuba fue una agrupación de jugadores que mostró poco asociación o cara de equipo que lo hizo lucir más infantil de lo que la edad de los jugadores podría revelar, un factor que sin duda alguna devela la escasez de preparación o el déficit de juegos con el que nuestros muchachos llegaron al Torneo.

 

Muchos han hecho tiras del director técnico del seleccionado, el Sr Sandro Sevillano, que si bien conocí o supe de su nivel como jugador poco puedo decir de su capacidad como técnico, pero bueno o malo en su trabajo la misión que se le entregó fue mucho más que complicada, se le dio un lápiz y se le dijo “Vaya a la guerra mijo y a ver como resuelve”.

 

Quien alguna vez se haya parado en una línea o haya tratado de preparar un equipo, sabría perfectamente que no se puede preparar uno en una semana y mucho menos con el defit de partidos con el que llegaban los muchachos y ante selecciones que se había preparado conscientemente para el Campeonato.

 

Pero si el equipo lucio mal, individualmente tampoco hubo rescatable, un grupo de muchachos muy parejos y en el que no se vio a nadie resaltar por encima de los demás o decir: este es, un párrafo este que me buscará más enemigos d ellos que ya tengo y es que en Cuba cada critica u observación sobre un jugador, se toma como un ataque personal haciendo que familiares y amigos del mismo se lancen guerras facebusinas que a la larga solo terminarán afectando a quien quieren defender, y es que la crítica u observación externa normalmente aclara cosas que el apasionamiento que el corazón no nos deja ver, no por gusto aquello de que en el domino y en el ajedrez el que está afuera ve mejor las jugadas, algo que también es aplicable al futbol, quien no lo quiera ver así allá él con su condena.

 

Convengamos que estos chicos han sido uno de los grupos más afectados por factores atípicos como fue el parón de casi dos años por la Pandemia del Covid y después claro por el cáncer que afecta al futbol cubano desde hace año y que se ha agravado desde la llega de la PPL al pedro Marrero y que es la falta de organización y total desinterés por el desarrollo del futbol en nuestro país.

 

Si bien he visto en redes sociales hablar de que hay mucho talento, la pregunta es ¿a qué nos referimos con la palabra talento? ¿Saber para el balón, Hacer una filigrana o tirar un caño? El talento va mucho más allá de eso, va en saber moverse sin balón dentro de la cancha, saber tomar decisiones en cada momento del partido, algo que es vital a la hora de los análisis de cualquier scout profesional, cosas estas que se van aprendiendo, claro con la acumulación de minutos de juego, la deuda eterna de nuestro futbol y que si bien en torneos anteriores no se notaba mucho en categoría inferiores el cada vez más creciente del profesionalismo y el compromiso de los equipos con divisiones inferiores comenzará a abrir una brecha más grandes entre los que invierten en esas divisiones y quienes no.

 

Que no está los que deben estar dicen algunos, que los mejores quedaron fuera y que el regionalismo ha sido parte de la forma con que la que se hizo el conjunto, puede ser, pero… ¿quién puede asegurar esto cien por ciento? Nadie la verdad, porque cada quien vio lo suyo o los de sus zonas y nadie pudo ver lo que pudieron ofrecer los de las otras zonas porque nunca se vieron las caras los unos con los otros, no hubo torneo final y el campeón se designó, como todo en Cuba a dedo, tomando quien sabe que requisitos para tomar la decisión, algo que dejó a tirios y troyanos reclamando para ellos el título que pensaban era suyo.

 

¿Regionalismo? Pudiera ser y es un factor que cada provincia reclama ante la ausencia de los suyos en las selecciones, pero es un flagela contra el que se lucha en la misma provincia, de nada sirve tratar de sacudir las ramas (el Marrero) si las raíces son las que están dañadas y es que esa pelea, ese llevar a mis chicos a la selección, o al menos que sean tenidos en cuenta está en la manos de los comisionados provinciales que doblan la cérvix ante promesas o prebendas ofrecidas por los magnates del futbol cubano, que por supuesto usan esas plazas para pagar deudas contraídas con particulares o amigos por las regalías recibidas.

 

Habrá quien diga que lo importante es que los muchachos tuvieron fogueo, que se jugó, pero ¿de qué realmente sirven cuatro partidos si da regreso a Cuba son mandados a sus provincias y después se les vuelve a reunir 15 días antes del Premundial? No sirvió de nada, se malgastó el tiempo, se desperdició una gran oportunidad. No hay análisis posibles, no hay correcciones que se puedan hacer, no hay evaluación posible de que se hizo mal o bien.

 

¿Lo más triste? Que apuntamos a otro papelazo en el Premundial del próximo año. Viremos la página y no la emprendamos contra los muchachos, el técnico o el familiar del que se quedó o el que fue, miremos a la raíz del problema, miremos quien es la causa del mal papel; Comisionados Provinciales, Directivos del Futbol Nacional, a esos, en la cara hay que decirles las verdades y dejar de oírles historias tristes de planes futuros o proyectos de desarrollo porque para que haya un mañana tiene que haber un hoy, y el hoy no luce nada halagador.