Espejismo.

Cuba, con un equipo de remiendos goleó a Nicaragua 3-0, en partido que acaba de terminar en un resultado sorpresivo no solo por lo visto en el terreno de juego, sino por como llegó el equipo cubano, que demostró lo que habíamos hablado hoy en horas de la mañana, que equipo mostró poco y salvó la noche gracias a las individualidades y de una efectividad envidiable frente al marco.

 

Fue el de hoy uno de los más pobres partidos de la era Pablo Elier, más allá del resultado pero fue un partido en el que Cuba aprovechó los regalos y las oportunidades que tuvo.

 

Con el ripio de equipo que le dejaron los Federativos cubanos Pablo armó lo que pudo y los aficionados prendimos velas, que casi provocan un incendio en los primeros 20 minutos de juego donde el área de Cuba fue un frontón desde donde rebotaba el balón constantemente sin lograr pasar la media cancha.

 

Monopolio del balón nica que atacaba por las bandas en las que no aparecían los laterales cubanos y que obligaban a Piedra a cortar y una vez sobre el lado izquierdo don Asnel se había convertido en un fantasma, la luz no aparecía para Cuba y la noche se avecinaba larga para los nuestros pero el delantero Moreno les prendió el reflector haciéndose expulsar infantilmente a los 20 minutos de juego.

 

La expulsión desdibujó a los locales, que no tuvieron alternativas de juegos sin un referente en el centro de ataque, Cuba mejoró algo y por lo menos pudo ver el cuero, que hasta ese momento solo lo había tenido en fotos.

 

Sin encontrar respuesta al golpe de la expulsión, un error en la marca nicaragüense, fue aprovechado por Pozo para mandar un balón filtrado entre los centrales nicas muy abiertos y en línea para Maykel Reyes que solo tuvo que apretar el acelerador para marcar el primero de la noche a pesar de los trompicones.

 

El gol líquido la musa de los nicas y Piedra, el mejor jugador cubano de la noche, los martilló para el segundo.

 

La segunda mitad arrancó en la misma tónica de la primera, con Nicaragua controlando el balón, pero sin profundidad y Cuba sin conseguir hilvanar tres pases y tratando de hacer tiempo en todo lo posible, el desgaste de jugar con uno de menos ante un rival más fuerte desgastó a los nicas que no pudieron contener la cabalgada de Pozo para el tercer gol de Cuba.

 

El tres cero, líquido el partido y lo demás fue deleitarse con las filigranas de Reyes, que fue el único de los que arrancó en partido en no terminar arrastrando los pies.

 

Victoria al final del día que dejará felices a algunos, porque goles y triunfos son amores pero que abre muchas dudas de cara al sábado no sólo por la poca cohesión de juego si no por el estado físico de los jugadores tras la salida de varios de ellos con evidentes molestias físicas.