Misión cumplida.

Hace unos días atrás el director técnico de la selección cubana de futbol prometía que la Tricolor tendría una actuación histórica en la Copa Oro y hoy tras cerrar la actuación cubana en el torneo hay que decir que el villaclareño cumplió su promesa: Cuba hizo historia al convertirse en el peor equipo en una fase de grupos en una Copa Oro.

Tres derrotas en igual número de partidos con 17 goles en contra y ninguno marcado fue el saldo que marcará para siempre a esta selección cubana de futbol y que queda solo por debajo de la actuación de Samoa en una Copa de Oceanía en la que perdió igualmente sus tres encuentros pero recibió dos goles más que los nuestros (19) sin conseguir ninguno.

De nada sirve entrar en análisis baratos de partido hoy de lo impresentable de la actuación de algunos jugadores que se sabía de antemano que la selección nacional les quedaba grande, ni de lo fallido de la labor de Mederos al frente de la Tricolor, ni de sus trillados discursos sobre las tácticas modernas etc, ni tampoco del trillado tema de os legionarios.

Y no vale la pena porque lo visto hoy no es el reflejo o es consecuencia de ninguno de esos factores, lo visto hoy es la consecuencia de un proceso de varios años, amamantado, protegido y hasta justificado por algunos que hoy quieren alzarse como defensores del futbol cubano o abanderados del cambio.

Lo visto hoy el reflejo de años de Campeonatos Nacionales ridículamente cortos, del robo constante de los recursos destinados al futbol que terminan una y otra vez en los bolsillos de los magnates de la AFC y el INDER bajo la mirada cómplice de la FIFA, de la pobre capacitación de nuestros directores técnicos de limitación al desarrollo progresivo y libre de los jugadores, es el resultado de una política errónea, arcaica y hasta prehistórica que empuja al futbol cubano, a los talentos a la extinción.

Lo visto hoy no es ni siquiera, aunque los trogloditas de siempre quieran achacárselo a la migración de los jugadores cubanos, y no lo es porque al echarle un vistazo a la selección cubana de hoy se puede ver que los grandes referentes del equipo parecieran haber involucionado o al menos quedados varados en el tiempo.

Esos que hoy son criticados, minimizados y hasta desechados por algunos bajo la bandera de los legionarios, fueron los mismos que hace unos años atrás dieron gloria, efímera tal vez pero gloria al fin y al cabo al futbol cubano.

Esos que hoy muchos reclaman deben abandonar la selección que son calificados de mediocres conseguían meter a Cuba por primera vez en una Copa Mundial de Futbol o regresarla al podio de unos Juegos Centroamericanos y del Caribe después de casi 30 años, pero el futbol no perdona, o quizás debería decir las políticas obsoletas y de control total, de manipulación y destrucción a que se ha sometido el futbol cubano de manera permanente durante los últimos años no perdonan y esos que un día hicieron hincar la rodilla a rivales centroamericanos y caribeños hoy no pueden mantener el paso de aquellos que un día fueron sus víctimas.

Cuba se marcha hoy de la Copa Oro con la maleta llena de goles, bajo el canto de cientos de voces que invitan a los jugadores a deserciones y con la sensación de que lo peor para el futbol cubano, para estos jugadores está por venir, porque hoy más que nunca se demuestra que el problema del futbol cubano no pasa por los jugadores, el problema real del futbol cubano está en la corrupción de sus dirigentes y en un sistema político fallido.

Hoy es el día no de enarbolar las banderas de los legionarios, hoy es el día de clamar justicia, de reclamar renuncias de los causantes, de exigir respeto a nuestros jugadores, de pedir y exigirle a la FIFA que se deje de paños tibios con la Federación Cubana, que exija explicaciones y explicaciones reales de los malos resultados a pesar del influjo constante de capital a la Federación Cubana.

No permitamos que ansias falsamente patrióticas nos hagan reclamar soluciones cosméticas que nada resuelven a largo plazo o de manera real al futbol cubano y permitan darle un respiro a los corruptos, hoy su mal trabajo está a la vista de todo el mundo, hoy es hora de unirnos, de apretarles el cuello, de ahogarlos legalmente y arrancarlos de raíz de nuestro futbol.

Es hora de decir: BASTA