La suerte del Campeón.

Es una frase que se utiliza mucho en el fútbol cuando se habla de cirscuntancias fortuitas que se decantan siempre por el equipo Campeón siempre en sentido positivo sin embargo en Cuba, especialmente en el caso del Campeón Cubano de Fútbol Sala: Granma, van en sentido inverso.

Circunstancias o situaciones que en este caso no tienen nada que ver con lo fortuito y si con la mala gestión de las autoridades de gobierno y futbolísticas de dicha provincia.

Tal pareciera que la obtención del título hubiese sido una maldición pues desde el día uno de la obtención del mismo han tenido que sufrir la desatención ¿recuerdan las famosas fotos del equipo granmense durmiendo en el suelo tras haberse quedado sin transporte de regreso a su provincia y por las cuales sancionaron a varios atletas?

La situación, varios años después, no ha cambiado y los granmenses se suman a la Pandemia de dejadez y olvido que sufren los equipos de fútbol sala del país y a la que se unen también los equipos de Cienfuegos, tal y como mencionábamos en un post anterior, Pinar del Río y algún otro que aún no se atreve a salir a la superficie. 

Problemas de todos tipos desde la mala alimentación hasta la transportación del equipo que en estos momentos está en la lucha por uno de los puestos en semifinales y cuyas quejas caen en oídos sordos tanto del comisionado provincial como de las mismas autoridades provinciales, en una historia que parece repetirse en cada una de las provincias participantes en este torneo, algo que demuestra la pésima organización del mismo y el tremendisimo error que ha sido su estructura actual y dejar que sean las provincias las encargadas de hacerse responsables tanto de la alimentación como la transportación de los equipos.

Y si la situación es alarmante y molesta se complica aún mas por el hecho de que no existe una institución a la que los atletas puedan exigir o pedir que se les ayude y mucho menos la sustitución de elementos como estos directivos de guayabera y Buró que no hacen nada por resolver este tipo de situaciones ya que los directivos nacionales son el espejo de ineficiencia, oportunismo y dejadez por los que se guían los de las provincias.

Esperemos que esta vez en vez de dedicar todo su esfuerzo en una caseria de brujas para sancionar a los atletas se utilice ese tiempo y esfuerzo en darles una mejor atención.