La selección cubana de futbol logró hoy una importante victoria de tres goles a cero sobre el seleccionado de Barbados, en un partido al que le sobraron los últimos 20 minutos, en los que Cuba jugó a medio gas y sin desgastarse.
Fiel a su filosofía Pablo Elier Sánchez mandó a la cancha al seleccionado nacional con el mismo 4-4-2 que empleó en Guadalupe hace unos días atrás con solo dos diferencias, Sandy Sánchez en la puerta por Nelson Johnston y Dayron Reyes tirado más sobre la banda centralizando a Arichel Hernández en un intercambio de posiciones que le permitió al capitalino lanzar balones cruzados y entrar con perfil cambio y buscar a la puerta dándole la posibilidad a Arichel, más goleador que Dayron a aparecer entre los delanteros del equipo y buscar puerta, algo que funcionó perfectamente.
Cuba monopolizó el balón desde el primer momento pero sin mucha claridad en las ideas o como terminar los acercamientos ya fuese por dentro o por las bandas por las que los laterales cubanos: Corrales y Morejón actuaban como verdaderos carrileros sumándose constantemente al ataque, pero sin imponer un trámite rápido o de vértigo haciendo que el partido cayera en un ritmo soporífero del que nos sacó William Pozo con un gol de otro partido tras recibir un pase de Dairon Reyes y ponerle una rosca endiablada al cuero que se coló junto al poste izquierdo del meta barbadense que solo lo acompaño con la mirada.
Apenas tres minutos después Arichel apareció por el medio y definió solo ante el arquero rival en una jugada en la que el villaclareño parecía haber tomado ventaja de una posición de fuera de juego, y que confundió a propios y extraños y que el central concedió como válido.
Un dos cero que trajo la tranquilidad y con el que se fue al descanso.
De regreso a la segunda parte Cuba arrancó con un mayor vértigo y el 3-0 no se hizo esperar falta penal dentro del área y Paradela desde el punto fatídico la mandó a guardar para liquidar el partido.
Con el tres cero Cuba estuvo varias veces a punto de aumentar la cuenta, pero una y otra vez perdieron posibilidades al frente del arco.
Pablo entendió que el partido estaba definido y movió la banca para refrescar a algunas de sus principales figuras a sabiendas de que aún le queda la doble jornada con Antigua & Barbuda con el desgaste que eso supone y las pocas fichas con las que cuenta para los recambios.
Los cambios y movimientos relajaron aún más el partido lo que le permitió a los barbadenses crear algunas ocasiones de peligro que Sandy Sánchez logró controlar y dejar su marco en cero.
Cuba cumplió, sacó los tres puntos y goleó sin la necesidad de ocuparse a fondo, refrescó a algunas de sus figuras y dio minutos a otras, en fin, negocio redondo.
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