miércoles, 5 de mayo de 2021

Hoja en blanco.


 

Sin conocer el sabor de una victoria o siquiera de un punto regresará la selección cubana de futbol a La Habana, tras firmar hoy, con su derrota ante los Estados Unidos 2-4 la peor actuación de una selección cubana de la categoría en un Pre Mundial.

 

Tres derrotas en tres partidos es el saldo que se llevan los muchachos a casa con lo que se supera, por llamarle de alguna forma, a la actuación del torneo del 2012, donde también se quedó eliminado en la primera ronda, aunque aquella vez se logró regresar con un triunfo (10-0 frente al débil equipo de St Kitts & Nevis)

 

Resultado esperado y que no sorprende como hemos venido diciendo en post anteriores y que se debe a la pésima gestión de la Comisión Nacional de Futbol cuyo representante en este torneo se dedico más a la compra de pacotilla y acaparamiento de utensilios que debieron llegar a los atletas que al menos aparentar que vinieron a este torneo a representar al futbol de nuestro país.

 

Habrá quien hable de fines o cierres de ciclos y yo me pregunto ¿qué ciclo? ¿El de Clemente al frente de la selección? Tal vez este si ya esté terminado, de hecho, para ser realistas, estaba terminado hace rato, pero el carácter pasivo del veterano entrenador capitalino incapaz de cuestionar ordenes superiores alargó su estancia en el banquillo cubano.

 

Pero con este desastre premundialista no se cierra ningún otro ciclo, en Cuba no hay ciclos para el futbol sala, no hay ni siquiera Campeonatos Nacionales de Futbol Sala, así que mucho menos ciclos y no los hay porque además cuesta la inclusión de valores nuevos o jugadores que militen en ligas extranjeras, porque en algunos casos vale más ser el amigo del técnico o alguien de la Comisión Nacional que el nivel competitivo que se tenga.

 

Y lo más triste no es la eliminación, es que algunos sectores critiquen con rudeza a los jugadores por el bajo rendimiento, algo inadmisible para mi quien aun desde lejos he mantenido seguimiento de la preparación de esta selección, sin partidos de preparación, arriesgando el físico en tabloncillos que eran más una invitación a la rotura de un tobillo que a una gambeta más aptos para una demolición que para una sesión de entrenamientos.

 

En un país normal, con directivos normales esta eliminación obligaría a una revisión, al inicio de un ciclo, en el nuestro se hará un “estudio” Tal vez una consulta popular, para iniciar una nueva gira turística y tratar así de descubrir el agua tibia y mientras tanto a los jugadores se les mandará para sus casas hasta que se acuerden de ellos nuevamente.


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