Sin
dudas la noticia más sorprendente del día en torno a la selección cubana fue la
salida del mediocampista capitalina Daniel Luis Sáez del hotel donde se
encontraba concentrada, o mejor dicho encarcelada la selección nacional cubana.
Al
parecer el espigado jugador cubano se cansó de las continuas faltas de respeto
de los directivos cubanos y decidió buscar nuevos rumbos, siguiendo los pasos
de otros jóvenes que como él un día creyeron en las promesas de las máximas
directivas cubanas del deporte y que después terminaron decepcionándose al
darse cuenta de que detrás década promesa había una mentira, un nuevo
obstáculo.
Sólido
pilar de la clasificación al Mundial Sub 20 de Turquía en el 2013, el bronce en
los Juegos Centroamericanos de Veracruz, así como la clasificación a la Copa
Oro y la División A de la Liga de Naciones, Daniel Luis es sin duda uno de los
jugadores más talentosos de su generación y una figura emblemática de la
Tricolor en los últimos años.
Daniel se
convierte en el último en decir adiós, en un éxodo en lo que único seguro es
que nos será el último.
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