En el
mundo de hoy de balones de colores brillantes y diseños diversos tal vez los
jóvenes no recuerden aquellos diseños de pentágonos bancos y negros de los
balones de futbol que le hizo se ganaran, en algunos lugares, el sobrenombre de
la Pecosa.
Y en
Baracoa, en el extremo más oriental de Cuba es el amor al futbol, a al balón,
al cuero a la Pecosa, lo que mueve a los entrenadores y metodólogos municipales
para sacar adelante la pasión de chico y grandes, porque amor hay mucho, pero
recursos…… NINGUNO.
Curioso
que en un país pequeño como Cuba donde en los informes de los congresos de la
AFC se justifique el uso del dinero entregado por la FIFA con fuertes
inversiones al futbol de la base, en un municipio que ha aportado tantos
jugadores al conjunto de Guantánamo y desde salió un grandísimo jugador como
Aliannis Urgelles, cuente con una inversión nula por parte de la dirigencia
futbolística de nuestro país.
En
Baracoa, no se cuenta con terrenos adecuados para la práctica del futbol y se
usan los espacios que se puedan aprovechar, siendo el estadio de beisbol:
Manuel Fuentes Borges el área de referencia obligada para la práctica del
futbol.
No
existen porterías oficiales oxidadas por el efecto del salitre marino y las que
pudieron hacer con sus propios recursos les fueron sustraídas por algún amigo
de lo ajeno o al que ver a los chicos felices y desarrollando el futbol le
molestaba en demasía.
Sin
terreno, ni porterías los 28 profesores trabajan en dúos con grupos de 15 a 20
años desde las categorías 8-9, pasando por las 10-11, 12-13, menores de quince,
juveniles hasta llegar a la de mayores.
Pero el
trabajo se queda ahí, pues en la provincia no se desarrollan torneos
provinciales en las distintas categorías que permitan captar a los talentos
baracoenses con vistas a llevarlos a las EIDE y continuar su proceso de
desarrollo, algo que lamentablemente no es un factor endémico de Guantánamo y
Baracoa ya que otros municipios a lo largo del país sufren de los mismos
efectos de dejadez y olvido de la Federación Cubana y Provinciales, quienes
mantiene su foco de atención en garantizar los viajes de sus federativos, para
los cuales siempre hay presupuesto.
Y
mientras esto el tiempo pasa y los niños
se convierten en jóvenes, los jóvenes en adultos y los adultos en viejos viendo
como el salitre y la falta de atención y ayuda corroen su talento, pero a pesar
de los pesares, la llama de la esperanza, de que las cosas cambien, de un
futuro mejor mantiene el trabajo de los verdaderos héroes del futbol cubano,
esos que día a día, van hasta los solares o área que tengan a mano para seguir
transmitiendo sus enseñanzas, simplemente por amor al futbol, al cuero, al balón,
a la Pecosa
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