Impresentable

Jugar al futbol en Cuba es casi un acto de heroísmo pues a pesar de ser el deporte que más dinero recibe anualmente es uno de los que menos recursos tiene para ser practicado y desarrollarse, una escasez y falta de apoyo que se ve aún más en los niveles formativos, en otras palabras en los niños lo que obliga a que sean los padres y entrenadores, en un acto de amor inmensurable, los que se tengan que hacer cargo hasta del más mínimo detalle para que los niños puedan practicar el deporte que les apasiona.

 

Pero hoy no vamos a hablar de las consabidas escaseces económicas que afectan nuestro futbol sino de otro tipo de escasez tan o más dañina que la antes mencionada y nos referimos a la falta de profesionalismo que hace que hechos lamentables y totalmente injustificados se produzcan en nuestras canchas tal y como ocurriera en el partido entre Cárdenas y Palmira válido por el Campeonato Sub13, este fin de semana.

 

En partido de gran importancia para ambos equipos los encargados de designar a los árbitros del cotejo tuvieron la “brillante” idea, por no usar otro apelativo de asignarle al cienfueguero Rolando Zamora Álvarez la responsabilidad de dirigir el partido, algo que causó molestias en el alto mando del equipo matancero encabezado por el árbitro con gafete de la FIFA Reinier Fis que de inmediato se puso en contacto con las autoridades competentes o mejor dicho incompetentes para buscar una solución a la situación para evitar cualquier tipo de contratiempo que la presencia de un silbante de la misma provincia que uno de los equipos involucrados pudiera causar y de paso eliminar cualquier tipo de suspicacia que se pudiera deducir de las decisiones arbitrales.

 

La respuesta recibida no fue la esperada y se mantuvo a Zamora Álvarez en su puesto, a pesar de que el mismo, para mayores agravantes no se encontraba en el listado de los árbitros autorizados para para pitar en el torneo, una decisión que probaría ser la errónea y que terminaría desatando eventos desagradables y un reclamo fuerte del equipo Matancero y Familiares a la Federación Cubana de Futbol.

 

Con el partido con tiempo cumplido Zamora decidió agregar cuatro minutos al partido tras lo cual decidió añadir otros cuatro, algo que está prohibido por el reglamento del Torneo, según informaciones que hemos podido recoger, alargue este, al minuto 67, en el que cayó el gol del empate del conjunto de Palmira con el que se decretaba la eliminación de Cárdenas lo que condujo a la protesta de los padres allí presente a lo que Zamora, quien ya había tenido algunas aptitudes cuestionables ante algunos jugadores, decidió responder con sarcasmo y agarrándose de manera brabucona sus partes íntimas en frente de la madres y niños presentes, en lo que es un acto totalmente inadmisible y que no se debe tolerar especialmente en estas categorías en la que la responsabilidad del árbitro va más allá de llevar los hilos del partido y debe convertirse además en un educador de estos niños.

 

Si bien Zamora tendrá su versión y los chicos y familiares de Palmira tendrán su propia versión de los hechos, los elementos aquí señalados producto de las investigaciones realizadas y quejas de muchas de las personas involucradas moverían a sancionar el partido como no válido, tras incumplirse el reglamento del torneo, al utilizarse un árbitro inhabilitado para impartir justicia en este torneo, así como el alargue indebido por encima de lo permitido, sin mencionar ya las acciones soeces en contra de mujeres y niños presente, razón por lo que lo más correcto sería proceder con la repetición del partido, en cancha neutral y con la presencia de árbitros autorizados para dirigir en este torneo.

 

Las reglas existen y se ponen para algo y no es precisamente para pasársela por las partes que se tocó Zamora al final del partido, el futbol, nuestros niños y familiares merecen respeto, el irrespetar, burlarse o amedrentar abusando del poder que a alguien le da un determinado puesto es inadmisible y cosas como esta pueden producir daños que puedan marcar a estos niños que hoy se sienten robados.

 

Esperemos que en realidad se realice una investigación, que se tomen las medidas correctas y que no se siga manchando la pelota.