viernes, 30 de abril de 2021

De la historia. La gira del Mordazo por México (1957)


En Octubre de 1957 el flamante Campeón de Cuba, el Deportivo Mordazo organiza una gira por tierras mexicanas como preparación con vista al Torneo de 1958/59 a iniciarse a mediados de ese mismo mes.

 

La delegación mordazina llegó México encabezada por Secretario de la Federación Cubana de Futbol: José Miranda, el Presidente del Club Miguel Romero y el directivo Carmelo González, así como Bernardo Llerandi quien fungía como entrenador del conjunto. Haciendo el viaje como jugadores Julio Blanco, Guillermo García (Refuerzo de Huracán) y Jorge Pérez Castañeda como Porteros. José Antonio Garzón, Ramón Álvarez (Refuerzo de Juventud Asturiana) Francisco Móndelo, Luis Enrique García y Mario “Pilillo” Herrera (Refuerzo del Deportivo San Francisco)

 

En el medio hicieron el viaje Ramón Peñalver, Jesús “Xiato” Valdés (Refuerzo del Iberia), Oscar D’Toffoli y Bernardo “Casigua” Gascón. Mientras que en la delantera estuvieron Manuel Marco Bobadilla, Ángel “Niní” Piedra, Luis Piedra, Ricardo Valdés, Zenaldo García (refuerzo de Huracán) y Ángel Bacallao.

 

El 7 de Octubre el Mordazo saltaba a la cancha del Estadio Olímpico de la Ciudad de los Deportes en la Ciudad de México para enfrentarse a la selección del Distrito Federal en un partido emocionante en el que sería el portero cubano Julio Blanco el que se robaría todos los cintillos de la prensa gracias a su tremenda actuación y ser el mayor responsable que los habaneros se llevaran un empate a dos goles de dicho desafío.

 

En su primer partido internacional el Mordazo mandó a la cancha además de Julio Blanco a Ramón Álvarez, Mario Herrera, Francisco Móndelo, Manuel Bobadilla, Ramón Peñalver, Jesús Valdés (Luis Piedra), Zenaldo García, Ricardo Valdés (Oscar D’Toffoli), Ángel Piedra y Ángel Bacallao (Bernardo Gascón)

 

Por su parte el conjunto mexicano formó con Paredes (Sánchez), Arrate, Barba, Alva, Razo (Torres), Pacheco, Ahumada (Rodríguez), Blanco (Palomar), Mayora, Diez y López; todos bajo la dirección de Ramiro García.

 

            Serían  los locales los encargados de abrir el marcador a través de López , ventaja que lograría borrar Zenaldo García, sería el mismo Zenaldo el artífice del segundo gol cubano, tras lograr filtrarse en la defensa mexicana y servir para que Niní Piedra soltara un balazo que no paró hasta el fondo de las redes dándole al Mordazo la ventaja, misma que apenas duraría tan solo un minuto pues Jorge Diez se encargaba de poner el empate a dos.

 

Tres días después en el mismo recinto se las verían contra el Real Madrid de la Liga Española Mexicana en una tarde larga de los puentegrandinos que vieron caer su meta en seis ocasiones.

 

Bajo la dirección  del colegiado Rafael Valenzuela los equipos alinearon de la siguiente manera. Mordazo: Julio Blanco (Castañeda), Álvarez, Herrera, Móndelo (J. Garzón), Bobadilla, Peñalver, J. Valdés (L. Piedra), Z. García, R. Valdés (B. Gascón), A. Piedra, Bacallao (D’Toffoli). Real Madrid: Ibarrola, Díaz, Alonso, Ruiz (Cyd), V. Álvarez (Moreno), Alberto, R. Sordo, M. Sordo, Barberena, Pascual, Lilo (Dermijan).

 

La tarde comenzó cuesta arriba para los cubanos apenas a los 11 minutos cuando Blanco suelta un centro a media altura mandado desde la izquierda, algo que aprovecha Miguel Sordo para abrir el marcador, cuatro minutos más tarde el volante Rafael Ruíz cobró a la perfección un tiro libre y desde casi 35 metros clavó el dos cero.

 

A los 30, una de las figuras del primer partido: Zenaldo tuvo el descuento pero lo desperdició y apenas un minuto más tarde Julito se lesionaba y tenía que salir dejando su puesto a Castañeda que tiene como primera acción en el campo (Minuto 32)  tener que ir a buscar el balón al fondo de las redes a donde fue a parar tras el cobro de un tiro libre de Barberena.

 

Para la segunda mitad los del Mordazo salieron a tratar de hacer su juego sin importar el marcador y a los 9 recibían el 4-0 cuando Miguel Sordo aprovechó un centro raso desde la izquierda para empujar el cuero al fondo del tejido.

 

Tres minutos más tarde un error en la zaga cubana deja suelta un balón en el borde del área que aprovecha Miguel Sordo para disparar raso y batir a Castañeda.

 

El cinco cero hace que el conjunto mexicano se relaje un poco y con ello que el juego baje un poco de intensidad y se torne monótono.

 

A los 34 el madero salva al Mordazo del seis cero, y cinco minutos más tarde D’Toffoli que había entrado por Bacallao aprovecha un tiro de esquina para rematar sólo y poner el del honor.

 

Con el partido totalmente decidido y sobre la hora Bada aprovecho una buena combinación por la izquierda para clavar el balón en el ángulo de la portería de Castañeda para el 6-1 final.

 

Para cerrar la expedición por tierras aztecas los muchachos del Mordazo se enfrentaron a la preselección de la selección mexicana que se preparaba para los Juegos Centroamericanos y del Caribe de Caracas 1959 torneo que sería ganado por los mexicanos.

 

El 13 de Octubre el Estadio Olímpico de la Ciudad de los Deportes acogió a los Campeones Cubanos que alinearon con Julito Blanco bajo los tres palos, Álvarez, Herrera, Móndelo, Bobadilla, Peñalver, J. Valdez, Z. García, D’Toffoli, L. Piedra y Bacallao.

 

Por su parte los mexicanos alinearon Mota, Mercado, Cabriles, Silva, Valle, Meza, Porfirio, Noriega, Arias, Aparicio y Sánchez (Daniel). Pablo Cortés fue el encargado de dirigir el encuentro.

 

Fue esta según los reportes la más pobre actuación de los cubanos que hasta ese momento habían mostrado un gran espíritu combativo algo que no apareció esa noche.

 

Apenas habían transcurrido 3 minutos cuando Noriega marcó el primer gol con disparo al ángulo superior, el mismo Noriega aumentaba el marcador a los 16 con un disparo a boca de jarro.

 

Arias ponía las cosas 3-0 con un disparo raso y cruzado y a los 32 minutos Mercado marcaba el 4-0, con el que terminaba el primer tiempo, desde el punto de penal. El quinto era conseguido por Daniel en una jugada individual en la que por fuerza se llevó a la defensa cubana plantándose frente a Blanco y lo fusiló.


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