Por Arian Alejandro (Tomado de www.futbolentrelineas.net)
Poco movimiento hubo en el fútbol cubano
en el año 2017, algo que porque sea costumbre no deja de sorprenderme.
Eso sí, lejos de nuestro país un entrenador formado en la mayor de las
Antillas tuvo la oportunidad de participar en uno de los eventos más
importantes a nivel mundial cuando de métodos de fútbol se habla. El
Coerver Coaching le abrió las puertas a Dariem Díaz (La Habana, 21 de
septiembre de 1976), con quien tuve el placer de conversar antes de que
partiese a su segunda experiencia como entrenador del Five Island, ahora
en la Liga Premier de Antigua, luego de lograr el ascenso en su primera
participación como DT de este equipo. Dariem nos relata cómo surgió
esta invitación y varios de los mejores momentos vividos en dicho curso,
celebrado en Nueva York y que preside su co-creador Alfred Galustian.
“A
finales de 2016 estando en mi primera experiencia internacional como
entrenador en Antigua, en un entrenamiento previo a un partido ya dentro
de la competición, con mi manager viene un señor y está allí viendo el
entrenamiento. Al término del mismo el me llama y le dice que le había
gustado mucho como había sido el entrenamiento, metodológicamente como
yo lo había llevado. También sobre todo le gustó mucho la corrección de
errores que hacía, que no hablaba demasiado ni hablaba poco, que hacía
las cosas justas. Fueron las palabras exactas de quien posteriormente
supe que era Alfred Galustian. Que los ejercicios le habían gustado
mucho, la rapidez de reacción. Era un entrenamiento muy agradable, con
rapidez de reacción, jugada a balón parado, algunos rondos de cuatro
contra dos y algún parado táctico. El partido lo terminamos ganando 4-0,
él estaba muy cerca de nosotros ahí en el banco y pudo apreciar todas
las indicaciones que yo pude dar durante el choque, las correcciones
tácticas que hubo y me dice que literalmente se había enamorado de mi
trabajo”.
“Yo hasta ese momento no
sabía nada de quien era, le di las gracias. Luego nos invita a cenar en
el hotel y allí otro muchacho que se había graduado en Cuba de Cultura
Física en la Escuela Internacional me dice que ese señor era un inglés
creador del método Coerver Coaching en 1976, justo el año que nací, con
Charlie Cooke otro jugador estelar del Chelsea, bajo la idea original de
Will Cover”.
“Me impresionó mucho que
una persona con tanto prestigio, que es creador de un procedimiento
para entrenamiento de habilidades para niños de 8 a 16 años, se haya
acercado a mí, sentí orgullo. Después de 20 días dio un curso en
Antigua, que los imparte hace 11 años, en el que saqué altas
calificaciones. Posteriormente tuvimos otras cenas, en 2 ó 3 ocasiones.
Un día me dice que por mis características como entrenador y como
persona, me iba a cursar una invitación formal para que participara en
el evento 41 del Coerver Coaching, que se hace todos los años en Nueva
York.”
“El
estudio cuando uno es entrenador debe ser diario. Al tener la
oportunidad de participar en ese evento, arrecio la preparación, busco
mucha información, pero una cosa muy importante fue que él personalmente
me envía a la dirección de mi casa todos los discos, todo el material
del Coerver Coaching y todo lo que se iba a hacer en ese evento. Esto
fue de gran ayuda porque así pude estudiar más profundamente de lo que
se trataba el encuentro. Viendo el material enviado dividí mi
preparación en lo teórico y práctico, al percatarme que no solo teníamos
que enseñar las habilidades a los niños y adolescentes sino también
mostrarles como se hacía. Yo generalmente lo que hacía en esos 4 ó 5
meses que ya sabía que iba a participar en el evento, estudiaba todas
las mañanas y las noches, mientras en las tardes iba al terreno y
practicaba las habilidades”.
“Mi
primera misión fue darme a la tarea de disfrutar el evento y de
aprender muchísimo. Fui con la idea de convencer tanto a directivos como
al resto de entrenadores invitados que en el fútbol cubano, aunque no
tenga un nivel internacional muy grande hay entrenadores que poseen
calidad para estar presentes en un certamen de este tipo. Gran parte de
la seguridad en mis conocimientos, con la que arribé a Nueva York se
debe a la preparación que recibí del Instituto de Cultura Física en mi
etapa de educación superior. Desde el inicio les llamó la atención mi
currículum y en especial que era Máster en Cultura Física Terapéutica
que tiene que ver con la rehabilitación, la nutrición, con la fisiología
del organismo, la bioquímica y la biomecánica”.
“La
primera semana estuvimos en el Lake Placid y después las dos siguientes
semanas nos trasladamos a la Universidad de Saint Lawrence. La primero
que me encomendaron fue si podía hacer el calentamiento con 85 niños, de
8 a 16 años. Algo que en cantidad de infantes no difería al trabajo que
había hecho en mi municipio natal, Playa, llegando a hacerlo con 105
pero esta vez la complejidad estaba en las diferencias de edades. La
petición era clara, tenía que combinar lo divertido con la perfección en
la metodología a impartir, siguiendo la filosofía del evento: aprender
jugando. Era la entrada del trabajo, que tenían que preparar el cuerpo y
el organismo para que después no haya lesiones, para que los ejercicios
salgan mejor, más fluidos y después preparar al cuerpo física y
mentalmente para que lleguen motivados a la clase. Acepté el reto, a
ellos le complació y desde entonces me designaron para que hiciera todos
los calentamientos. Intenté hacerlo diferente cada vez, me resultó, ya
luego de culminado me incorporaba con mi grupo de 14 a 16 años a
impartir el Couvering Couching en el terreno con otro entrenador
americano, jornada a jornada”.
“El
evento en organización era exacto, no hay perfección pero rozaba
realmente. La primera semana trabajamos de 9 de la mañana a 12 del
mediodía, se almorzaba una hora y se trabajaba de 1 de la tarde a 4:30
de la tarde, después los padres venían, se llevaban a los muchachos y
regresaban al otro día. En Saint Lawrence, como los muchachos convivían
con nosotros, trabajábamos de 9 a 11 de la mañana, se almorzaba, se
trabajaba de 1 a 4, luego de 6:30 a 8 y después de este horario se
realizaban actividades colaterales como shows talents, cine, discoteca,
etc. para estimular la socialización, el desarrollo integral y la
humanización del atleta”.
“Cuando uno
se enfrenta a un evento de esa magnitud, uno se siente muy feliz porque
te sirve para tu trabajo pero cuando corroboras cosas que tú estabas
haciendo y hay otros entrenadores prestigiosos que las están haciendo
también entonces tú dices iba por el buen camino. Lo que me hizo
recordar algo de lo que me comentaba Alfred cuando lo conocí en Antigua:
-Yo he visto un entrenamiento, yo he visto un entrenador haciendo unas
correcciones y poniendo unos detalles que parece que estoy viendo un
entrenamiento y un entrenador de cualquier parte de Europa-. Era un
regocijo incomparable, a la par del acercamiento de entrenadores y
jugadores para felicitarme por la labor que iba realizando hasta el
momento. Había un constante intercambio entre los técnicos, mujeres y
hombres, y nuevamente para mi sorpresa me aseguraron que iban a
implantar en sus equipos cosas que ellos habían visto en mis
calentamientos y entrenamientos. Siempre los entrenadores mantuvieron
mucho respeto entre todos, pero cuando se enfrentan a un técnico cubano
valoran tu trabajo cuando saben que eres preparador físico, pues esta
disciplina es fuerte en Cuba pero como director técnico de fútbol
cubano, tienes que hacer de tripas corazón para convencer a los
directivos y a los otros entrenadores de que tú si puedes llevar un
equipo. Además de entrenadores del país local, estaban homólogos de
Inglaterra, de Kazajastán, de Japón, de Uruguay. Atletas también de
México, de España y bueno la mayoría de Estados Unidos e Inglaterra
sobre todo”.
“Uno de los pasajes que
no olvido de mi estancia en Nueva York, fue aquel martes de la primera
semana cuando estaban los muchachos en su descanso y un jugador se paró
con las manos en el ángulo 90 de la portería, para que el resto de
muchachos patearan la pelota desde fuera del área y pasaran entre él y
el ángulo 90, es decir había que hacer un tiro perfecto y preciso. Me
atreví a participar en el juego, le tiré a la pelota con potencia, con
efecto, recordándome de aquellas veces en las que yo cobraba algunos
tiros libres en mi equipo Habana en la primera división del fútbol
cubano. Al final la pelota casi se metió en el ángulo 90 y entonces
todos los muchachos miraron, se impresionaron y como que dijeron para
sus adentros este entrenador aunque sea cubano por lo menos sabe golpear
y sabe jugar fútbol. A partir de ahí supieron que yo sabía también
amarrarme los cordones”.
“Otro
recuerdo fue cuando nos trasladaron para Saint Lawrence en donde tuve de
nuevo que demostrar mi valía ya que eran otros entrenadores, solo
repetíamos 5 ó 6, los otros eran técnicos muy jóvenes de la propia
Universidad. Entonces el mismo fútbol fue dando y en cada entrenamiento,
cada día dentro de la semana nosotros jugábamos contra un equipo de
todos los muchachos, el lunes jugábamos contra el 8-9, el martes contra
el femenino y así. Los mismos alumnos solicitaban contra que
entrenadores querían jugar sin influencia de nadie y me reconfortó que
me requirieran mucho para jugar. Eso te da credibilidad para continuar
impartiendo el Coerver Coaching pues saben que no solo eres buen
entrenador sino que también sabes moverte con soltura en la cancha”.
“Algo
que me tocó la fibra fue durante los torneos por equipos, en los cuales
representaban países y como iniciativa se pintaban las banderas de la
nación a representar y una muchacha que iba a jugar en el equipo Cuba
se pintó Cuba en la pierna con la bandera y eso me llenó de mucho
orgullo porque es mi país y yo lo defiendo al 120%".
“Estaba
siendo un placer inmenso trabajar con ese método con el que han
entrenado jugadores como Cristiano Ronaldo y Robben. El acercamiento con
niños de otras latitudes con otras formas de pensar y de ver el fútbol,
así como entrenadores con otra filosofía del más universal, con otra
idea de entrenar y de planificar. Es captar lo que más a uno le
convenza, para de ahí poder crecer como profesional y entrenador del
deporte”.
“Llegó el momento más
importante del evento, era la última semana, justo el instante en el
cual se incorporaría el Director del curso, Alfred Galustian. Todos los
directivos me habían dicho que yo estaba trabajando muy bien, que
estaban contentos con mi trabajo, pero siempre me quedaba la
preocupación de cómo llegaría a Alfred las opiniones de todos los
involucrados sobre mi trabajo, ya que no deseaba decepcionarlo, pues
había apostado contra todo pronóstico por un técnico cubano. Alfred nada
más que trabaja en el Coerver Coaching esa semana con el grupo élite.
En la primera reunión que tuvimos previo a ese primer día de
entrenamiento, para mi sorpresa, dice delante de todos los entrenadores,
que el que va a laborar de conjunto con él por espacio de esa semana
con el grupo élite es Dariem Díaz. No lo podía creer, porque entre
tantos entrenadores experimentados y con varias participaciones en el
Coerver Coaching, que me diera esa oportunidad me comprometió a seguir
trabajando mucho más y mejor”.
“Entre
las tareas que me asignó estaban mostrar y corregir los ejercicios,
parece que le gustó como yo lo hacía futbolísticamente hablando. Había
dos muchachos más y una muchacha que indistintamente él los invitaba
también a trabajar con él esa semana. En ese mismo lapso de tiempo, como
ya era un grupo más avanzado se daba habilidades pero también se
hablaba un poco de táctica, defensa, ofensiva, definición, cobertura,
etc. Cada vez que terminaban los entrenamientos, él me daba la
responsabilidad dependiendo la habilidad o la acción que habíamos hecho,
de dar mi criterio: -bueno Dariem usted desde su experiencia como
jugador de equipos nacionales en Cuba, jugador de primera división y
entrenador de equipos nacionales en Cuba coméntanos tu experiencia sobre
la ofensiva- (por ejemplo)”.
“En otra
ocasión estaba dando una conferencia magistral, estábamos todos los
entrenadores y sin previo aviso se vira para donde estoy yo y dice:
-Ahora el entrenador cubano va a explicarles la Nutrición del
organismo-. Quería como que diera una mini conferencia de la parte
fisiológica combinado con la nutrición, qué deben ingerir los
muchachos, cómo ingerirlo, lo mejor para los futbolistas, para su dieta,
etc. Tuve que dar una mini conferencia de 10 ó 15 minutos delante de
personalidades muy importantes y de muchísimos atletas. Parece que
cuando terminamos las personas quedaron muy satisfechas, convencidas y
se pusieron de pie a aplaudir y a dar vítores. Una vez más me convencí
que la preparación que tuve en Cuba cualificó para solventar con éxito
lo que en un principio parecía un aprieto”.
"En
esta última semana también vinieron muchos equipos de academias, no
para hacer el Couvering Couching. Dábamos el Covering Coching en el día y
estos conjuntos participaban en los torneos que hacíamos por la tarde.
Los elencos provenían de Canadá, algunos jugadores de México, otros de
España, etc. Había también una academia de fútbol de Nueva York, que
solamente es de fútbol, muy selectiva, que reúne a los mejores talentos
de 12-13 años y ellos los van entrenando. Los insertábamos para que
jugaran contra equipos ya sólidos de jugadores de 15-16 años de
Universidades. Habían unas muchachas muy buenas de Canadá, 14-15 años,
que eran muy eficientes sobre todo en pensamiento táctico”.
Escuchar
a Dariem contarme todo lo vivido por él en esta nueva experiencia en su
carrera como entrenador de fútbol, ciertamente me alegró; pero como
afirma el refranero popular la felicidad nunca es completa. Me
entristece ver lo poco o casi nada aprovechado que es este joven técnico
cubano dentro de la isla, algo que su rostro también reflejaba mientras
llegábamos al epílogo de nuestro diálogo. Él tampoco lo entiende pero
lo asume y por eso hace a un lado por un largo espacio de tiempo lo que
considera como más importante en su vida, su familia, para continuar
enfrascado en su actual rol como DT del Five Island y quién sabe si
después dar un paso superior como profesional, llegando incluso a
Europa, como modestamente le he augurado en entrevistas precedentes.
Claro, tiene otras metas como retornar al Coerver Coaching pero
principalmente poner en práctica todos sus conocimientos en Cuba amén de
cumplir un viejo anhelo, dirigir la selección nacional de Cuba y por
qué no, llevarla a un mundial.
coerversoutheastusa.com
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