lunes, 20 de julio de 2020

Brian solo quería jugar.



El sábado en la noche terminó cuando por fin se movió el balón en el Inter de Miami Stadium de Fort Lauderdale, se terminaron cinco años de espera, de sacrificios, de incertidumbre, de una verdadera Odisea para el matancero Brian Rosales quien por fin lograba debutar como jugador profesional.



Un sueño puesto en pausa hace cuatro años atrás cuando la Federación Cubana arbitrariamente y en ton de revancha le negó el traspaso internacional solicitado por el FC Tulsa, en aquel entonces llamado Tulsa Roughnecks.




Amigable, sincero, de risa fácil es fácil, preocupado por sus coequiperos y siempre dispuesto a ayudar y enseñar a los más jóvenes, es fácil encariñarse con Brian y admirarlo no sólo por la tremendísima calidad que tiene como jugador sino también por la gran persona y ser humano que es.



Conocí a Brian hace casi 7 años atrás cuando Cuba clasificaba al Mundial de Turquía en la categoría Sub 20, enamorado de su equipo, de su futbol y con unas ganas inmensas de defender la camiseta de su país, la cual no sólo vistió en ese Mundial sino también en los Centroamericanos de Veracruz donde brilló junto aquel grupo que de manera invicta la medalla de bronce y después en las eliminatorias Olímpicas del 2015 que le verían decir adiós al equipo que tantas veces defendió con garra.



Las decepciones, la falta de apoyo que sufren a diario nuestros futbolistas por parte de la directiva del futbol cubano la lejanía o nula esperanza de cumplir su sueño de convertirse en jugador profesional, hicieron aparecer la duda en si continuar con el equipo o no, decisión esta última a la que se resistía pero a la cual fue inducido por la misma directiva futbolera del país en una encerrona en su cuarto de la concentración del equipo Olímpico Cubano después de que algunos miembros de la delegación habían tomado ya la decisión de dejar el equipo en busca de esos sueños prohibidos en la Isla.



Acusaciones sobre sus posibles intenciones acompañadas incluso de amenazas de encierro forzoso en el su cuarto de hotel, le indicaron a Rosales, que el camino, a esas alturas solo tenía una ruta, y era la puerta del hotel



Y esa fue la misma puerta que tomaría unas horas después en busca de la libertad que alcanzó a pesar de la persecución primero y del envió de la policía en su busca, un acto insólito en este tipo de eventos.



Firmado apenas un año después de su salida del equipo, por el Tulsa Rougnecks de la USL, tras haber sido visto por el técnico del conjunto de Oklahoma David Vaudreuil jugando para el Fortuna SC, su sueño de debutar profesionalmente se hizo trizas cuando en actitud revanchista y en contra de cualquier parámetro ético la Federación Cubana de Futbol, en nombre de un inexistente Club de Futbol Matanzas, con el cual ni siquiera había jugado un minuto en torneos de Primera División Cubana, le negó su traspaso internacional.



La negativa cubana inició un largo proceso de batalla legal por parte del club que debió recurrir al TAS para lograr la liberación del jugador, misma que no llegaría hasta febrero del 2018, época para la cual, ya el equipo de Tulsa había completado el roster de la Temporada del 2018 y en el cual no se incluyó a Rosales al no tener el club la seguridad de poder utilizarlo ante la incertidumbre de cuanto más podría tardarse el proceso.



El impacto fue grande para el joven cubano y encontró en el Fortuna SC nuevamente su casa, donde compartir con los amigos donde desarrollar su futbol alegre y donde enseñar a la nueva ola de futbolistas que se acercaban al club.



Con las esperanzas casi perdidas, la recompensa llegó en junio del 2019 cuando los scouts del Inter de Miami iniciaron su trabajo de seguimiento del conjunto de la F gótica, el tremendismo nivel del lateral derecho del Fortuna, su trabajo para con el equipo captaron pronto su interés y fue incluido en el grupo que iniciaría el proceso de entrenamientos, de selección, de descartes del equipo de Miami, pero siempre a pesar de sus dudas por su edad, la certeza de que estaría en el grupo final estuvo allí, inamovible y solo esperando el día que estampara oficialmente su firma en el contrato con el club.



Diciembre lo vio hacerse oficialmente miembro del nuevo equipo de la USL del Inter, el Fort Lauderdale CF y Marzo lo debió haber visto debutar, pero la Pandemia por el Coronavirus hizo que ese debut se prolongara unos meses más, espera que, por fin, el sábado terminó.



Sesenta y siete minutos de puro futbol, de potencia, de elegancia nos regaló la Bala Rosales antes de retirarse al banco de suplentes, sesenta y siete minutos de júbilo de regocijo para los que hemos estado cerca de él a través de esta travesía, sesenta y siete minutos que demostraron que el Tiempo de Dios es Perfecto.



Felicidades Brian, tu tiempo es ahora, Ya puedes Jugar.


3 comentarios:

  1. saludos desde los amigos de tu hermano aqui en la pincha en varadero, que sigas pa alante en el futbol

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  2. Exitos y lo mejor deste mundo que te lo mereces

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