jueves, 31 de marzo de 2022

El Capitán.


 

Creo que sin lugar a dudas la imagen de la selección cubana que más sorprendió durante la última fecha FIFA fue la de ver al defensa capitalino Carlos Vazquez “Cavafe” con la cinta de capitán.

 

La ausencia conocida de Arichel dejaba la duda de quien pudiera vestir el gafete de capitán más aun cuando otro guerrero de mil batallas como Yosel Piedra también estaba ausente en la convocatoria.

 

Una designación que produjo todo tipo de reacciones entre los aficionados desde aprobación hasta rechazo e incluso comentarios de tipo racista o basados en estereotipos producto de una mentalidad limitada.

 

Y es que los líderes no se buscan por tamaño, corte de pelo o color de su raza, se busca por su liderazgo dentro del grupo y si de tamaño se habla hay que ver el de eso que empieza con C y que no es el cuerpo ni el corazón.

 

Los líderes no se imponen, o se forman, los líderes nacen y ni apariencias físicas ni ideologías políticas tienen nada que ver, los líderes nacen, es una cualidad con la que algunas personas crecen producto de su misma formación y dentro del vestuario el Gallego Vázquez a demostrado ser un auténtico líder.

 

Un liderazgo que incluso empieza a ser incómodo para los directivos del futbol cubano que desde ya han empezado a manejar la manera de ver como se le deja fuera de convocatorias para lo cual habrá que ver que justificación buscan porque Carlos sigue siendo de los jugadores más sólidos e indiscutidos dentro de la selección cubana, algo con lo que además acalló a los críticos que dudaban de su nivel cuando se le hizo su llamado.

 

Algo que estamos seguros sucederá nuevamente en sus funciones como capitán del seleccionado nacional, algo que además desde nuestro punto de vista es un justo premio a su lucha de muchos años, pues antes del arribo al medio futbolístico cubano de los crackeros y demás lastres Carlos había iniciado la lucha por su inclusión dentro del equipo nacional una lucha que casi da frutos en el 2018 con el seleccionado Sub20 y que por fin se logró hace un año.

 

Desde nuestro punto de vista resulta refrescante ver a un hombre sin compromisos o ataduras de ningún tipo ser el vocero del vestuario, la piedra en el zapato de los burócratas de nuestro futbol habrá que ver cuanto le dura, pero mientras dure: Salud Capitán, bien ganado.

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