miércoles, 25 de junio de 2025

Futbol Femenino. Peras al Olmo.


Dicen por mi tierra que no se le pueden pedir peras al olmo y esta frase refleja a la perfección lo que está sucediendo con el Campeonato Nacional de Futbol Femenino Sub-18 que se efectúa en la ciudad de Santiago de Cuba y ¿por qué decimos esto? Difícil saber por dónde empezar, porque son tantas cosas que se amontonan y el hilo se pierde en medio de tanto barullo.

En un país que se vanagloria de la igualdad de la mujer y se celebran congresos y jornadas al respecto, y que encima recibe una buena cuota de dólares de parte de la FIFA para el desarrollo del futbol femenino, sería difícil pensar, para el iluso y el desconocedor de la realidad cubana, en la discriminación que sufren las chicas además de otros tipos de presiones de las que son víctimas.

Si nos quejamos de las pocas condiciones que tienen los futbolistas del masculino en todos los niveles, la escasez, en el femenino se incrementa de modo exponencial llegando al nivel del total abandono, sin embargo, esos problemas quedan sepultados ante las cuentas y planillas infladas que atesora la AFC y que formalmente presentan a la FIFA para “demostrar su gran trabajo” en el desarrollo del futbol femenino.

Resulta una burla total que no se le da ningún recurso se exija al inicio del torneo actual planillas con lista de 30 jugadoras. ¿De verdad? ¿treinta jugadoras? ¿de donde salen tantas chicas para formar un equipo cuando en la mayoría de las provincias solo un puñado practica este deporte mientras que en otra aun ni ese “lujo” se pueden dar. Lo más interesante es que la orden de las treinta se cumple y bueno para ello se agregan nombres al azar, o de exjugadoras, niñas de la calle y no se asombren si encuentran el nombre de alguna que viva en Miami o cualquier otra región del mundo; nada que para inflar somos los campeones mundiales.

De ahí y tras las odiseas para tratar de jugar se llega a la fase final a la que hay que llegar en tren o por el medio que se pueda porque combustible no hay para transportar a las chicas, mismo que no falta para que los jefes viajen en Transtur bien cómodos para luego hospedarse en su buen hotel mientras que a la verdaderas protagonistas del torneo se les manda a chuparse un cable en la EIDE, donde la comida se pasea por su ausencia para no hablar ya de los apagones, para no decir la noche eterna, porque ni alumbrones tienen en esa sede, donde los únicos que se alimentan bien son los mosquitos.

Y a pesar de los pesares y con el amor por darle patadas al balón chicas y técnicos buscan la forma de cumplir de poder sacar a sus provincias campeonas, de, al menos tener ese aliciente sin contar que sus verdugos aun guardan cartas bajo las mangas para acomodar el título a quienes ellos quieran y así se les quita puntos a las provincias que no logren llevar las 18 jugadoras que es obligatorio llevar, medio punto por cada una que falte en la lista y cuidado con tratar de cumplir la quota con chicas de otras provincias, porque por la cabeza llevan el mismo “castigo” a medio punto por cabeza, en otra de las medidas absurdas de unos trogloditas con hambre y necesidad de poder, que se sienten intocables para abusar a diestra y siniestra de nuestros futbolistas y ¿si cometen estos atropellos contra hombres hechos y derechos que podemos esperar con estas niñas menores de edad? Desde chico escuché que el balón no se mancha, y estas gente no lo manchan, lo cagan a diario con la complicidad de las autoridades que se llevan su tajada monetaria en el juego, la CONCACAF y la FIFA.

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