martes, 12 de septiembre de 2023

Pírrica.


Con el corazón y el … apretados la selección de Cuba venció hoy un gol por cero a la selección de Surinam, a priori el que debía ser el rival más asequible en esta fase, que se vio superior al elenco nacional en todos los factores del partido pero que no tuvo frente al arco, unas veces por la mala puntería de sus delanteros y otras por las intervenciones providenciales de Raiko Arozarena que no ha permitido gol en los tres partidos en los que ha defendido el arco cubano en la Liga de Naciones.

 

Sin ideas, a trompicones y aprovechando la libertad arbitral para el juego brusco Cuba llegó al gol gracias a un verdadero cañonazo de William Pozo que dejó a todos paralizados, justo cuando Surinam jugaba mejor y parecía más cerca del gol que la escuadra nacional.

 

Como un vendaval inicio la tricolor que tocó rápidamente el marco visitante teniendo dos claras de gol en los primeros compases del partido, pero el ventarrón fue solo un espejismo y con el transcurso de los minutos los chicos de Surinam fueron adueñándose del control del balón moviéndolo de un lado a otro en busca de profundidad y de hacer daño ante una Cuba pasiva que se sentaba a esperar.

 

El futbol lo ponía Surinam y el partido se jugaba a su ritmo hasta que en el minuto 21 tras una serie de encontronazos en la media en el que el silbato pudo para el juego en favor de cualquier bando, Paradela se soltó de su marcador y se la entregó a Pozo que puso a vibrar al Maceo y Cuba entera con un verdadero misil que no se detuvo hasta que se abrazó con las piolas.

 

El uno a cero parecía que podría ser el golpe anímico que necesitaba la selección, pero no fue así y una Cuba sin ideas deambuló por la cancha sin saber cómo hacer para quitarle el balón al visitante o hacer trabar al arquero rival que se pasó toda la segunda parte de espectador de lujo y que apenas en los minutos finales tuvo que emplearse ante un disparo desviado de Paradela y uno que traía veneno puro de parte de Alejandro Delgado.

 

Los cambios tampoco produjeron efecto sobre el desempeño del equipo a excepción de Calvo que se mandó un jugadón que debió haber sido a gol pero el Capi de Cuba no le puso tiza al botín y ya sabemos a dónde la mandó.

 

Surinam no bajó los brazos y hasta el último segundo lo intentó y casi consigue el empate que hubiese sido más que merecido por lo mostrado en la cancha.

 

Al final, Cuba se lleva los tres puntos que era lo esperado, pero mostró cero futbol, cero ideas, cero dinamismo o propuesta futbolística, habrá quien diga que se está iniciando un nevo proceso y es cierto pero si esta es la marca de la casa, vamos a pasar el Niagara en bicicleta.

 


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