Mucho castigo.

 

La selección cubana cayó hace unos instantes frente al representativo de Guadalupe con marcador de dos goles a uno, en un marcador que nos parece injusto para lo visto en el Rene Serge sobre todo en la primera mitad del encuentro en la que Cuba debió irse al camerino con al menos un gol a favor.

 

Pero en el futbol no siempre hay justicia y las victorias y goles no se merecen se logran Cuba regresará a casa con las manos vacías.

 

Fiel a su filosofía el profe Pablo Elier volvió a montar sobre la cancha un 4-4-2 con un mediocampo en forma de rombo con Reyes en la punta de ataque por detrás de Paradela y Onel, Karel en la parte inferior del rombo con Pozo y Arichel abiertos y una línea de cuatro en la defensa tal y como habíamos hablado en la previa dejando a Johnston bajo los tres palos.

 

Fue precisamente un error garrafal del cancerbero santiaguero la que abrió el camino del gol de Guadalupe, cuando salió lejos de la portería a despejar un balón, pero para su mala suerte su pierna nunca hizo contacto con el cuero que se levantó por encima del botín del cancerbero santiaguero quedándole servido a Gregory Gendrey que solo tuvo que acompañarlo y empujarlo a la red cuando corrían 15 minutos de juego.

 

Cuba y Johnston asumieron el gol de forma diferente, pues mientras al equipo le pareció sentarle bien y comenzar a desplegar su mejor futbol, Johnston era el delantero más peligroso de Guadalupe, con salidas accidentadas y muy lejos de su área.

 

 Con el dinamismo llegaron las posibilidades y Cuba pudo conseguir el empate a través de un excelente cobro libre de Paradela que se estrelló en el poste de la portería de Guadalupe, primero y en un balón de Onel que reventó el travesaño después.

 

Fueron 30 minutos de dominio cubano que no dio frutos y que dejaba la esperanza abierta para la segunda mitad, sin embargo, para el regreso no se mantuvo la prolijidad del juego y Guadalupe con más ganas que futbol logró emparejar de cierta manera el partido y llegar al área cubana donde, con las manos Johnston demostró ser más seguro que con los pies en la primera parte.

 

Si la claridad ni las llegadas de la primera parte Pablo tiró del multi cuestionado Reyes que de la nada y aprovechando un desconcierto del equipo local en medio de una sustitución la mandó a guardar para darle el más que merecido empate y demostró que sobre la cancha se necesita un 9.

 

El empate era justo, Cuba lo saboreaba y yo le daba a mi pronóstico, pero en el último minuto apareció Thierry Ambrose para darle el triunfo a los locales.