miércoles, 29 de junio de 2022

La base

 
En los últimos años la moda del legionarismo se ha arraigado en nuestro país y el mirar por encima del hombro o con desden a los jugadores que juegan en el Campeonato Nacional una practica casi cotidiana.

No vamos a negar que jugadores que juegan en Ligas internacionales de mayor nivel o formados en ambientes de mayor exigencia pueden aportar mucho al funcionamiento del equipo cubano además de elevar el nivel del mismo.

Sin embargo la solución del fútbol cubano y el nivel de la selección tanto juvenil como de mayores debe basarse en el apoyo a aquellos que desde la base hacen el trabajo de captación de los talentos y preparación de los muchachos dentro de la isla.

La última selección Sub20 cubana de fútbol volvió a demostrar la gran cantera de futbolistas de buena calidad que tiene el país y el trabajo que se hace en la base por los entrenadores cubanos.


Los Peñalver, Martin, Kevito, Noda, Eduardo, Rey Ángel y demás han sido el producto del trabajo y desvelo de los entrenadores cubanos en la base, unos verdaderos héroes detrás del buen desempeño de estos chicos en el finalizado torneo.

Olvidados por las entidades deportivas cubanas y la Federación Cubana de Fútbol, estos hombres y mujeres luchan desde sus municipios contra la falta de inplementos y terrenos para poder transmitir sus conocimientos y desarrollar a sus muchachos, teniendo en ocasiones que sacar de sus propios bolsillos para conseguir balones y otros aditamentos necesarios para su labor diaria.

Mientras esto sucede a esos niveles los balones, uniformes, zapatos y demás implementos conseguidos a través de donaciones u obtenido con el dinero que la FIFA otorga para el desarrollo del fútbol termina en tiendas online o mercado negro, desapareciendo de los almacenes de la AFC sin que nadie sea señalado o se le ponga un alto a los responsables de esos desvíos.

Un trabajo, el de los entrenadores de la base, aún más admirable pues se llevó a cabo durante la pandemia del Covid 19, con restricciones aún más severas a las que habitualmente se enfrentan además de provocar una inactividad futbolística nacional de casi dos años.

Y uno se pregunta, ¿cuánto más se hubiese podido lograr, si a estos amantes del fútbol, que trabajan casi a pies descalzo, se les hubiera dado un mayor apoyo?  ¿Que tan grande sería el semillero de futbolistas cubanos del cual se pudiera escoger para formar nuestras selecciones nacionales, como primer paso en su camino al profesionalismo fuera de nuestras fronteras?

Creo que las probabilidades serían inmensas y por tanto el desarrollo y el futuro del fútbol cubano estaría garantizado y el regreso a los primeros planos del área sería una posibilidad cercana.

Pero como sabemos habría que cambiar muchas cosas y van más allá de un cambio en la directiva del fútbol cubano, necesario, si, pero no suficiente.

Mientras solo decirles que agradecemos su trabajo, que no pasa desapercibido, que les damos la Gracias a ese gran número de profesores que inician y ayudan a dar los primeros pasos en este deporte a miles de niños cubanos, por su gran trabajo.

Gracias profesores y me quito el sombrero ante ustedes y su trabajo.


1 comentario:

  1. Muy buena reflexión hermano ,es la triste realidad del futbol en nuestro país

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