viernes, 10 de diciembre de 2021

11 de Diciembre.


Mañana se conmemora un año más desde que el Hatuey y el Roberts partieron cancha por medio y se enfrentaron en el Campo Palatino en lo que es reconocido como el primer partido oficial de futbol en Cuba, fecha que, además, en recordatorio a ese encuentro, se ha instaurado como el Día del Futbolista Cubano.

 

Muchos años han pasado de una historia repleta de momentos de gloria, de tristezas, de guerras, separaciones y abandonos, un reflejo inequívoco de la historia misma de nuestra patria.

 

Apoyado por la comunidad española fuerza económica a principios del siglo pasado el futbol vivió su etapa de mayor esplendor al punto de concebirse la formación de una selección nacional por allá por 1914, que si bien en papeles y planos incluso tuvo nombres propios en la realidad nunca llegó a jugar.

 

Una etapa donde el béisbol debió doblar la rodilla y ceder su templo: El Almendares Park a los chicos de pantaloncillos cortos ante el mayor clamor de goles que de jonrones y en la que en las provincias era común los duelos entre clubs locales dejando de ser un deporte meramente capitalino a uno que deleitaba también en el interior.

 

Brillantes adornada por la presencia en tierras nacionales de poderosos equipos de la época como el Nacional de Montevideo, el Real Madrid, Español de Barcelona, Vélez Sarsfield por solo mencionar a cuatro de una larga lista de clubs ante los cuales los de casa ganaron y perdieron sin ningún tipo de sonrojo.

 

Así como las giras por otras tierras dejando estela de buenas presentaciones y respeto al pabellón nacional, títulos como el de los Centroamericanos de 1930, el Centenario Cali terminaron adornado las vitrinas nacionales en una época que cerraba increíblemente con lo que sería el clímax del futbol nacional, la participación en la Copa del Mundo de 1938.

 

Los 40 verían el futbol apagarse de a poco entre las guerras internas y las indisciplinas a lo que dio el tiro de gracia la quema o incendio del Campo de La Polar casa del Campeonato Nacional.

 

La promesa de un renacimiento llegaba con el resurgimiento del Campeonato de La Habana y la creación de la Liga Profesional de Futbol cubano, si bien el profesionalismo no era nada nuevo, pues se practicaba de manera solapada desde las décadas del 20 con la llegada de jugadores de Costa Rica, España entre otros.

 

Pero sin apoyo económico, esta vez de las grandes empresas norteamericanas más apegadas al deporte de las bolas y los strikes que al de las gambetas, la Liga que inició con muchas fanfarrias fue perdiendo sus luces y terminó desapareciendo no sin antes dejar grandes momentos y visitas de clubs emblemáticos.

 

Con la muerte del profesionalismo y el amateurismo tomando pleno auge, la lucha por retener el control del futbol desencadenó un sisma, con la aparición de la Confederación de Futbol Cubano para hacer frente a la Asociación Cubana de Futbol de carácter más bien decorativo y altamente influenciada por la Federación de La Habana.

 

Si bien la Confederación aparecía como un ente más nacional y llegó a efectuar su propio Campeonato Nacional (uno verdaderamente nacional), la FIFA le dio la espalda y nunca la reconoció como el ente magno del futbol en la isla.

 

Llegaba el cambio político de 1959 y el futbol como toda la sociedad sufrió el impacto, restructuraciones, cambios, visiones diferentes metieron al balompié en una nueva etapa obscura de la que se salió en los años 70 con una de las generaciones más grandes de futbolistas dado por la isla.

 

Cuba plantó bandera en Campeonatos Centroamericanos donde reinó, Panamericanos y se hizo respetar en eliminatorias olímpicas y mundialistas, un repunte en el que mucho tuvo que ver la exposición al futbol internacional especialmente al de las naciones del campo socialista.

 

Tegucigalpa 1981, vio a Cuba coquetear con una cita mundialista, Santiago de los Caballeros 1986, retomar la corona centroamericana, Trinidad & Tobago la primera clasificación mundialista Sub16 y la CONCACAF a un modesto club pinareño plantarle cara a dos de los más poderosos clubs mexicanos en las finales del torneo de Clubs de la zona.

 

Pero los cuentos de hadas no existen para el futbol nacional y un nuevo mazazo lo mandó a la obscuridad con medidas irrisorias amparadas en las restricciones provocadas por el Periodo Especial y que marcó el retiro obligado de muchos jugadores de un altísimo nivel, encontrando, algunos un refugio en la Liga de Futbol Sala que de manera independiente florecía en la Capital Cubana y que sería la causa directa de la hegemonía cubana en esa rama dentro de la CONCACAF que si bien no se tradujo en ningún título si lo hizo asegurando varias participaciones consecutivas a Copas del Mundo en una seguilla que se extendió hasta este siglo.

 

Un siglo que, si bien está marcado por el único Título Cubano en la Copa del Caribe, la Primera Clasificación Mundialista de una escuadra Sub 20 y el regreso a l podio de los juegos Centroamericanos y del Caribe, es un siglo donde se ha extremado la desatención y el abandono del futbol cubano, un lastre nada nuevo.

 

Abandono y dejadez por parte de la AFC y el INDER que de a poco colmaron la paciencia de los futbolistas nacionales que a cuenta gotas o masivamente fueron abandonando torneos internacionales en busca de un futuro mejor, de una realidad que veían solo en revistas y televisión y el sueño de llegar a ser jugadores profesionales.

 

Ciento diez años de historia de un auténtico carrusel de emociones, de subidas y bajadas a la que este año se le ha abierto el capítulo de los legionarios con la anuencia de un público deseoso de triunfos e ignorante, en ocasiones, de la realidad futbolera y del nivel futbolístico del jugador local, un fanático que esa sed de éxito y los reflectores del extranjerismo se olvida de quienes, en realidad son la base del futuro de nuestro futbol: los chicos de la base, de los barrios, el que hoy ni miran y mañana llamarán crack por patear el balón lejos de nuestros campos.

 

Mañana es 11 de Diciembre y en cada rincón de Cuba, del mundo, en donde haya alguien que se vistió de corto y puso su granito de arena habrá que estrecharle la mano y decirle: Muchas Felicidades Campeón.

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