Foto tomada de la página de Facebook: Futbol de Cuba
Muy duro, el que recibieron ayer los jugadores cubanos Yosel Piedra, Luis Javier Paradela y Daniel Díaz “Filungo” de parte de las autoridades migratorias ticas que los obligan, en el mejor de los casos a seguir en las gradas.
Según dio a conocer la Nación, tanto Paradela, como Yosel Piedra no tienen su reglamentación en regla para trabajar en el país y se mantienen a la espera de una resolución de la Dirección General de Migración y Extranjería (DGME), un grupo en el que además se encuentran los argentinos Jesús Ayala Lautaro y Agustín Pinole Malcolm así como el jamaiquino Kemar Calvin Beckford.
Con dicha resolución ambos jugadores, piezas fundamentales en el andamiaje del seleccionado cubano seguirán sin ver actividad con sus clubs, un elemento que si bien para Piedra, que está en proceso de recuperación de una lesión, no afecta de manera extraordinaria, si lo hace con el matancero que ya en la última fecha se le notó la frustración y limpieza que viene aparejada con la falta de juego.
Pero si el caso de Piedra y Paradela es lamentable, más aún lo es el del joven atacante capitalino: Daniel Díaz ya que la DGME rechazó su solicitud lo que lo deja completamente en el aire y es un golpe demoledor para la carrera del muchacho que ha tenido que sufrir lo indecible para poder llegar a este punto.
Travas inimaginables de parte de la Federación Cubana de Futbol que hicieron engorroso y dilatado el proceso del muchacho fueron los primeros obstáculos que el cubanito y el club tuvieron que sortear para poder concretar el contrato que ahora queda en el aire con la resolución migratoria de las autoridades ticas.
Definitivamente lamentable que procesos burocráticos dejen fuera de la cancha a los jugadores en un proceso que afecta a los mismos, no solo desde el punto de vista deportivo, sino también desde lo económico.
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