10

Si hoy me preguntaran que clasificación le daría a Onel, diría que un 10 de 10, y quizás me arriesgaría a ponerle un once.

 

Y es que más allá de lo que pudo aportar futbolísticamente en el partido de anoche lo demostrado por Onel anoche es de otra dimensión.

 

Tras dos días de viaje para llegar a la sede, de llegar momentos antes del partido, con el cansancio a cuestas, sin tiempo para conocer a sus compañeros, del riesgo a una lesión por como llegaba se puso la camiseta y salió al terreno de juego el inicio de la segunda mitad para ayudar al equipo.

 

Ni políticas arcaicas, ni largas travesías, ni cambios de horario, ni el cansancio, ni siquiera la madre naturaleza con su volcán incluido pudieron interponerse en el camino de Onel de cumplir su sueño de jugar con la selección cubana de futbol.

 

Onel junto a Cavafe demostraron que cubanos somos todos, que ese amor por el país va más allá de diferencias políticas o de criterios, que cubanos somos todos los que tenemos raíces en esa isla añorada, hayamos partido de niños o de adultos, Cuba sigue siendo Cuba, la bandera sigue siendo la misma y la cubania no nos la quita nadie.

 

Que el futbol debe unir y servir de puente, que con los cubanos todos se pueden lograr grandes cosas y que sueños como los de Onel y Cavafe se puedan seguir cumpliendo.