¡La Habana!

Con una gran segunda parte el equipo de La Habana logró lo que parecía imposible tras los primeros 45 minutos y derrotó al Bi Campeón Cubano Santiago de Cuba en el Pedro Marrero de La Habana.

Partido de dos caras, con emociones hasta el  último minuto y que terminó con hechos vergonzosos que permitió a uno de los locutores de Tele Rebelde dejar el veneno al aire respecto a las transmisiones del futbol nacional.

Santiago que había llegado en horas de la madrugada a la capital tras no haber podido viajar el jueves, según algunas fuentes por no haber combustible para la guagua que debería transportarlos hasta La Habana, arrancó impetuoso y pareció darle la razón a los que pensamos que el cambio de sede beneficiaba su juego.

La potencia de sus jugadores y la verticalidad de su juego hizo al visitante el dueño de las acciones de la primera mitad ante un equipo habanero que trataba de poner en practica su juego de toques cortas y manejo del balón.

Mientras Johnson era espectador de lujo (no tuvo que ver ni un solo disparo franco a puerta en la primera mitad) del otro lado Ballines tuvo mucha acción bajo los palos, a los 28 llegó lo que se veía inevitable, contragolpe santiaguero, que cae en los pies de Villalón que consigue pisar el área, acomodársela para su pierna más hábil y liquidar con disparo cruzado al portero capitalino.

El gol agrandó al equipo visitante y dejó a los locales desubicados lo cual aprovecharía Yasmany López para poner el 2-0  tras una serie de rebotes dentro del área.

Con la ventaja y el balón parecía que Santiago se encaminaba hacía una victoria clara y asegurar el título desde ya, parecía… porque en el segundo tiempo cambió el libreto.

Los chicos de azul y blanco, comenzaron a encontrar destinatarios a sus pases y a realizar conexiones entre líneas y así apareció el descuento, gran pase desde la izquierda del jovencito José Pérez Oquendo que Darbel Noda mató de pecho y sin dejarla caer remató de media bolea para un verdadero golazo que sirvió además para terminar de dar a los de la capital la confianza para buscar el empate.

Ocho minutos después, una gran jugada de Alejandro Peraza que llevaba solo unos minutos en la cancha dejó a Orlendis Benítez cara a cara con Johnston al que el delantero capitalino liquida con un sublime toque para conseguir lo que parecía imposible al finalizar los primero 45 minutos: el empate.

El campeón estaba herido y sin respuestas y La Habana lo aprovechó para darle la vuelta, centro desde la derecha, mano dentro del área y penal claro para los locales.

Alarcó cobró con seguridad y dejó sin opciones a Johnston para sellar la remontada.

Santiago sacó la casta de campeón, el amor propio y con más corazón que ideas buscó el empate y encerró a los locales en su área en los últimos minutos en los que rozó el empate que nunca llegó.

Al final, lo indeseable, lo bochornoso, lo injustificable, tumultuaria pelea entre los dos equipos reflejo de esa guapería barata que inunda nuestra sociedad actual, el querer demostrar lo que en la cancha no se pudo o las frustraciones o la necesidad de sentirse superior o humillar al derrotado que no tienen cabida en nuestro futbol.

Es imperdonable, inexcusable que hechos como estos ocurran, los jugadores reclaman atención y cuando la tienen aprovechan para pisotearla y darle las escusas perfectas a los que no quieren abrirle un espacio en nuestros medios televisivos.

Desde aquí repudiamos tales actos, sea cual sea la causa, no existen justificaciones no se pueden aceptar justificaciones y los involucrados deben ser sancionados, por el daño que con actitudes como estas le hacen a nuestro futbol, no se puede romper a puñetazos lo que tanto ha costado construir con las piernas.