Desde el hotel.

 

Perdió Cuba su partido de hoy frente a los Estados Unidos, tras la decisión de la directiva del equipo de dejar en la banca a la mayor parte de los titulares para enfrentar al equipo más fuerte del grupo y que solo unos días antes había mostrado vulnerabilidad jugando en un campo irregular como el que se presentaba en el día de hoy.

 

Cuba salió a la cancha con el mismo planteamiento táctico que frente a Canadá pero con jugadores diferentes que pronto dejaron claro que el papel que se les había asignado les quedaba grande y en el pecado se llevó la penitencia, dos goles en 8 minutos, el primero apenas al minuto de juego así lo demostraron.

 

Estados Unidos jugó a placer y el 3-0 al final del primer tiempo fue una especie de acto de benevolencia de un equipo muy superior a su rival en un partido al que le sobraron los segundos 45 minutos en los que lo más interesante fue el juego brusco y los rifi rafi entre los jugadores de ambos equipos.

 

La presencia de Kevito, Palma y Paradela enmendaron un poco la imagen de un equipo cubano que llegó con el espíritu en las nubes tras sus dos primeras actuaciones y que ahora tendrá que asimilar la goleada y mirar un partido de octavos de finales más complicado que el que se hubiera conseguido si se hubiese terminado en la primera plaza.

 

¿Se hubiera ganado o empatado a Estados Unidos con todos los titulares? Eso ya no lo sabremos, lo que si sabemos es que no se puede seguir con mentalidad pequeña si queremos alcanzar mejores niveles en el futbol y eso fue lo que se demostró hoy por parte del colectivo técnico.

 

No se puede hablar, que se piensa en el partido de Octavos de final, cuando ya se apuesta por el rival más complicado en esa fase, no se puede argumentar del temor a una lesión, pues de ser así por favor pídale a los jugadores que no se levanten de la cama, no se puede faltar al respeto al espectador, al jugador y al contrario diciendo que se va a tratar de ganarle con la banca cuando sabemos que con el primer equipo es complicado. No se puede hablar de dar descanso o reservar jugadores para la siguiente ronda cuando los mete al terreno a los 45 minutos cuando el marcador ya está 3-0 o se deja a nuestro mejor central en la cancha teniendo ya una amarilla del partido anterior y a sabiendas de que una más lo inhabilita para esa ronda.

 

No, no podemos seguir pensando mediocremente, hay que ser más ambicioso y buscar un poco más, que me ganen con mis mejores hombres, dando batalla y teniendo la posibilidad de al menos plantar cara y tal vez sacar un resultado positivo, es esa mentalidad que nos sigue costando, es esa mentalidad la que han ido borrando los equipos del Caribe y por eso vemos que dan pelean y triunfan frente a los centroamericanos mientras nosotros seguimos siendo goleados.

 

Pero hoy se pierde mucho más que un partido, se pierde además un jugador por estar casi 20 minutos en la cancha con la rodilla destrozada porque el técnico se comió los cambios al sustituir, dolor ajeno ver a Roberto Valdez rengueando sobre el campo con la rodilla vendada, triste verlo caerse en el medio de la cancha y que se le volviera a pedir entrar o dejar entrar nuevamente a un cotejo ya decidido arriesgando su integridad física y su carrera deportiva.

 

Pero además se perdió el impulso psicológico ese ánimo esa intensidad con la que se venía tras los primeros triunfos, esa pasión que contagiaba a todos y nos hacía creer en un Mundial por la miopía mental que nos hunde más en la mediocridad.

 

En el futbol como en la vida somos nosotros mismos los que nos ponemos metas o barreras y las batallas no se deben dar por perdidas antes de pelearlas, Estados Unidos es superior, si, estamos claros, pero a mí me tiene que ganar con mis mejores hombres, con mi equipo regular y si puede ganarme, puede golearme, pero o le araño la cara o le escupo un ojo, pero jamás de los jamases le dejaré ver, desde el hotel que ya perdí el partido.