Mientras la
Selección Nacional viajaba rumbo a Europa, el 22 de mayo, llegaba a La Habana procedente
de América del Sur, donde la FIFA le había prohibido jugar en Buenos Aires y
Montevideo, el Euzkadi; que durante su estancia en México había incorporado a
tres de sus grandes figuras: Leonardo Cilaurren, Emilio Alfonso y el portero
Gregorio Blasco.
Fue la Selección Habana, misma que
había goleado al conjunto mundialista en su despedida, la responsable de abrir
la serie y el 29 de mayo, en los terrenos de La Polar y el Euzkadi que no tuvo
compasión del equipo local y de la mano de Lángara, los goleó con marcador de
4-0.
Con Dunjó como central del partido le
toca a los vascos mover el balón y casi desde el mismo arranque pisan el área
cubana en un ataque que es bien controlado por la defensa local, que
posteriormente comienza a verse en apuros ante las incursiones de Zubieta.
Los cubanos tratan de responder provocando
el entusiasmo del gradón, que se enfría cuando Blasco le pone hielo y recoge
con tranquilidad un potente disparo de los habaneros.
Retoman el control los visitantes que
incursionan repetidamente en predios cubanos mientras cualquier intento de
ataque de estos es bien controlado por los visitantes que son dueños del
partido y a los 27 minutos llega lo que se venía llegar, el gol vasco, Lángara
se interna en terreno cubano, gana metros y con un potente disparo deja a
García sin opciones.
A los 35 minutos Lángara recibe un
centro de Urquiola, viendo que
no puede rematar con la cabeza deja el; balón parta acomodárselo para la pierna
diestra y con un derechazo hace funcionar por segunda vez el marcador sellando
el marcador con el que terminaría la primera parte.
Arranca el segundo tiempo y los vascos
le ponen el vértigo casi de inmediato con un ataque que llega casi hasta las
narices de García, Muguerza se la entrega a Lángara que por tercera vez en la
tarde hace que el meta cubano tenga que recoger el balón en el fondo de su marco.
Vila salva el cuarto del Euskadi
sacando el balón sobre la raya y minutos más tarde un potente disparo de
Lángara pega en el poste y le queda a Urquiola que no desperdicia y pone el
4-0.
Los Habaneros tienen una inmejorable
oportunidad de descontar cuando se sanciona un penalti en su favor por una
falta dentro del área. Tuquito se encargó de cobrar pero mandó el cuero por
encima del travesaño.
El 5 de junio
volvieron a medir fuerzas, en el mismo recinto ambos conjuntos y Arenas, el
técnico cubano, hizo algunos cambios en su alineación y envió al terreno de
juego a García; Mito, Panchito; Avelino, Barrios II, Chuli; Pelayo, Bebo,
Requejo, Cubanaleco y Paco.
Por su parte el Euskadi lo hacía con
Gregorio Blasco; Pablo Barcos, Serafín Aedo; Leonardo Cilaurren, José Muguerza,
Ángel Zubieta; Manuel Urquiola (que daría paso a Pedro Regueiro en la segunda
mitad), Luis Regueiro, Isidro Lángara, José Iraragorri y Emilio Alonso.
No ayudó el clima que se vio empañado
por un torrencial aguacero que se inició a la una y media la tarde y terminó a
las hasta cerca de las cinco, hora en que se iniciaba el partido dejando el
campo en pésimas condiciones para la rápida delantera local acostumbrada a
pases cortos y a explotar su velocidad.
Otra vez fueron los vascos los que se
hacen con el control desde el principio y como en el primer partido los ataques
sobre el marco cubano se suceden uno tras otro algunas veces cortados por la
cerrada táctica defensiva d ellos locales y otras veces por una gran dosis de
suerte lo que permitió que el partido llegase al medio tiempo con un empate a
cero goles.
El segundo tiempo arranca con una gran
intensidad y los cubanos mantienen su gran trabajo defensivo aventurándose de
vez en vez en campo contrario, en una de ellas un corte providencial de Zubieta
evita que Bebito se lleve el balón solo de cara al gol.
A los 73, Lángara rompe la resistencia
cubana enviando el cuero al fondo de las redes y el mismo Lángara aprovechó el
desconcierto en las filas habaneras para poner el 2-0 apenas dos minutos más
tarde, Iraragorri daba cifras definitivas a los 83 tras una excelente jugada.
Pero a los muchachos de la selección
Habana aún les quedaba la pesadilla del 12 de junio en el Gran Estadio Cerveza
Tropical donde fueron superados claramente 5-0 por los visitantes. Gregorio
Blasco; Pablo Barcos, Serafín Aedo; Leonardo Cilaurren, José Muguerza, Ángel
Zubieta; José Manuel Urquiola, Luis Regueiro, Isidro Lángara, José Iraragorri y
Emilio Alonso (quien salió lesionado a los 18 minutos siendo sustituido por
Pedro Regueiro como extremo derecho) alinearon por el Euskadi, mientras que por
los locales García; Panchito, Mito; Mongo, Barrios II, Chuli; Manolo, Pelayo,
Requejo, Dávila y Paco formaron los 22 protagonistas iníciales del encuentro.
Dávila |
Lángara fue otra vez el baluarte en el
ataque vasco y a los 40 rompía la resistencia habanera con su primer gol de la
tarde y el único de la primera parte.
Para la segunda mitad Manolito y Dávila
de quedan en la banca ocupando sus lugares Pelayo y Pito, cambios que no pueden
evitar que apenas a los cuatro minutos de reiniciado el partidoIraragorri ponga
el segundo en favor de los vascos, que a los 28 por intermedio de Pedro
Regueiro se acomodan aun más en el marcador con el 3-0 en su favor.
Como en el primer
tiempo, a los 40 Lángara vuelve a poner música a uno de sus disparos para el
cuarto gol el Euzkadi y el mismo Lángara a los 42 completaba la manito en favor
de los visitantes.
Tras aquella jornada dominical se
inició una semana de total incertidumbre sobre la estancia del conjunto vasco
en la capital cubana ante la continua presión desde México que le exigían a los
vizcaínos viajar a tierras aztecas a cumplir con los compromisos allí
adquiridos, presión a la que los medios cubanos, heridos en su orgullo
futbolístico por las tres derrotas, respondían con la exigencia de que los
ilustres visitantes permanecieran en La Habana y extendieran la serie a la
espera del regreso de la selección nacional que había culminado su
participación mundialista.
Entre idas y venidas se consiguió
finalmente alargar la presencia del Euzkadi en la capital cubana entregándosele
la responsabilidad de conseguir la primera victoria cubana al Deportivo Hispano
América, que con algunos refuerzos llevó el nombre de Selección Habana.
El 19 de Junio: García – Panchito,
Avelino quien daría paso a Mito en el complemento – Barrios I, Barrios II
(quien debió ser sustituido por Chuli en la primera mitad tras recibir una
cortada en el pómulo después de un choque con Luis Regueiro), Mongo – Romano,
Pelayo (sustituido por Pedro en la segunda mitad), Dávila, Cubanaleco y Turco,
saltaban al Campo de La Polar en busca de no sólo mostrar una mejor cara y
vencer por primera vez a Blasco, sino también de vencer al Euzkadi, que mandó
al césped a Blasco – Barcos, Aedo – Cilaurren, Muguerza, Zubieta – Pedro
Regueiro, Luis Regueiro, Lángara, Iraragorri y Urquiola, quien debió marcharse
lesionado a los 20 minutos de la segunda mitad lo que posibilitó la entrada de
Larrinaga.
El terreno seco ayudó al juego del
conjunto local que mostró mejores maneras que en las presentaciones anteriores
aunque sólo la gran actuación del portero García impidió que la combinación
Luis Regueiro, Lángara e Iraragorri lograran abrir el marcador a favor de los
visitantes durante la primera mitad, misma en la que los cubanos mandaron un
balón al fondo de las redes defendidas por Blasco por intermedio de Cubanaleco tras
la salida de un córner lanzado por Turco, gol que sería inmediatamente
invalidado, ya que el rubio atacante local había sujetado el brazo del portero
visitante al momento de rematar.
El cero a cero y el mejor juego sembró
la ilusión de los fanáticos locales, pero a los 12 minutos de la segunda mitad,
nuevamente Lángara se convertía en el verdugo cubano anotando el 1-0 y 15
minutos más tarde repetía la dosis para poner el 2-0 con el cual terminaba el
partido, dabndo así fin a la segunda serie de los vascos en Cuba, que no sería la última.....
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