¿Dónde está Roberney?

Es la pregunta que cualquier persona que sigue y conoce de nuestro futbol se estaría haciendo al ver el listado de jugadores convocados por la comisión técnica nacional para formar la primera preselección con vistas a los compromisos internacionales del próximo año.

 

Y es que de no estar enfermo o lesionado es totalmente incompresible y lejano a cualquier explicación que el talentoso jugador villaclareño no se encuentre entre los convocados más aun cuando la concentración se ha hecho en Santa Clara.

 

Si bien para ser sinceros siendo yo Caballero estuviera feliz que al menos en esta ocasión no se me convocara pues así me ahorraría el peligro a contagiarme con el Coronavirus al tener que dormir en un albergue y simplemente para hacer ejercicios físicos y nada de futbol, en una convocatoria que más parece un favor del Lechonero a su amigo Florido en busca de conseguirle algún puestecito en el Marrero para de esa manera afianzar su posición en la madriguera directiva del futbol cubano.

 

Pero regresemos a Roberney y sus continuas ausencias a los llamados de la selección cubana tras la última Copa Oro siendo su puesto ocupado por jugadores de una inferior caridad o totalmente inexpertos a pesar de que el ariete villaclareño continuó brindando buenas actuaciones en el Campeonato Nacional.

 

Líder indiscutido de los equipos a los que representa, talentoso, disciplinado y uno de los pocos que mostró buena cara en el desastre de la Copa Oro y las derrotas previas ante el equipo de República Dominicana, la ausencia de Roberney parece más causada por una vendetta personal de la dirigencia del futbol cubano contra el jugador que por cuestiones futbolísticas.

 

Aunque esto no sería nada nuevo en el futbol de nuestro país donde son frecuentes las exclusiones de jugadores por motivos extradeportivos que van desde no ser “seguros” hasta ser “desviados” por vender cadenitas de oro en su pueblo, algo que puede ser risible y hasta difícil de creer pero que son parte de la oscura lista de requisitos utilizados para descartar jugadores a giras extranjeras.

 

Esperemos que el nombre de Caballero no pase a engrosar la larga lista de marcados y que el técnico pinareño Pablo Elier Sánchez, tal y como ha luchado por la inclusión de los legionarios en la selección, apele a su mirada sabia de conocedor de futbol y en la próxima convocatoria el chico de Zulueta aparezca otra vez entre los elegidos.