lunes, 1 de abril de 2019

“Cuando uno tiene deseos, nada te impide seguir”


Por Osniel Velasco Hernández (Tomado del Artemiseño)

Por ahí, en cualquier rincón, a veces te tropiezas con historias increíbles, las cuales se tornan así porque los verdaderamente increíbles son los protagonistas. Hay ejemplos de superación que parecen sacados de un guión de Hollywood. Una de esas historias es la de Luis Roberto Rodríguez Martínez.

Desde pequeño el fútbol lo atrapó. La pasión que en su San Cristóbal existe por el balompié, no le fue indiferente. “Con solo ocho años ya estaba en un área practicándolo y al poco tiempo pude participar en un campeonato nacional de la categoría 9-10, en el cual quedamos en el segundo puesto”, recuerda
Ya en el año 1982 ingresó a la Escuela de Iniciación Deportiva (Eide) Ormani Arenado de Pinar del Río, donde tuvo excelentes profesores, quienes le llevaron a transitar por el alto rendimiento y pasar a la Escuela Superior de Perfeccionamiento Atlético (ESPA) del mismo nombre.


Por aquella época, integró los equipos pinareños de las categorías inferiores, sobre todo juveniles con los cuales logró varias medallas, incluido un título nacional en el año 1989. Luego vino el Servicio Militar Activo, tiempo en el cual siguió jugando con la Marina de Guerra.

Una lesión en la rodilla le hizo terminar su vida como atleta de alto rendimiento. “Desde entonces me dediqué a estudiar Cultura Física y al graduarme comencé a trabajar como entrenador de lo que siempre me apasionó: el fútbol”.

El arbitraje: otra pasión
“Corría el año 1998 y recibí una petición de Giraldo Rojas, jefe de reglas y arbitrajes del fútbol pinareño para iniciarme como árbitro, y poco después ya tenía la categoría de provincial”, recuerda.

Por entonces trabajaba en los torneos nacionales y provinciales de todas las categorías, celebrados en Vueltabajo. Ya en 2001 empiezo como árbitro nacional y desde ahí hasta el pasado año, he “pitado” ininterrumpidamente en los Campeonatos Nacionales”.

“El año pasado, después de varios postgrados de asesoría arbitral, comienzo a ser asesor, lo cual llevo a la par de mi cargo como jefe de reglas y arbitrajes de la Comisión Provincial de Fútbol en nuestra provincia”. De hecho esta entrevista se realizó poco antes de un partido del 104 Campeonato Nacional, en el cual actuaba como supervisor de los imparciales.

“Esta es una profesión difícil y sacrificada. Siempre tienes los ojos del público encima y casi todas las decisiones que tomas traen polémica, porque casi siempre afectan a alguien, por eso debes prepararte mucho para minimizar tu errores y ser lo más justo posible”

Un golpe que no lo detuvo
 
La verdadera grandeza de Luis Roberto y su historia, radica en un traspié que le puso la vida. “En el año 2006 suspendí las pruebas físicas para revalidar la condición de árbitro nacional, al regresar a San Cristóbal me hice unos estudios y me diagnosticaron leucemia”, recuerda.

“La enfermedad nunca me detuvo, he seguido trabajando como profesor y como árbitro, como si no tuviese nada, aunque cuidándome mucho. He participado en todos los torneos de la Asociación de Fútbol de Cuba, en la provincia y fuera de ella, incluso en partidos internacionales aquí en nuestro país.”

“Estar enfermo no me ha quitado el deseo de trabajar, sigo el tratamiento rigurosamente y con el deporte he ganado en calidad de vida”.

La leucemia no ha sido un freno para la vida y la carrera profesional de Luis Roberto Rodríguez, un hombre que le dedica su vida al fútbol, y la pasión por este le ayuda a enfrentar el duro golpe que le impuso la vida.

Sin quejarse ni un segundo recoge sus cosas y se dispone a inspeccionar el terreno junto a los árbitros del partido. Sus palabras son de agradecimiento por la entrevista y yo solo le agradezco a él por dejarme contar su historia y por dedicarle tanto a una pasión compartida: el fútbol.

1 comentario:

  1. Que gran historia, gente como este señor son los que necesitamos en la federacion, personas que amen al futbol, que lo quieran ver crecer. Mis respetos para este hombre.

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