Por años entre los conocedores y allegados a las cuestiones internas del futbol cubano y los vericuetos administrativos que suceden en el Marrero, se mencionó una famosa carta en la que el Actual Presidente de la AFC Oliet Rodríguez había mentido sobre su resumé dentro del futbol de nuestro país, así como falsificado algunas firmas para poder lograr sus objetivos.
Desde luego la carta o registración “desapareció” de la gaveta donde fue guardada por alguien que no vio la magnitud y peligrosidad del compañerito Pitirre, una carta que por esas cosas de la vida terminó en mis archivos hace ya varios años y que conste no fui quien abrió esa caja pero al compañerito informático se le olvidó que hace muchos años vivimos en la era informática y que las copias se guardan y se diseminan muchas veces no por sus enemigos o rivales, pero por gente de su misma red cercana con los que comparte borracheras y que bueno llamar amigos es una palabra muy grande pues Rodriguez es capaz de vender a su madre con tal de conseguir sus objetivos.
Pero pasemos a la carta y a algunos datos que resultan extremadamente llamativos como el caso de que el actual Presidente de la AFC menciona que fue jugador por cinco años de equipos regionales de La Habana, un dato muy curioso ya que nadie conocía de él hasta que llegó al Pedro Marrero para convertirse en informático de la AFC primero, tracatán de René Pérez después y chivatón de la selección nacional o para ser políticamente correcto “Seguridad Deportiva”
Pero aún más sería bueno revisar la veracidad de sus rimbombantes títulos del 2005 y 2010, y sobre todo el del 2016, ya que resulta extremadamente contradictorio que que se haya convertido en Instructor de Entrenadores de la AFC en el 2016, sin haber nunca dirigido ni un partido de barrio y en ese mismo año haber obtenido la Licencia A de la UEFA, una licencia que según el mismo sitio WEB de dicha Federación señala que se necesitan al menos 18 meses tras haber obtenido la Licencia B para poder entrar al curso para obtener el dichoso nivel A, y tal vez yo no sea matemático pero a mí las cuentas no me dan, desde luego el papel como vemos en la carta que acompaña este artículo aguanta todo y tal vez el muchacho también manejó su certificación B y como Mandarke se la inventó también.
Si bien si la forma de actuar de Rodríguez es lamentable y criminal, lo llamativo es que la FIFA o las Instituciones encargadas de verificar estos datos le hayan pasado los ojos por arriba y no hayan verificado la autenticidad de los datos ofrecidos a ellos otro factor que deja muy mal parados profesionalmente a los burócratas de la FIFA que desde luego, si a otras cosas más lamentables que ocurren con el futbol en Cuba, no han hecho nada menos harán en este caso, mucho menos sucederá algo en un país como el nuestro con instituciones corruptas hasta los tuétanos en donde personajillos como este siguen destruyendo nuestro país apoyados por gente como ellos a los que solo les importa su bienestar personal.
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