jueves, 11 de agosto de 2022

Dulce venganza.

 


Hace unos años atrás cuando el Miami FC iniciaba sus pasos en el futbol de  los Estados Unidos, el extremo capitalino Darío Suárez llegaba al club azul-naranja tras haber sido visto por el señor Mauro Pederzzoli jugando en las filas del Fortuna SC.

 

Sin embargo, el romance del cubano y el conjunto de Miami y duró apenas unas semanas de pretemporada porque según el italiano, el nuestro no sabía leer los partidos, roto el pecho, más que de dolor por la rabia que da la. Miopía de algunos entrenadores Darío viajó a Michigan y desplegó su magia en el AFC Ann Arbor ganándose el mote de Super Darío por la belleza de su juego y espectacularidad de sus goles.

 

Miami pareció reaccionar de su error y después de un par de temporadas lo llamó a sus filas y desde su primer partido demostró que el mote no era un mero capricho y la alegría de su juego y golazos pronto lo convirtieron en uno de los favoritos de los seguidores del equipo de sur de la Florida que vieron como Suárez con sus golazos los llevó a conquistar dos títulos consecutivos de la NPSL.

 

Pero el Miami FC sufre de una alergia incomprensible hacia los jugadores cubanos y en el 2019, tras haberlo prácticamente marginado a la banca sin razón aparente lo dejó ir hacia Tulsa en compañía de Ariel Martínez otro incomprensible movimiento que unido al de sepultar en la banca a otro talentoso jugador cubano: Héctor Javier Morales, demostraron una vez más que a pesar de estar ubicado en una ciudad con la más grande comunidad de cubano en los Estados Unidos, el equipo de Miami duda o no cree en el talento de los jugadores cubanos a los cuales no solo les da la oportunidad sino que desecha a la primera oportunidad que tienen.

 

Tulsa recibió a Súper Darío con amor y brazos abierto y el cubano respondió con goles convirtiéndose en uno de los referentes del equipo, dos temporadas y 18 goles después Suarez se plantó anoche en el Riccardo Silva Stadium frente al equipo que lo había desechado y ante familiares y amigos desarmó a un Miami que no tuvo respuestas para él, un golazo y asistencia lo convirtieron en el mejor jugador del partido y permitieron al Tulsa llevarse tres importantísimos puntos para recortar a seis los puntos que los separan de los miamenses en la pelea por el último cupo por los play off.

 

Pero si Darío hacía de las suyas en la delantera, en la retaguardia otro cubano, también desechado por el conjunto de Miami: Arturo Diz Pe brillaba con luz propia y tras un desliz en los primeros minutos recompuso la figura y se convirtió en una verdadera pared, impasable por aire y por tierra ahogando de un equipo de Miami, que si bien lleno de “estrellas” mostró escasez de ideas, para no hablar de talento para poder hacerle daño al Tulsa.

 

Y si bien para los muchachos fue la noche perfecta para demostrar su calidad, para mi fue una noche super especial, no solo porque desde la tribuna disfrutaba de sus jugadas que reafirmaban mis comentarios sobre la calidad de los jugadores cubanos o por la revancha contra un equipo que se ha mostrado sordo a nuestras intenciones de llegar a él para mostrarles la calidad del talento local, sino porque fue la perfecta oportunidad para reunirme con grandes amigos que no veía desde hace algún tiempo y que gracias a los cuales pude crear y encaminar el Fortuna SC, un proyecto que ha servido de tránsito para muchos jugadores cubanos en su camino al profesionalismo, además de comprobar, que a pesar del tiempo, y el éxito jugadores como Darío Suarez y Arturo Diz Pe, siguen siendo esos jugadores que un día vistieron el uniforme del equipo de la F Gótica, humildes, respetuosos y lo más importante que no olvidan de donde vinieron. Grandes muchachos!!

 

 

1 comentario:

  1. Hola, me gustaría saber si tienes un correo disponible para poder preguntarte alguna cosa sobre fútbol cubano. Gracias!

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